(La Política On Line). Se trata de la “mesa de los gordos” que inauguraron los funcionarios más cercanos a la ex vicejefa y que, durante meses, fue la usina del espacio “michettista”. Hoy la electa diputada no concurre a los almuerzos de los viernes, pero el jefe de gabinete porteño se sumó.
En el entorno de Mauricio Macri fue llamada “la mesa de los gordos”. Los animadores en un comienzo eran dos ministros cercanos a Gabriela Michetti: el de Seguridad y Justicia, Guillermo Montenegro, y su par de Educación, Mariano Narodowski.
Sin embargo, con el paso del tiempo, y mientras la ex vicejefa se alejaba del núcleo duro de poder y, en especial, de la gestión, fue quedando afuera.
Ya instalada como candidata, no pasó más por un conocido restaurant del barrio de Monserrat donde los viernes al mediodía se reúnen a almorzar los principales funcionarios que acompañan al jefe de gobierno.
En “la mesa de los gordos” original también se sentaba el ministro de Cultura, Hernán Lombardi (quien fuera también considerado “michettista”) y el secretario general Marcos Peña, quien conoce a Michetti hace más de 10 años. Desde esos almuerzos comenzó a surgir el espacio interno del macrismo.
A pesar de ello, el “michettismo” organizado se fue deformando y, dado que en muchos casos se tratan netamente temas de gestión, “los gordos” se fueron ampliando: hace algunos meses comenzaron a concurrir asiduamente el ministro de Hacienda, Néstor Grindetti y, éste es quizás el dato central, el jefe de gabinete Horacio Rodríguez Larreta, enemigo acérrimo de la ex vicejefa.
Según pudo recoger LPO, desde el viernes pasado los dos ministros que nunca jugaron con Michetti quedaron incorporados de forma permanente a los almuerzos.
Acorde a lo que cuentan altas fuentes del PRO, allí se habla no sólo de la gestión, se definen estrategias comunes, formas de encarar conflictos y, por supuesto, hay espacio para hablar de la construcción política.
Hoy “la mesa de los gordos” ya no representa más a Michetti quien, tras las elecciones, no parece retomar la iniciativa política y hasta su proyecto se ve difuminado. De hecho, su coqueteo con Julio Cobos la llevó a un enojo masivo en el PRO. Es que dadas las aspiraciones de Macri “la mesa de los gordos” ya no sólo es una reunión de trabajo.
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