Nuevas e importantes complicidades se suman al desastre ambiental por derrame de fluoruro de aluminio que costara la vida de la joven Melissa Núñez y un saldo de más de una decena de vecinos internados por una fuerte intoxicación.
Tras una investigación de NOVA, tanto Fernando Cañada como la empresa Shipinsuarence S.A. al momento del incidente, no contaban con los permisos y habilitaciones requeridas por las reglamentaciones del CGPQ para operar dentro de su jurisdicción.
Cabe mencionar que la empresa tenía cuatro observaciones pendientes detectadas por Prefectura Naval Argentina por lo que bomberos de esa repartición nacional no lo habilitaron para operar.
De acuerdo a la Resolución 01/2013 del Consorcio Gestión del Puerto de Quequén, a los fines de coordinar las actividades que se desarrollen dentro del ámbito de actuación del Consorcio las distintas empresas prestadoras de servicios portuarios deben registrarse cumpliendo con las exigencias requeridas.
Al momento del incidente, Fernando Cañada no estaba inscrito en este listado por no cumplimentar con la documentación requerida.
Durante todo el 2015, Cañadas llevó adelante sus actividades dentro de Puerto Quequén sin impedimento alguno. Tanto la Prefectura Naval Argentina como el Consorcio permitieron el desarrollo de su actividad de manera irregular y fuera del marco normativo vigente.
Para este tipo de actividad, la autorización de ingreso hasta el año 2014 se libraba por trabajo o tarea. El solicitante debía remitir la documentación para contar con el permiso de ingreso a puerto. Era condición indispensable la inscripción en los registros del Consorcio Gestión del Puerto de Quequén.
A partir de la designación de Martín Ramón Caraffo al frente del Puerto, las exigencias y normas de seguridad se fueron flexibilizando.
El dador de trabajo dejó de informar con anticipación cuando se iban a realizar las tareas y el buque a fumigar, sin presentar la nota de autorización de la Prefectura para constancia del evento.
Una vez finalizados los trabajos tampoco se exige presentar a la oficina de seguridad el reporte de la tarea con la respectiva fiscalización de la Prefectura Naval Argentina, certificando el cumplimiento de los protocolos de seguridad por su condición riesgosa en materia ambiental.
Con la complicidad del jefe de Guardia, Artemio Zufriattegui, yerno del sindicalista Gerónimo Venegas, quien sostiene una cercana y publica relación con Fernando Cañada, a partir de enero de 2015, el empresario contó con una autorización de vigencia mensual que le permitió ingresar sin cumplimentar trámite alguno ante el Consorcio.
Según consta en el libro de guardia, Shipinsuarence S.A. realizó tareas dentro del puerto los días 6 de enero, 28 de enero, 1 de febrero, 4 de marzo, 10 de marzo y 1 de abril de 2015.
Cabe mencionar que la responsabilidad del depósito y la autorización de actividad es compartida por varios organismos. (Agencia NOVA).
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