Según un análisis de la UCES, en el último año 317.000 trabajadores dejaron de hacerlo como asalariados y 176.000 pasaron a desempeñarse como monotributistas o autónomos, a raíz de una brusca destrucción de puestos en el sector privado en diversos puntos del país.
“La singular desaceleración del ritmo de crecimiento de la actividad, resignó más de ocho puntos de aumento del PBI en sólo un año, determinó en ese período una brusca destrucción de puestos en el sector privado en diversos puntos del país y reactivó la precariedad laboral. La activa participación del sector público como generador de empleos disimuló el fenómeno en el agregado nacional”, indica un análisis desagregado de la Encuesta Permanente de Hogares del INDEC del Instituto de Estudios Laborales y Sociales de la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales (UCES).
El informe privado detectó que “entre el segundo trimestre de 2011 y similar período de 2012 casi 317.000 personas perdieron su condición de trabajador en relación de dependencia en 18 de los 37 aglomerados del país relevados, mientras que se crearon 290.500 en las 19 jurisdicciones restantes. El empleo independiente se expandió en casi 176.000 personas en la suma de 21 distritos y disminuyó en 93.000 en las otras 16 divisiones”.
El IDELAS considera que “las trabas impuestas sobre todo tipo de importaciones y más controles sobre la acción de las empresas, hasta el punto de confiscar las acciones de Repsol en YPF, minaron la confianza y debilitaron la inversión”.
Y agrega que “una de las consecuencias de eso giro en la política económica se manifestó a una apreciable tonificación del empleo independiente, en detrimento del asalariado, sin que estuviera asociado a la revitalización de emprendedores exitosos que contribuyeran a apuntalar el crecimiento agregado del PBI”.
El balance agregado de las 37 jurisdicciones en que el IDELAS abre la Encuesta Permanente de Hogares del INDEC arrojó una leve destrucción de puestos asalariados entre el segundo trimestre de 2011 y similar tramo de 2012, afectando a 26.461 trabajadores a 13,24 millones de personas ocupadas en esa condición, de los cuales 17.332 estaban registrados y 9.129 lo hacían en la informalidad, sobre un total de 8,67 y 4,57 millones de personas, respectivamente. Mientras que se amplió la legión de cuenta propistas en 82.442 personas, a algo más de 4,11 millones de ocupados. Sin embargo, el movimiento fue heterogéneo por región y, aún más, en el interior de ellas.
Destaca el estudio que “el aumento de la tasa de participación del trabajo por cuenta propia en los últimos doce meses fue tan relevante que tornó expansiva la variación en una magnitud similar en comparación con el cuadro existente un lustro atrás. Se verificó en 19 de los 37 aglomerados, se contrajo en 17 y se estabilizó en uno.
En los parciales, la EPH dio cuenta de que la tasa de asalariados declinó en comparación con el segundo trimestre de 2011 en 19 aglomerados, se elevó en 17 y se estancó en uno. Sólo las regiones de Cuyo y del Noroeste mantuvieron avances de la participación de los trabajadores en relación de dependencia respecto del empleo total en la comparación interanual, como en el lustro. En el resto de las divisiones geográficas la apreciable disminución en los pasados doce meses fue clave para echar por tierra con los progresos previos.
El análisis del IDELAS resalta que “en los pasados doce meses no pudo sostenerse el blanqueo generalizado del trabajo, puesto que si bien en términos netos la tasa de asalariados no registrados se estabilizó en 34,5% de los ocupados en relación de dependencia que había descendido en el segundo trimestre de 2011, la EPH detectó que la proporción de puestos no declarados a la AFIP se redujo en 23 aglomerados, se estabilizó en uno y aumentó en 13, sin que existiera un patrón común según la capacidad de generación de riqueza de cada área”. (Empresas News).
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