*Por la Dra. Pilar María Nano, coordinadora de Investigación del Inst. de Ojos Dr. Hugo Daniel Nano.
Llega el verano, comienza el calor y la temporada de pileta. Y con ella retorna un viejo enemigo de nuestra salud visual: la conjuntivitis. No obstante, existen muchas otras causas de este padecimiento. Conozca cuáles son y cómo evitarlas.
La conjuntivitis se define como la inflamación de la conjuntiva, una membrana mucosa y transparente que es la capa más externa del ojo, encargada de recubrir la zona visible del globo ocular y la parte interior de los párpados. Afecta a toda la población por Igual, con un leve aumento en el riesgo de incidencia en pacientes con antecedente de blefaritis, ojo seco y sobreuso de lentes de contacto.
Esta patología puede tender múltiples causas, con leves variantes en su evolución, que nos permiten identificar diferentes tipos de conjuntivitis:
* Conjuntivitis viral: causada por virus y es la más común en época de verano.
* Conjuntivitis alérgica: se produce como consecuencia de una respuesta exagerada del organismo antes la agresión de alguna sustancia a la que denominamos alérgeno; por lo cual es común en primavera. Aunque cualquier persona es vulnerable a sufrirla, se sabe que existe factor hereditario.
* Conjuntivitis bacteriana: se caracteriza por las secreciones mucosas y con pus de color amarillento, que pegan las pestañas).
Los ojos presentan pequeñas elevaciones rojizas o formaciones poligonales que dan un aspecto de empedrado.
* Conjuntivitis ambiental: es un cuadro similar causado por la exposición a diferentes agentes del entorno: la contaminación, la luz fluorescente, el aire acondicionado, etcétera.
En esta época del año aumenta la incidencia de conjuntivitis viral causada por el adenovirus. La sintomatología inicial incluye enrojecimiento de los ojos, secreción acuosa, lagrimeo, dolor, fotofobia (sensibilidad a la luz), visión borrosa y sensación de pesadez en los ojos. El cuadro se auto limita en 7 a 14 días, pero en algunos casos puede prolongarse hasta por 3 semanas y progresar causando serias complicaciones oculares.
Por este motivo es de vital importancia la prevención y la atención temprana. Ante un cuadro o sospecha de conjuntivitis, se recomienda:
* No frotarse Los ojos.
* Evitar el contacto cercano con otras personas por 7 días desde el inicio de los síntomas (la primer semana es el mayor periodo de contagio).
* Descartar gotas o goteros usados.
* Ante los síntomas iniciales comenzar con lavados oculares con solución fisiológica fría (se recomienda guardarla en la heladera) durante 40 segundos por ojo, de 4 a 6 veces por día, hasta que su oftalmólogo le indique la medicación adecuada.
* Si se usan lentes de contacto, lo mejor es tirarlos. No sirve esterilizarlos y volverlos a usar. Incluso se recomienda dejarlos de usar mientras perdure la enfermedad.
* Evitar el uso de cosméticos oculares y descartar aquellos que se utilizaron durante los días previos a la manifestación de la conjuntivitis.
Asimismo, existe una serie de medidas que podemos tomar no sólo ante un cuadro o sospecha de conjuntivitis, sino también como acciones preventivas:
* Aumentar las medidas de higiene en el hogar, desinfectando superficies con lavandina.
* Lavarse las manos frecuentemente con jabón antimicrobiano.
* No compartir sabanas o toallas y cambiarlas a menudo.
* No compartir anteojos ni otros elementos que estén en contacto con los ojos. (Asteriscos TV).
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