En territorio bonaerense, el gobierno nacional recuperó 14 distritos clave. En el conurbano, el Frente para la Victoria, junto a sus aliados, se quedaron con 27 de las 35 intendencias. Peligrosa hegemonía K
El triunfo de Cristina Kirchner en todo el país, y de Daniel Scioli en la provincia de Buenos Aires se reflejó en el resultado de las elecciones municipales, en las que el Frente para la Victoria recuperó 14 distritos y, junto a aliados vecinalistas, controlará desde diciembre 106 intendencias.
Los números representan el mayor caudal electoral del peronismo provincial en su historia, que le permitirá ejercer casi una plena hegemonía en territorio bonaerense.
Los números son elocuentes: la fórmula Cristina Kirchner – Amado Boudou se impuso en 134 de los 135 municipios de la provincia. Solamente en Rivadavia, un pequeño distrito del oeste bonaerense, el kirchnerismo se vio superado por el Frente Amplio Progresista.
En total, el oficialismo logró recuperar 14 distritos: Navarro, San Antonio de Areco, Brandsen -el distrito del ministro de Economía bonaerense, Alejandro Arlía-, Carlos Casares, Castelli, San Miguel del Monte – antigua sede pretoriana de Juan Manuel de Rosas-, Necochea, Guaminí, Benito Juárez, Saavedra, Villarino -habrá recuento final-, Tres Lomas -perdió el radical histórico Mario Espada-, Azul y Bolivar.
Son pocos los municipios que quedaron fuera del "vendaval" kirchnerista. El mencionado municipio de Rivadavia, donde triunfo un ex radical que integra el FAP, Sergio Buil; Mario Meoni, en Junín, y Héctor “Cachi” Gutiérrez, en Pergamino, lograron salvar el honor radical; y Dolores y 25 de Mayo, que lograron el "milagro" de darle el triunfo a la Coalición Cívica de Elisa Carrió.
Además, entre otros distritos, un ex kirchnerista, Jesús Cariglino, mantuvo la intendencia de Malvinas Argentinas, y Jorge Macri le permitió al PRO poner un pie en la provincia, con su victoria en Vicente López.
Otro dato clave a la hora del análisis final de las elecciones es el escenario casi monocolor que queda en el conurbano bonaerense: 27 de 35 distritos quedan para el Frente para la Victoria, sumados a sus colectoras de Nuevo Encuentro (Morón), FORD (San Fernando) y Frente Social (San Martín).
Esa región aporta el 67% del electorado de la provincia, por lo que su dominio resulta determinante a la hora de pelear una elección.
El triunfo de Cristina Kirchner en todo el país, y de Daniel Scioli en la provincia de Buenos Aires se reflejó en el resultado de las elecciones municipales, en las que el Frente para la Victoria recuperó 14 distritos y, junto a aliados vecinalistas, controlará desde diciembre 106 intendencias.
Los números representan el mayor caudal electoral del peronismo provincial en su historia, que le permitirá ejercer casi una plena hegemonía en territorio bonaerense.
Los números son elocuentes: la fórmula Cristina Kirchner – Amado Boudou se impuso en 134 de los 135 municipios de la provincia. Solamente en Rivadavia, un pequeño distrito del oeste bonaerense, el kirchnerismo se vio superado por el Frente Amplio Progresista.
En total, el oficialismo logró recuperar 14 distritos: Navarro, San Antonio de Areco, Brandsen -el distrito del ministro de Economía bonaerense, Alejandro Arlía-, Carlos Casares, Castelli, San Miguel del Monte – antigua sede pretoriana de Juan Manuel de Rosas-, Necochea, Guaminí, Benito Juárez, Saavedra, Villarino -habrá recuento final-, Tres Lomas -perdió el radical histórico Mario Espada-, Azul y Bolivar.
Son pocos los municipios que quedaron fuera del "vendaval" kirchnerista. El mencionado municipio de Rivadavia, donde triunfo un ex radical que integra el FAP, Sergio Buil; Mario Meoni, en Junín, y Héctor “Cachi” Gutiérrez, en Pergamino, lograron salvar el honor radical; y Dolores y 25 de Mayo, que lograron el "milagro" de darle el triunfo a la Coalición Cívica de Elisa Carrió.
Además, entre otros distritos, un ex kirchnerista, Jesús Cariglino, mantuvo la intendencia de Malvinas Argentinas, y Jorge Macri le permitió al PRO poner un pie en la provincia, con su victoria en Vicente López.
Otro dato clave a la hora del análisis final de las elecciones es el escenario casi monocolor que queda en el conurbano bonaerense: 27 de 35 distritos quedan para el Frente para la Victoria, sumados a sus colectoras de Nuevo Encuentro (Morón), FORD (San Fernando) y Frente Social (San Martín).
Esa región aporta el 67% del electorado de la provincia, por lo que su dominio resulta determinante a la hora de pelear una elección.
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