Estas son una gran ayuda y herramienta “para estimular la relajación, y por sobre todas las cosas, encontrar el punto clave para la armonía”, así lo dijo Jesica Bocca, tallerista de dibujo y pintura.
Continuando con nuestro recorrido por los distintos lugares donde se dictan las diferentes propuestas de cursos y talleres que ofrece la Municipalidad de Coronel Pringles a través del Instituto Cultural, hoy nos ocuparemos de la asistencia técnica destinada a un público más juvenil. Es así como nos acercamos al taller de Dibujo y Pintura para Niños y Adolescentes para dialogar con su instructora Jesica Bocca, quien dicta un curso en la Escuela Especial Nº 501. “Trabajar con los alumnos de este establecimiento es sumamente agradable, teniendo en cuenta que los chicos encuentran un espacio para expresar, como toda asistencia de dibujo, los sentimientos y pensamientos personales”, nos decía Jesica apuntando que “los alumnos de la escuela esperan ansiosos las clases” porque estimula y fortalece “la confianza, el razonamiento y la libertad a la hora la pintar y dibujar”.
Bocca destacó que en todos los talleres para niños “trabajo mucho con la motricidad, enseñándoles la forma correcta de pintar y dibujar, es decir, hacemos hincapié en la coordinación de la estructura del dibujo, esto implica que el alumno no se desborde del tiempo y espacio para completar su dibujo o pintura. También, y a medida que la clase transcurra, le vamos anexando diferentes y variados conocimientos que se aplican en cada técnica adquirida”.
Haciendo un balance de este Taller de Pintura y Dibujo para Niños y Adolescentes, Jesica Bocca lo calificó “más que positivo; es muy satisfactorio brindar el conocimiento propio de la materia, dirigido a jóvenes que desean expresarse en diferentes formas, y que se han acostumbrado a lo largo del tiempo a tener una continuidad en los trabajos, ya que en los lugares físicos que se desarrolla mi taller los jóvenes reciben todos los materiales necesarios, para continuar etapa por etapa”.
Resaltó “que el punto de vista de trabajo que posee cada alumno, se transforma en clima de relajación, apartando todo tipo de problemática”. Las clases tienen una duración de 45 a 60 minutos, “este tiempo es muy importe porque en sus expresiones a través del dibujo se pueden observar en algunos casos tipos de anormalidades tanto físicas como psicológicas que esté atravesando el alumno, y así por medio de profesionales y asistentes, lograr revertir cualquier tipo de situación o anormalidad”.
Continuando con nuestro recorrido por los distintos lugares donde se dictan las diferentes propuestas de cursos y talleres que ofrece la Municipalidad de Coronel Pringles a través del Instituto Cultural, hoy nos ocuparemos de la asistencia técnica destinada a un público más juvenil. Es así como nos acercamos al taller de Dibujo y Pintura para Niños y Adolescentes para dialogar con su instructora Jesica Bocca, quien dicta un curso en la Escuela Especial Nº 501. “Trabajar con los alumnos de este establecimiento es sumamente agradable, teniendo en cuenta que los chicos encuentran un espacio para expresar, como toda asistencia de dibujo, los sentimientos y pensamientos personales”, nos decía Jesica apuntando que “los alumnos de la escuela esperan ansiosos las clases” porque estimula y fortalece “la confianza, el razonamiento y la libertad a la hora la pintar y dibujar”.
Bocca destacó que en todos los talleres para niños “trabajo mucho con la motricidad, enseñándoles la forma correcta de pintar y dibujar, es decir, hacemos hincapié en la coordinación de la estructura del dibujo, esto implica que el alumno no se desborde del tiempo y espacio para completar su dibujo o pintura. También, y a medida que la clase transcurra, le vamos anexando diferentes y variados conocimientos que se aplican en cada técnica adquirida”.
Haciendo un balance de este Taller de Pintura y Dibujo para Niños y Adolescentes, Jesica Bocca lo calificó “más que positivo; es muy satisfactorio brindar el conocimiento propio de la materia, dirigido a jóvenes que desean expresarse en diferentes formas, y que se han acostumbrado a lo largo del tiempo a tener una continuidad en los trabajos, ya que en los lugares físicos que se desarrolla mi taller los jóvenes reciben todos los materiales necesarios, para continuar etapa por etapa”.
Resaltó “que el punto de vista de trabajo que posee cada alumno, se transforma en clima de relajación, apartando todo tipo de problemática”. Las clases tienen una duración de 45 a 60 minutos, “este tiempo es muy importe porque en sus expresiones a través del dibujo se pueden observar en algunos casos tipos de anormalidades tanto físicas como psicológicas que esté atravesando el alumno, y así por medio de profesionales y asistentes, lograr revertir cualquier tipo de situación o anormalidad”.
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