El triunfo de Cristina y de Scioli en todos los municipios de la sección, contrasta con la pérdida de algunos aliados del kirchnerismo en distritos clave, donde no tuvo fuerza el “efecto arrastre”.
El triunfo de Jorge Macri en Vicente López es uno de los resultados menos queridos por el kirchnerismo en la primera sección electoral, donde además el triunfo de la presidenta fue por apenas un punto porcentual sobre Hermes Binner, mientras que el de Scioli fue un poco más cómodo sobre De Narváez.
Aquí fue derrota de Enrique García, poniendo corte a sus 24 años de gestión, de los cuales los últimos períodos fueron de apego absoluto al kirchnerismo, y en esta última compitiendo directamente en la interna del Frente para la Victoria -y luego de esta instancia obligando la deserción de dos candidatos de “adhesión”- situaciones que muestran que la apuesta fue total.
Además García recibió una batería de comunicación y un rediseño total de su campaña con fuerte impronta del oficialismo nacional, que sirvió para sumar más votos que en las primarias, pero no alcanzó para revertir la voluntad de cambio de los vecinos, que dejaron el distrito en manos del PRO.
Otro intendente que plegó su fuerza electoral al Frente para la Victoria fue Ricardo Ivoskus, de pasado radical y vecinalista como García, y al igual que éste amparando sus últimas gestiones en el apoyo al gobierno nacional. Con la candidatura delegada en su hijo Daniel Ivoskus, la derrota fue clara frente a Gabriel Katopodis, apoyado en la figura de Sergio Massa.
San Martín entonces es también una derrota del kirchnerismo a nivel municipal, aunque a futuro Gabriel Katopodis no suponga un escollo para las políticas nacionales o provinciales toda vez que compitió con una lista de adhesión a Cristina.
Por otra parte la caída de Osvaldo Amieiro en San Fernando a manos de otro candidato del intendente de Tigre constituye otra apuesta perdida por el kirchnerismo en la primera sección. Luis Andreotti compitió con “boleta corta” y en su trabajo “caminando” el distrito para remontar la primaria apoyado por Massa, tuvo que enfrentar la “bajada” de funcionarios y candidatos nacionales haciendo palanca por el actual intendente, situación que se repitió en los distritos mencionados.
Andreotti, a diferencia de Katopodis tuvo que competir con una boleta “corta”, pero al igual que el intendente electo de San Martín, el sanfernandino podrá implementar políticas en sintonía con el gobierno nacional.
Esta situación se dio también en Mercedes, donde el intendente Carlos Selva, históricamente aliado al kirchnerismo, resistió el embate de La Cámpora encarnada por el joven “Juani” Uztarroz, que contó con el apoyo logístico y presencial explícito, y este caso es más singular por ser una disputa entre dos candidatos propios, y porque Selva revirtió el resultado de las Primarias.
Y por último la gran afrenta que se jugó en Malvinas Argentinas, donde el salto de Jesús Cariglino al duhaldismo le puso los pelos de punta al kirchnerismo. Y a días de las elecciones la visita de Mauricio Macri auspiciada por su primo Jorge marcó otro viraje de difícil digestión para el kirchnerismo, que quemó todas las naves a horas de la veda electoral con la propia Cristina mostrando camiseta y cartel del posteriormente derrotado Luis Vivona. Aquí Cariglino deberá sostener un arduo trabajo para gestionar entre filosas miradas, después de un clima preelectoral signado por la violencia y las denuncias cruzadas, aunque quizá a su favor para sostener un equilibrio el caudal de votos hacia la fórmula presidencial favoreció ampliamente a la reelección de la presidenta.
Luján es también un caso de contraste del arrastre, ya que la intendenta Graciela Rosso perdió la interna con el ex intendente Miguel Prince, que con apoyo de la Rosada cayó frente al vecinalista Oscar Luciani, que compitió con la boleta de UDeSo.
Todas estas muestras, más allá del incuestionable triunfo de Cristina y Scioli, llaman la atención por la ineficacia que tuvo en estos distritos el apoyo irrestricto del kirchnerismo a sus candidatos, cada uno enfrentando situaciones políticas particulares, e incapaces de capitalizar el efecto arrasador que tuvo la boleta del FpV en casi todos los rincones del país.
En cambio el oficialismo si logró un notable caudal de votos en toda la primera sección, la segunda en cantidad de votantes del conurbano, reteniendo más intendencias que las que dejó en manos de la oposición y eventuales aliados. (InfoBAN).
El triunfo de Jorge Macri en Vicente López es uno de los resultados menos queridos por el kirchnerismo en la primera sección electoral, donde además el triunfo de la presidenta fue por apenas un punto porcentual sobre Hermes Binner, mientras que el de Scioli fue un poco más cómodo sobre De Narváez.
Aquí fue derrota de Enrique García, poniendo corte a sus 24 años de gestión, de los cuales los últimos períodos fueron de apego absoluto al kirchnerismo, y en esta última compitiendo directamente en la interna del Frente para la Victoria -y luego de esta instancia obligando la deserción de dos candidatos de “adhesión”- situaciones que muestran que la apuesta fue total.
Además García recibió una batería de comunicación y un rediseño total de su campaña con fuerte impronta del oficialismo nacional, que sirvió para sumar más votos que en las primarias, pero no alcanzó para revertir la voluntad de cambio de los vecinos, que dejaron el distrito en manos del PRO.
Otro intendente que plegó su fuerza electoral al Frente para la Victoria fue Ricardo Ivoskus, de pasado radical y vecinalista como García, y al igual que éste amparando sus últimas gestiones en el apoyo al gobierno nacional. Con la candidatura delegada en su hijo Daniel Ivoskus, la derrota fue clara frente a Gabriel Katopodis, apoyado en la figura de Sergio Massa.
San Martín entonces es también una derrota del kirchnerismo a nivel municipal, aunque a futuro Gabriel Katopodis no suponga un escollo para las políticas nacionales o provinciales toda vez que compitió con una lista de adhesión a Cristina.
Por otra parte la caída de Osvaldo Amieiro en San Fernando a manos de otro candidato del intendente de Tigre constituye otra apuesta perdida por el kirchnerismo en la primera sección. Luis Andreotti compitió con “boleta corta” y en su trabajo “caminando” el distrito para remontar la primaria apoyado por Massa, tuvo que enfrentar la “bajada” de funcionarios y candidatos nacionales haciendo palanca por el actual intendente, situación que se repitió en los distritos mencionados.
Andreotti, a diferencia de Katopodis tuvo que competir con una boleta “corta”, pero al igual que el intendente electo de San Martín, el sanfernandino podrá implementar políticas en sintonía con el gobierno nacional.
Esta situación se dio también en Mercedes, donde el intendente Carlos Selva, históricamente aliado al kirchnerismo, resistió el embate de La Cámpora encarnada por el joven “Juani” Uztarroz, que contó con el apoyo logístico y presencial explícito, y este caso es más singular por ser una disputa entre dos candidatos propios, y porque Selva revirtió el resultado de las Primarias.
Y por último la gran afrenta que se jugó en Malvinas Argentinas, donde el salto de Jesús Cariglino al duhaldismo le puso los pelos de punta al kirchnerismo. Y a días de las elecciones la visita de Mauricio Macri auspiciada por su primo Jorge marcó otro viraje de difícil digestión para el kirchnerismo, que quemó todas las naves a horas de la veda electoral con la propia Cristina mostrando camiseta y cartel del posteriormente derrotado Luis Vivona. Aquí Cariglino deberá sostener un arduo trabajo para gestionar entre filosas miradas, después de un clima preelectoral signado por la violencia y las denuncias cruzadas, aunque quizá a su favor para sostener un equilibrio el caudal de votos hacia la fórmula presidencial favoreció ampliamente a la reelección de la presidenta.
Luján es también un caso de contraste del arrastre, ya que la intendenta Graciela Rosso perdió la interna con el ex intendente Miguel Prince, que con apoyo de la Rosada cayó frente al vecinalista Oscar Luciani, que compitió con la boleta de UDeSo.
Todas estas muestras, más allá del incuestionable triunfo de Cristina y Scioli, llaman la atención por la ineficacia que tuvo en estos distritos el apoyo irrestricto del kirchnerismo a sus candidatos, cada uno enfrentando situaciones políticas particulares, e incapaces de capitalizar el efecto arrasador que tuvo la boleta del FpV en casi todos los rincones del país.
En cambio el oficialismo si logró un notable caudal de votos en toda la primera sección, la segunda en cantidad de votantes del conurbano, reteniendo más intendencias que las que dejó en manos de la oposición y eventuales aliados. (InfoBAN).
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