Hasta que el bebé no controla los movimientos de su cabeza es necesario tener ciertos recaudos cuando se utilizan elementos para cargarlo. Qué se debe hacer en cada etapa y recomendaciones para tener en cuenta.
Los bebés nacen con la columna vertebral en forma de ‘C’ a causa de la forma del útero. Al nacer, comienza su extensión lentamente, en contra de la gravedad de manera céfalo-caudal. Hasta que el bebé no controle los movimientos de su cabeza, debemos llevarlo en la posición de cuna y colocar las manos u otro sostén encima del nivel de sus orejas, para así sujetar su cabecita.
Entre los 6 y 8 meses, el bebé ya puede mantener su columna extendida y logra sentarse sin apoyo. Para permitirle más libertad de movimiento a esta edad no es necesario seguir sujetándoles la cabecita, es suficiente con un apoyo o sostén hasta debajo de sus hombros. Salvo cuando duermen, donde obviamente es necesario que tengan apoyo nuevamente.
Luego del décimo mes, la columna vertebral consigue su forma final de ‘doble S’ y se han reforzado los músculos de la cadera del niño, por lo que ya puede mantenerse parado con apoyo, paso previo a caminar. Estos niños, mientras estén despiertos, sólo requerirán de sujeción en la zona lumbar y en la colita.
Alcanzada esta etapa, podemos decir que ha finalizado el proceso de incorporación con éxito.
¿Mochila o wawa?
Entre las opciones que nos permiten cargar al bebé cuando salimos fuera de casa, excluyendo al cochecito, los portabebés tipo mochila son los que pueden usarse durante más tiempo, desde el nacimiento hasta alrededor de los 15 kilos. Sin embargo, como el niño recién logra sentarse alrededor de los seis meses, se recomienda que su uso comience aproximadamente a esa edad.
En caso de tener que utilizarse para bebés muy pequeños, es recomendable usar un reductor, ya que debe quedar bien sujeta su cabecita y espalda y no exigirle una apertura de piernas excesiva.
Estos portabebés son cómodos y fáciles de colocar. El niño se encuentra en una posición fisiológica, sentado, con el peso de su cuerpo sobre sus nalgas.
El portabebés de tela (wawa) es más versátil, ya que permite muchas posiciones que pueden adaptarse tanto a la situación como al crecimiento del bebé. Las posiciones a adoptar dependen principalmente de la edad del niño. El bebé pequeño durante el primer trimestre debe viajar acostado con la zona alta de la espalda y su cabeza sostenida. Esto ofrece al niño mantener la posición fetal que tenía en el vientre materno. A los bebés más grandes, para permitirles libertad de movimiento de sus bracitos, se les puede bajar la tela hasta debajo de sus hombros, con el recaudo de que, si se duermen, habrá que volver a subirla para sujetar la cabeza.
Después de los diez meses, mientras estén despiertos, solamente necesitan el sostén del portabebés en la zona lumbar y en la colita. Si se va a utilizar una wawa, es necesario practicar las diferentes posturas para adquirir soltura, y no se recomiendan las de tela elástica.
Tips para tener en cuenta
Sea cual fuera el método elegido para cargar al bebé, es recomendable:
* Que la posición del bebé sea con sus piernas formando una M (en ranita, con las rodillas más altas que la cola) y la espalda formando una C.
* Que se pueda ajustar al bebé de manera que quede bien pegado al cuerpo del portador (si nos agachamos, el bebé casi no debe despegarse de nuestro cuerpo).
* El bebé tiene que quedar lo suficientemente alto como para darle un beso sin agacharse, de manera que el peso se reparta bien sobre nuestras caderas y no cargar las lumbares.
* Que las tiras de los hombros sean anchas para que el peso se reparta bien y que éstas no queden cerca de nuestro cuello, sino que puedan colocarse encima de los hombros o entre el cuello y el hombro para no sobrecargar la zona cervical.
*Asesoró Dra. Bernabela Galotti, pediatra de Swiss Medical Center.
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