El senador renunció a la comisión que debe tratar el pliego del general Milani, en otro gesto de rebeldía a Cristina, como fue su apoyo a la ley de glaciares. Por no fue el único: También elogió ayer el Metrobus de Macri, que el kirchnerismo intentó bloquear en la justicia. La apuesta a Scioli.
Daniel Filmus tiene muy claro que si consigue ser electo por segunda vez como senador, su mandato abarcará todo el mandato del próximo presidente y se está moviendo con esa proyección.
Por eso, inició una serie de muy puntuales gestos diferenciadores del kirchnerismo, en una apuesta que tiene un destinatario concreto: Daniel Scioli.
El primer gesto fue al inicio de la campaña nomás, cuando pegó un sonoro faltazo a la marcha que el camporista Juan Cabandié junto a todos los sectores del kirchnerismo porteño marcharon a la Jefatura de Gobierno para plantear una serie de reclamos a la administración Macri.
Cabandié también fue dejado en soledad en otras iniciativas igual de malogradas como su “visita” al Riachuelo, cuando vio peces en las contaminadas aguas de la ribera de La Boca.
Cristina decidió cortar por lo sano y ordenó a su vocero Alfredo Scoccimarro que tomara las riendas de la campaña porteña y obligara al díscolo Filmus a hacer campaña con el joven camporista.
El ex ministro de Educación aceptó la directivas con la misma expresión ensimismada que ayer utilizó para asestarle un golpe brutal a una de las iniciativas más críticas de la Presidenta: La designación de su protegido César Milani, como nuevo jefe del Ejército, plataforma que utiliza para construir una central de inteligencia paralela.
No es la primera vez que Filmus se da uno de esos gustos, que dejan a Cristina irremediablemente a la derecha del espectro político y a él como campeón del progresismo. Lo hizo cuando avaló la ley de protección de Glaciares, pese a las promesas de Cristina a las compañías mineras, lo que obligó a la Presidenta a emitir un veto que aún hoy le infringe costos políticos.
Ayer también, el único senador porteño del kirchnerismo, se permitió elogiar una de las iniciativas centrales de Macri: el Metrobus. Iniciativa que el kirchnerismo no sólo cuestionó políticamente sino que intentó bloquear en la justicia con amparos, en una pelea que constinúa hasta hoy.
"Sí. Estoy de acuerdo. Lo vemos bien. Sólo hubo objeciones, en todo caso, a la construcción que se realizó en la avenida 9 de Julio y si era necesario por abajo o por arriba el desarrollo", respondió Filmus, cuando fue consultado sobre el medio de transporte emblemático de la gestión PRO.
Su polémico día se completó con la noticia de que no participará de la comisión de acuerdos que el lunes tratará el pliego de César Milani, el director de Inteligencia del Ejército que Cristina quiere nombrar al frente de la fuerza, pese a sus antecedentes en la última dictadura militar.
“¿Con los derechos humanos se juega? Filmus debió oponerse al acuerdo a Milani. Renunciar a la Comisión de Acuerdos es apoyarlo esquivando el costo electoral”, lo expuso por twitter Julio Piumato, el líder de los empleados judiciales que también es candidato en la ciudad, en su caso por el moyanismo.
Miguel Pichetto, el jefe de bloque, ensayó la misma maniobra de Filmus, pero por la noche se arrepintió y comunicó que el lunes irá a la reunión de comisión. De todos modos, en la sesión del 31 de julio nadie podrá pasar inadvertido y habrá que ver que dice Filmus en el recinto.
La diagonal Scioli
“Siempre hace lo mismo, busca diferenciarse para sacar más votos que el kirchnerismo puro”, se lamentaban hoy en la Casa Rosada, recordando jugadas similares de Filmus, que en definitiva le terminan resultado, porque Cristina vuelve a ungirlo candidato porque es el único oficialista que mide en la Capital.
Pero quienes conocen al senador observan que sus gestos de diferenciación pueden ser más que una estrategia para sumar votos en Capital. Recuerdan que siempre mantuvo una relación estrecha con Daniel Scioli y fue de los pocos ministros que mantuvo el diálogo abierto, incluso cuando al inicio de su mandato Néstor Kirchner defenestró a su entonces vicepresidente.
Por su estilo de no arriesgar demasiado evitaba diálogos abiertos o públicos con Scioli, pero jamás perdió su sintonía con el ahora gobernador, quien sigue proclamando que en el 2015 peleará la Presidencia.
Esta relación es tan evidente, que este martes Scioli aceptó meterse en la campaña porteña y se fotografió en una cena en San Telmo junto a Filmus y un centenar de dirigentes del PJ porteño –excluidos de las listas monopolizadas por La Cámpora y sus aliados-.
Fue otra respuesta sutil a la orden de Cristina: no hay lugar para diferencias entre los candidatos.
Lo que si tomó al pie de la letra el senador, fue la instrucción de la Casa Rosada de castigar a Massa, casualmente quien aparece como el principal rival de Scioli para el 2015.
Siguiendo el guión que le bajó Scoccimarro, Filmus se sumó a la descalificación del kirchnerismo al compromiso que el intendente de Tigre y sus candidatos tomaron frente a un escribano público de oponerse a la re reelección presidencial.
“No hace falta firmar nada frente a un escribano, nosotros ponemos la cara frente al pueblo”, dijo hoy Filmus, en una frase que también repitió el candidato bonaerense Martín Insaurralde, el verdadero competidor de Massa. (La Política onLine).
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