Una pareja atendida en el hospital público provincial "Güemes" de Haedo fue la primera en lograr un embarazo bajo la cobertura de la nueva ley de fertilización mediante la técnica ICSI, de alta complejidad. El ministro de Salud, Alejandro Collia, destacó que la implementación de la norma fue decisiva porque “la pareja no cuenta con cobertura de obra social ni posibilidades económicas de costear el tratamiento en un centro privado”.
Una pareja de 30 y 33 años fue la primera en lograr un embarazo bajo la cobertura de la nueva ley de fertilización mediante la técnica ICSI, de alta complejidad. En esta oportunidad todo el procedimiento estuvo a cargo de los profesionales del hospital público provincial “Güemes” de Haedo.
“Con esta confirmación ya son 27 los embarazos que se lograron en nuestros hospitales tras la ley de fertilización”, explicó hoy el ministro de Salud provincial Alejandro Collia, y agregó que en este caso la implementación de la norma fue decisiva porque “la pareja no cuenta con cobertura de obra social ni posibilidades económicas de costear el tratamiento en un centro privado”.
Los beneficiarios son Romina Refort, ama de casa de 30 años y Norberto Farías (33), quien se desempeña como técnico de laboratorio en una clínica privada. La pareja, que vive en Merlo, contó que hacía cinco años que intentaban infructuosamente tener un hijo. Ayer, mediante una ecografía, el equipo de fertilidad del hospital Güemes de Haedo les confirmó que la joven se encuentra en la sexta semana de gestación.
“Estamos felices porque nosotros no tenemos obra social ni contábamos con el dinero para hacernos este tipo de tratamientos en un centro privado”, contó Refort. En este caso, se debió apelar a una técnica de fertilización de alta complejidad conocida como ICSI que en el sector privado ronda los 25 mil pesos.
El problema de fertilidad se registró en el varón, por un déficit en la calidad y movilidad de los espermatozoides. Por lo tanto debieron someterse a un tratamiento de alta complejidad conocido como ICSI, por sus siglas en inglés, que significa Inyección Intracitoplasmática de un Espermatozoides, el primero de este tipo que se realiza con la cobertura del gobierno de la Provincia de Buenos Aires.
CÓMO SE REALIZA
Fernando Luzuriaga, a cargo del área de fertilidad del hospital Güemes contó que en ese hospital provincial “ya se confirmaron 13 embarazos” y detalló que éste es el primero logrado tras la ley de fertilización mediante la técnica ICSI, un procedimiento de micromanipulación de gametos.
El especialista agregó que los pasos básicos de esta técnica implican, en un primer momento, la estimulación de la ovulación con el empleo de medicación. Luego, la paciente debe internarse para la aspiración de los óvulos mediante una punción.
A través de una pequeña incisión a nivel del ombligo, se coloca un delgado tubo para aspirar los ovocitos.
Luego, con el empleo de un microscopio de altísima resolución se fija un óvulo y se le inyecta el espermatozoide de mejor calidad. Tras unas doce horas es posible confirmar si se logró la fertilización.
Tres días después se procede a la transferencia del embrión logrado en laboratorio al útero de la mujer. Este paso se realiza en forma ambulatoria porque es indoloro y no requiere anestesia.
Los embriones a transferir se colocan en un tubo o catéter y se los guía través del cuello uterino hasta la cavidad uterina. Recién a los quince días es posible saber este complejo procedimiento logró su cometido.
Una pareja de 30 y 33 años fue la primera en lograr un embarazo bajo la cobertura de la nueva ley de fertilización mediante la técnica ICSI, de alta complejidad. En esta oportunidad todo el procedimiento estuvo a cargo de los profesionales del hospital público provincial “Güemes” de Haedo.
“Con esta confirmación ya son 27 los embarazos que se lograron en nuestros hospitales tras la ley de fertilización”, explicó hoy el ministro de Salud provincial Alejandro Collia, y agregó que en este caso la implementación de la norma fue decisiva porque “la pareja no cuenta con cobertura de obra social ni posibilidades económicas de costear el tratamiento en un centro privado”.
Los beneficiarios son Romina Refort, ama de casa de 30 años y Norberto Farías (33), quien se desempeña como técnico de laboratorio en una clínica privada. La pareja, que vive en Merlo, contó que hacía cinco años que intentaban infructuosamente tener un hijo. Ayer, mediante una ecografía, el equipo de fertilidad del hospital Güemes de Haedo les confirmó que la joven se encuentra en la sexta semana de gestación.
“Estamos felices porque nosotros no tenemos obra social ni contábamos con el dinero para hacernos este tipo de tratamientos en un centro privado”, contó Refort. En este caso, se debió apelar a una técnica de fertilización de alta complejidad conocida como ICSI que en el sector privado ronda los 25 mil pesos.
El problema de fertilidad se registró en el varón, por un déficit en la calidad y movilidad de los espermatozoides. Por lo tanto debieron someterse a un tratamiento de alta complejidad conocido como ICSI, por sus siglas en inglés, que significa Inyección Intracitoplasmática de un Espermatozoides, el primero de este tipo que se realiza con la cobertura del gobierno de la Provincia de Buenos Aires.
CÓMO SE REALIZA
Fernando Luzuriaga, a cargo del área de fertilidad del hospital Güemes contó que en ese hospital provincial “ya se confirmaron 13 embarazos” y detalló que éste es el primero logrado tras la ley de fertilización mediante la técnica ICSI, un procedimiento de micromanipulación de gametos.
El especialista agregó que los pasos básicos de esta técnica implican, en un primer momento, la estimulación de la ovulación con el empleo de medicación. Luego, la paciente debe internarse para la aspiración de los óvulos mediante una punción.
A través de una pequeña incisión a nivel del ombligo, se coloca un delgado tubo para aspirar los ovocitos.
Luego, con el empleo de un microscopio de altísima resolución se fija un óvulo y se le inyecta el espermatozoide de mejor calidad. Tras unas doce horas es posible confirmar si se logró la fertilización.
Tres días después se procede a la transferencia del embrión logrado en laboratorio al útero de la mujer. Este paso se realiza en forma ambulatoria porque es indoloro y no requiere anestesia.
Los embriones a transferir se colocan en un tubo o catéter y se los guía través del cuello uterino hasta la cavidad uterina. Recién a los quince días es posible saber este complejo procedimiento logró su cometido.
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