El bloque kirchnerista le votó al macrismo otra ampliación presupuestaria y la creación de un distrito para beneficiar a los diarios y revistas, pese a la resistencia de Cerruti, que consiguió que dejaran afuera a Clarín y La Nación. A cambio, el PRO le votó a los K la eximición de impuestos a los beneficiarios del plan Procrear. Unen votó dividido pero ayudó al oficialismo en varias leyes.
El pacto entre PRO y el kirchnerismo al que se sumó Unen se repitió en la sesión de este jueves, en un intercambio de leyes que favoreció tanto al gobierno de Mauricio Macri como al de Cristina Kirchner.
En primer lugar, el PRO consiguió la ampliación presupuestaria que había solicitado el jefe de gobierno de 1239 millones de pesos que se destinarán a gastos de personal, a obras complementarias del arroyo Maldonado, ampliación en el relleno del Ceamse y equipamiento de la Policía Metropolitana en los subterráneos.
El bloque oficialista consiguió el apoyo de una parte de Unen (los dos legisladores radicales votaron a favor), del legislador kirchnerista Alejandro Amor (que busca ser designado como Defensor del Pueblo) y el peronista Claudio Palmeyro, cuarto en la lista de legisladores del Frente para la Victoria. El resto de los legisladores de Unen y el kirchnerismo se abstuvieron.
Por otro lado, como adelantó LPO, en el interbloque kirchnerista se pelearon esta semana por un proyecto del PRO para crear un “Distrito del Diseño” en Barracas, que exime de impuestos a las empresas que estén instaladas en esa zona y tengan actividades relacionadas al diseño gráfico.
Antes de llevar el proyecto al recinto, el macrismo lo modificó para que extender el polígono inicial hasta la calle Luna e incluyó a los diarios y revistas como categorías beneficiarias. Pese a que parte del kirchnerismo apoyaba la iniciativa, la legisladora de Nuevo Encuentro, Gabriela Cerruti, denunció que el macrismo buscaba beneficiar a Clarín y La Nación, que tienen sus plantas de impresión en la calle Zepita.
Por esta razón, el PRO debió achicar el polígono nuevamente durante el tratamiento de la ley en la sesión y dejó afuera del distrito a las plantas de Clarín y La Nación. Cerruti anunció que igual votaría en contra, pero recibió un “correctivo” de Juan Cabandié, el jefe del interbloque K, que ordenó a sus legisladores que votaran a favor de la iniciativa. El bloque de Nuevo Encuentro terminó absteniéndose.
Quienes también votaron a favor fueron algunos legisladores de Unen: los dos de la UCR y el presidente del bloque de la Coalición Cívica, Fernando Sánchez, junto a su compañero de bancada Maxi Ferraro. La otra integrante de la Coalición, Rocío Sánchez Andía, votó en contra.
No fue el único movimiento extraño del bloque del partido de Carrió: los tres legisladores se retiraron sugestivamente del recinto cuando el PRO llevó a votación los proyectos para modificar la ley de compras y contrataciones y la ley de redeterminación de precios de los contratos. Con estos proyectos, como adelantó LPO, Horacio Rodríguez Larreta quería tener mayor flexibilidad para gobernar hasta 2015.
El proyecto que más interesaba al kirchnerismo era el que eximía de impuestos a los beneficiarios del plan de viviendas Procrear, una medida clave de Cristina Kirchner. Los K recibieron el apoyo del PRO para convertir la iniciativa en ley. (La Política OnLine).
En primer lugar, el PRO consiguió la ampliación presupuestaria que había solicitado el jefe de gobierno de 1239 millones de pesos que se destinarán a gastos de personal, a obras complementarias del arroyo Maldonado, ampliación en el relleno del Ceamse y equipamiento de la Policía Metropolitana en los subterráneos.
El bloque oficialista consiguió el apoyo de una parte de Unen (los dos legisladores radicales votaron a favor), del legislador kirchnerista Alejandro Amor (que busca ser designado como Defensor del Pueblo) y el peronista Claudio Palmeyro, cuarto en la lista de legisladores del Frente para la Victoria. El resto de los legisladores de Unen y el kirchnerismo se abstuvieron.
Por otro lado, como adelantó LPO, en el interbloque kirchnerista se pelearon esta semana por un proyecto del PRO para crear un “Distrito del Diseño” en Barracas, que exime de impuestos a las empresas que estén instaladas en esa zona y tengan actividades relacionadas al diseño gráfico.
Antes de llevar el proyecto al recinto, el macrismo lo modificó para que extender el polígono inicial hasta la calle Luna e incluyó a los diarios y revistas como categorías beneficiarias. Pese a que parte del kirchnerismo apoyaba la iniciativa, la legisladora de Nuevo Encuentro, Gabriela Cerruti, denunció que el macrismo buscaba beneficiar a Clarín y La Nación, que tienen sus plantas de impresión en la calle Zepita.
Por esta razón, el PRO debió achicar el polígono nuevamente durante el tratamiento de la ley en la sesión y dejó afuera del distrito a las plantas de Clarín y La Nación. Cerruti anunció que igual votaría en contra, pero recibió un “correctivo” de Juan Cabandié, el jefe del interbloque K, que ordenó a sus legisladores que votaran a favor de la iniciativa. El bloque de Nuevo Encuentro terminó absteniéndose.
Quienes también votaron a favor fueron algunos legisladores de Unen: los dos de la UCR y el presidente del bloque de la Coalición Cívica, Fernando Sánchez, junto a su compañero de bancada Maxi Ferraro. La otra integrante de la Coalición, Rocío Sánchez Andía, votó en contra.
No fue el único movimiento extraño del bloque del partido de Carrió: los tres legisladores se retiraron sugestivamente del recinto cuando el PRO llevó a votación los proyectos para modificar la ley de compras y contrataciones y la ley de redeterminación de precios de los contratos. Con estos proyectos, como adelantó LPO, Horacio Rodríguez Larreta quería tener mayor flexibilidad para gobernar hasta 2015.
El proyecto que más interesaba al kirchnerismo era el que eximía de impuestos a los beneficiarios del plan de viviendas Procrear, una medida clave de Cristina Kirchner. Los K recibieron el apoyo del PRO para convertir la iniciativa en ley. (La Política OnLine).
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