Según la denuncia de la organización La Cantora y el Secretario de Ejecución Penal de San Martín, Juan Manuel Casolati, internos de las unidades 10 y 29 de Melchor Romero y de la unidad 15 de Batán trabajan en lavaderos industriales privados con ropa con residuos patógenos de clínicas de La Plata. Los propios detenidos lavan ropa blanca proveniente de clínicas privadas, hoteles y restaurantes, aunque la normativa sanitaria prohíbe que se laven materiales de origen diverso en las mismas máquinas, en particular cuando implica la presencia de residuos patógenos. En Informativo FARCO, a través del informe de Radio Futura, Azucena Racosta, coordinadora de la organización La Cantora, aseguró que “nosotros dijimos siempre que la carcel extermina, que ya no recicla diría Bauman, extermina, como vemos lo hace de distintas maneras”.
La Cantora trabaja hace más de veinte años con personas privadas de su libertad. En este caso la denuncia apunta a destacar que los perjuicios para la salud que ocasiona la presencia de residuos patógenos y a las responsabilidades de la empresa Asepsia, a cargo de los lavaderos, y el Servicio Penitenciario. “Esta empresa y el Servicio Penitenciario no solo cometerían un delito con las personas privadas de su libertad, con los enfermos mentales, sino con el estado. Porque además lavar esos materiales es mucho más caro que mandar las cosas a un lavadero porque tiene que ser un lugar preparado para lavar ese tipo de sabanas de hoteles. Entonces la gente que va a pagar un hotel duerme arriba de sabanas que están lavandas en una cárcel junto con estos materiales de las clínicas privadas, clínicas muy conocidas de La Plata. Son seis, entre ellas me acuerdo de Los Tilos, Ecover, y el Instituto del Diagnóstico.
Además de la irregularidad que implica lavar sabanas de clínicas junto con ropa blanca de hoteles y restaurantes en las cárceles, estas tareas es realizada por los presos en condiciones laborales indignas, sin las medidas de seguridad necesarias para manipular estos desechos, en jornadas que superan las 10 horas y con salarios que rondan los $12 diarios. Si bien la denuncia fue presentada y el Comité Contra la Tortura de la Comisión Provincial por la Memoria presentó un habeas corpus colectivo para resguardar la situación de los internos, aún no se recibieron respuestas estatales.
“Nosotros dijimos siempre que la carcel extermina, que ya no recicla diría (el sociólogo Zygmunt) Bauman, extermina, como vemos lo hace de distintas maneras”.
Informe de Radio Futura de La Plata.
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