La Vicepresidenta II de la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires, Liliana Piani, expresa su preocupación ante el avance de las investigaciones clínicas en seres humanos bajo el patrocinio exclusivo de la industria farmacéutica.
Un nuevo debate se ha instalado en la provincia de Buenos Aires en torno a la salud pública, específicamente en el área que comprende la investigación clínica en seres humanos.
En la actualidad, dentro del ámbito de los hospitales provinciales públicos y privados, grupos médicos están llevando adelante intervenciones experimentales bajo el patrocinio de la industria farmacéutica, en los cuales numerosos ciudadanos pasan de ser meros pacientes a constituirse en sujetos de investigación.
Semanas atrás el Ministro de Salud Alejandro Collia, celebró públicamente que la Provincia se haya convertido en “el distrito del país que concentra la mayor cantidad de investigaciones experimentales en humanos con nuevos fármacos y procedimientos médicos desarrollados por la industria”.
Sin embargo, y tal como ha sido denunciado reiteradamente por la Diputada Piani, existe un grave incumplimiento a la Ley provincial de ensayos clínicos (Ley 11.044) a través de su Decreto reglamentario que es contradictorio al espíritu de la misma. “La Ley en cuestión concibe el espíritu universalista referida a bioética, que marcha en el sentido de la protección de los derechos de las personas que participen de protocolos de investigación, mientras que su Decreto reglamentario deja plasmando entrelíneas una concepción liberal y neoliberal que beneficia enormemente a la industria farmacéutica” afirmó la legisladora.
La Diputada Piani asegura que “De esta forma los hospitales públicos provinciales y muchos centros privados se han convertido en un trampolín para que los laboratorios acorten los tiempos de aprobación de ciertos fármacos o esquemas de tratamiento, asegurando extraordinarias ganancias para los investigadores y la industria, sin que eso redunde en un beneficio médico, ni de los pacientes, y mucho menos en el aumento del caudal económico del sistema de salud provincial”.
“Las investigaciones clínicas son una herramienta eficaz de la medicina sólo en la medida en que estén adecuadamente reguladas. Pero cuando están dirigidas desde el Estado por gente de la industria e incumpliendo la Ley de garantía de derechos de las personas, estamos hablando de objetivos muy diferentes, y el Ministro debería dar por ello explicaciones” enfatizó Piani.
Un nuevo debate se ha instalado en la provincia de Buenos Aires en torno a la salud pública, específicamente en el área que comprende la investigación clínica en seres humanos.
En la actualidad, dentro del ámbito de los hospitales provinciales públicos y privados, grupos médicos están llevando adelante intervenciones experimentales bajo el patrocinio de la industria farmacéutica, en los cuales numerosos ciudadanos pasan de ser meros pacientes a constituirse en sujetos de investigación.
Semanas atrás el Ministro de Salud Alejandro Collia, celebró públicamente que la Provincia se haya convertido en “el distrito del país que concentra la mayor cantidad de investigaciones experimentales en humanos con nuevos fármacos y procedimientos médicos desarrollados por la industria”.
Sin embargo, y tal como ha sido denunciado reiteradamente por la Diputada Piani, existe un grave incumplimiento a la Ley provincial de ensayos clínicos (Ley 11.044) a través de su Decreto reglamentario que es contradictorio al espíritu de la misma. “La Ley en cuestión concibe el espíritu universalista referida a bioética, que marcha en el sentido de la protección de los derechos de las personas que participen de protocolos de investigación, mientras que su Decreto reglamentario deja plasmando entrelíneas una concepción liberal y neoliberal que beneficia enormemente a la industria farmacéutica” afirmó la legisladora.
La Diputada Piani asegura que “De esta forma los hospitales públicos provinciales y muchos centros privados se han convertido en un trampolín para que los laboratorios acorten los tiempos de aprobación de ciertos fármacos o esquemas de tratamiento, asegurando extraordinarias ganancias para los investigadores y la industria, sin que eso redunde en un beneficio médico, ni de los pacientes, y mucho menos en el aumento del caudal económico del sistema de salud provincial”.
“Las investigaciones clínicas son una herramienta eficaz de la medicina sólo en la medida en que estén adecuadamente reguladas. Pero cuando están dirigidas desde el Estado por gente de la industria e incumpliendo la Ley de garantía de derechos de las personas, estamos hablando de objetivos muy diferentes, y el Ministro debería dar por ello explicaciones” enfatizó Piani.
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