Edificios de oficinas, un hotel de lujo y un rascacielos de 150 metros de altura, incluidos en el proyecto. El 15% de los porteños (casi 500.000 personas) en estado de “emergencia habitacional”.
El 2 de diciembre serán rematados los terrenos de la zona de Catalinas Norte, en la ciudad de Buenos Aires, en los que actualmente existe una estación de servicios de YPF y estacionamientos, para inicial la ejecución de un proyecto de construcción de oficinas, un hotel de lujo y un rascacielos de 150 metros de altura y hasta 50 pisos.
Se trata de la puesta en marcha un ambicioso plan para desarrollar un nuevo polo inmobiliario, con inversiones proyectadas por US$ 750 millones. La superficie máxima a construir por cada parcela será de hasta 61.000 m2.
"Los predios son una oportunidad única para desarrollar nuevos edificios de oficinas clase AAA en el centro de la Ciudad de Buenos Aires, donde existe una demanda actual de 350.000 m2 de este tipo de construcción", señala un informe oficial con el que el gobierno porteño intenta seducir a los potenciales compradores.
La propuesta también menciona la oportunidad de levantar un hotel de lujo para competir "con el único cinco estrellas, el Sheraton Hotel", y de dar un nuevo impulso al área comercial y de servicios.
Malas noticias para la vivienda social
El crecimiento del desempleo y la falta de políticas de vivienda a largo plazo para los sectores más sensibles de la sociedad, siguen mientras tanto incrementando el déficit habitacional. Pese a que el crecimiento demográfico argentino es bajo, no cesa de aumentar y ya se estima que la necesidad de nuevas viviendas está bordeando los 4 millones de unidades en todo el país, de las que algo más de un millón forman parte del déficit crítico.
Otro millón lo constituyen las viviendas que tienen hacinamiento y/o que con pequeñas inversiones, desde los $ 500 a $ 5.000, serían habitables o a las que le falta la construcción de los sectores húmedos como baños y cocinas.
En la Argentina es un círculo vicioso, tanto el que integran los sectores necesitados de vivienda pero carentes de los recursos necesarios para poseerla o alquilarla, como el hecho de que no se haya construido -salvo la provincia de San Luis- una cantidad suficiente de viviendas. Por otra parte, las que se terminan respondiendo a planes oficiales no llegan a los que más la necesitan, sino que son entregadas a partidarios, amigos o clientes del poder de turno.
En este sentido, preocupa la noticia conocida hace unos días acerca de la reducción de un 40 % del presupuesto del Instituto de la Vivienda de la Ciudad de Buenos Aires (IVC), más conocido por la Comisión Municipal de la Vivienda, su denominación anterior. Con ello, el IVC contaría para 2010 con un presupuesto de apenas 308 millones de pesos, uno de los más bajos de su historia, aunque por otro lado planea vender 36 propiedades estatales, algunas ubicadas en provincia de Buenos Aires, cerca de la avenida General Paz.
La ciudad de Buenos Aires tiene más de un 15% de su población (alrededor de medio millón de personas) en estado de "emergencia habitacional" y la mejor prueba es el crecimiento exponencial de las villas de emergencia, últimamente también en altura.
La reducción presupuestaria fue dada a conocer por el ex directivo del Banco Hipotecario y de IRSA, Roberto Apelbaum, propietario de la mayor constructora de shoppings e inversora en inmuebles del país, durante su defensa del presupuesto para el año próximo, en la Legislatura porteña.
Las malas noticias fueron que de los 12 programas que tiene el IVC, a cinco se les reducirían los recursos y, a cuatro directamente se los dará de baja; al tiempo que desaparecerán los planes destinados a rehabilitar conventillos y los subsidios a las cooperativas de construcción.
El 2 de diciembre serán rematados los terrenos de la zona de Catalinas Norte, en la ciudad de Buenos Aires, en los que actualmente existe una estación de servicios de YPF y estacionamientos, para inicial la ejecución de un proyecto de construcción de oficinas, un hotel de lujo y un rascacielos de 150 metros de altura y hasta 50 pisos.
Se trata de la puesta en marcha un ambicioso plan para desarrollar un nuevo polo inmobiliario, con inversiones proyectadas por US$ 750 millones. La superficie máxima a construir por cada parcela será de hasta 61.000 m2.
"Los predios son una oportunidad única para desarrollar nuevos edificios de oficinas clase AAA en el centro de la Ciudad de Buenos Aires, donde existe una demanda actual de 350.000 m2 de este tipo de construcción", señala un informe oficial con el que el gobierno porteño intenta seducir a los potenciales compradores.
La propuesta también menciona la oportunidad de levantar un hotel de lujo para competir "con el único cinco estrellas, el Sheraton Hotel", y de dar un nuevo impulso al área comercial y de servicios.
Malas noticias para la vivienda social
El crecimiento del desempleo y la falta de políticas de vivienda a largo plazo para los sectores más sensibles de la sociedad, siguen mientras tanto incrementando el déficit habitacional. Pese a que el crecimiento demográfico argentino es bajo, no cesa de aumentar y ya se estima que la necesidad de nuevas viviendas está bordeando los 4 millones de unidades en todo el país, de las que algo más de un millón forman parte del déficit crítico.
Otro millón lo constituyen las viviendas que tienen hacinamiento y/o que con pequeñas inversiones, desde los $ 500 a $ 5.000, serían habitables o a las que le falta la construcción de los sectores húmedos como baños y cocinas.
En la Argentina es un círculo vicioso, tanto el que integran los sectores necesitados de vivienda pero carentes de los recursos necesarios para poseerla o alquilarla, como el hecho de que no se haya construido -salvo la provincia de San Luis- una cantidad suficiente de viviendas. Por otra parte, las que se terminan respondiendo a planes oficiales no llegan a los que más la necesitan, sino que son entregadas a partidarios, amigos o clientes del poder de turno.
En este sentido, preocupa la noticia conocida hace unos días acerca de la reducción de un 40 % del presupuesto del Instituto de la Vivienda de la Ciudad de Buenos Aires (IVC), más conocido por la Comisión Municipal de la Vivienda, su denominación anterior. Con ello, el IVC contaría para 2010 con un presupuesto de apenas 308 millones de pesos, uno de los más bajos de su historia, aunque por otro lado planea vender 36 propiedades estatales, algunas ubicadas en provincia de Buenos Aires, cerca de la avenida General Paz.
La ciudad de Buenos Aires tiene más de un 15% de su población (alrededor de medio millón de personas) en estado de "emergencia habitacional" y la mejor prueba es el crecimiento exponencial de las villas de emergencia, últimamente también en altura.
La reducción presupuestaria fue dada a conocer por el ex directivo del Banco Hipotecario y de IRSA, Roberto Apelbaum, propietario de la mayor constructora de shoppings e inversora en inmuebles del país, durante su defensa del presupuesto para el año próximo, en la Legislatura porteña.
Las malas noticias fueron que de los 12 programas que tiene el IVC, a cinco se les reducirían los recursos y, a cuatro directamente se los dará de baja; al tiempo que desaparecerán los planes destinados a rehabilitar conventillos y los subsidios a las cooperativas de construcción.
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