jueves, diciembre 10, 2009

Con políticas macro duraderas el sistema financiero argentino alcanzaría una mayor dimensión.

Así lo revela la Encuesta de Bancos 2009 de KPMG, realizada a gerentes Generales, de Finanzas y de Auditoría Interna de los principales bancos de la Argentina. La actual crisis "se originó en el corporate governance de las entidades", opinaron.
La Encuesta de Bancos 2009, desarrollada por KPMG, arroja resultados reveladores sobre lo que piensan los ejecutivos de las entidades financieras en la Argentina acerca de la reciente crisis global, unánimemente considerada como la más significativa desde la Gran Depresión de los años 30. Asimismo, la encuesta se enfocó en el sistema bancario argentino, indagando sobre las expectativas después de los buenos años vividos tras la significativa crisis económica-financiera de 2001/2002.
En cuanto a la crisis, el 73% de los encuestados se inclina claramente a pensar que ésta aún no ha finalizado y que deberán esperarse todavía algunos meses para la recuperación.La mayoría no duda de que uno de los orígenes de la crisis está centrado en el corporate governance de las entidades.
De allí que, a través de regulaciones o de la propia corrección del manejo de las entidades sea probable que se produzcan cambios que conduzcan a una mejora. Así, Ricardo De Lellis, socio a cargo de Auditoría de KPMG en Argentina, explica que "tanto el refuerzo técnico de las áreas de risk management como su mayor presencia a la hora de la toma de decisiones, seguramente formarán parte de los cambios de comportamiento que las entidades adoptarán como consecuencia de la crisis".
Al preguntarle a los ejecutivos del sector sobre la evolución y características de los instrumentos crediticios, las respuestas, si bien divididas, se orientan (36%) a pronosticar el regreso de instrumentos financieros más simples y, en consonancia con esto, a que los inversores requerirán más transparencia y simplicidad a la hora de elegir sus inversiones.
En tal sentido, el 27% de los encuestados opina que el mercado mostrará en el mediano plazo poco apetito por instrumentos financieros complejos y poco transparentes.Otro eje de la encuesta fue los efectos de la crisis financiera internacional sobre el tipo de banca.
La mayoría de los participantes (55%) se inclina por reconocer que los cambios regulatorios serán difíciles de uniformar dadas las divergencias entre los sistemas de los distintos países. Se destaca que el 18% opina que crecerá la participación de la banca estatal en los países emergentes.En cuanto la cotización de divisas, el 55% no espera un fuerte debilitamiento del dólar, aunque sí una depreciación de éste frente a las otras monedas.
Como consecuencia de la crisis, la mayoría de los encuestados estima que es altamente probable que se incrementen fuertemente los requisitos de capital. Al haber sido éste el "talón de Aquiles" del sistema bancario, es lógico esperar regulaciones al respecto. Así, los ejecutivos calificaron como muy probable el establecimiento de fuertes restricciones al uso de instrumentos derivados y también se registraron coincidencias acerca de que habrá más regulaciones relacionadas con requisitos de liquidez.

En la Argentina
Los ejecutivos de los principales bancos del país se refirieron, además, a la actividad crediticia y a las perspectivas de crecimiento del sistema financiero local. Sus opiniones en este punto se dividen entre los que creen que el sistema financiero argentino en su conjunto no ha alcanzado su límite (50%) y los que piensan que ese tope ya ha llegado sólo para la banca de individuos (18%). La mejora en la confiabilidad de la información contable de los solicitantes de créditos fue señalada como la principal acción necesaria para lograr su reactivación.
En segundo lugar fue mencionada la ejecución de políticas anticíclicas, considerada como modo de paliar las consecuencias de los períodos recesivos.
Según los participantes de la encuesta, entre los temas que más preocupan y afectan al sistema financiero argentino figuran: las negociaciones salariales (91%), la mayor presión impositiva (77%), el aumento de la mora (73%) y la seguridad jurídica (73%). Pero, sin dudas, donde se registró una de las mayores coincidencias entre los directores de finanzas de los principales bancos de la Argentina fue en el principal motivo que impide que el sistema financiero alcance una mayor dimensión: el 91% de los encuestados cita la falta de políticas macroeconómicas duraderas.
Según De Lellis, "es indudable que el mantenimiento de objetivos de largo plazo así como de políticas coherentes para sus logros, reducirá la incertidumbre en los agentes económicos con sus consiguientes efectos en términos de falta de inversiones, salida de capitales y, finalmente, inestabilidad en las variables económicas".
Para la mayor parte de los encuestados, donocer las opiniones de los ejecutivos de los bancos es clave para enfrentar la salida de la crisis, aggiornarse a las características de esta nueva etapa y enfocarse, así, en un mejor funcionamiento de las entidades financieras argentinas.

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