El emprendimiento es considerado un proyecto que brinda solución a uno de los problemas de la Ciudad, qué hacer con la basura electrónica.
Por iniciativa de los diputados Jorge Selser y Adrián Camps, la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires entregó un diploma de reconocimiento al Centro de Basura Cero, por el trabajo que realiza en favor del cuidado del medio ambiente.
Para Adrián Camps, “es un emprendimiento que da solución a uno de los problemas que tiene la Ciudad de Buenos Aires: qué hacer con la basura electrónica. Además, ejerce una función educativa dando trabajo, fundamentalmente a jóvenes que se están iniciando en la actividad de la electrónica, por lo que cobran un salario. Es un proyecto que contempla múltiples facetas, todas positivas”, explicó Camps.
"Este centro es el ejemplo de que con poco se puede hacer mucho cuando hay voluntad, patriotismo y amor por el medio ambiente", manifestó Selser. Por su parte, Jorge Amar, director del centro, afirmó: "El reciclado no es una moda sino una necesidad. Por eso, este reconocimiento nos obliga a ser cada día un poco mejor. Nosotros estamos comenzando y creemos que todavía nos falta mayor capacitación y poder llegar más a la ciudadanía".
El Centro de Basura Cero está instalado en el barrio de Villa Lugano y allí reciben computadoras, impresoras, y otros aparatos tecnológicos que permanentemente van quedando en desuso. Gran parte de estos equipos son rearmados y puestos nuevamente en funcionamiento. Luego, se venden a muy bajo precio o se donan a escuelas y otras instituciones. Aquello que no puede ser recuperado es vendido como metal o plástico. (Parlamentario).
Para Adrián Camps, “es un emprendimiento que da solución a uno de los problemas que tiene la Ciudad de Buenos Aires: qué hacer con la basura electrónica. Además, ejerce una función educativa dando trabajo, fundamentalmente a jóvenes que se están iniciando en la actividad de la electrónica, por lo que cobran un salario. Es un proyecto que contempla múltiples facetas, todas positivas”, explicó Camps.
"Este centro es el ejemplo de que con poco se puede hacer mucho cuando hay voluntad, patriotismo y amor por el medio ambiente", manifestó Selser. Por su parte, Jorge Amar, director del centro, afirmó: "El reciclado no es una moda sino una necesidad. Por eso, este reconocimiento nos obliga a ser cada día un poco mejor. Nosotros estamos comenzando y creemos que todavía nos falta mayor capacitación y poder llegar más a la ciudadanía".
El Centro de Basura Cero está instalado en el barrio de Villa Lugano y allí reciben computadoras, impresoras, y otros aparatos tecnológicos que permanentemente van quedando en desuso. Gran parte de estos equipos son rearmados y puestos nuevamente en funcionamiento. Luego, se venden a muy bajo precio o se donan a escuelas y otras instituciones. Aquello que no puede ser recuperado es vendido como metal o plástico. (Parlamentario).
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