(Corresponde a la edición gráfica Nº 607, de Punto Cero). Generalmente el tango, la música ciudadana, suele empezar a gustarle a las personas, a partir de los cuarenta años. Pero a mi, me empezó a interesar desde muy joven. Cuando estaba por los 16 años, ya acercándome a los 20, un vecino que vivía frente a la casa de mis padres, Eduardo "Coco" Quiroga, en los encuentros en cada casa de algún vecino, cantábamos cada cual como podía, y el hablaba y cantaba, tangos y milongas.
Contaba historias de orquestas y cantores. Me intereso y así fue que me fuí nutriendo de información. Empecé a escuchar programas de tangos en la radio: "El Glostora tango club" y tantos otros; en televisión: "Grandes valores del tango", que difundían nuestra música ciudadana.
Si bien hay cientos de orquestas y cantores, siempre me gustó Carlos Gardel. El morocho del abasto era algo especial para mí. Me gustaba escucharlo con el acompañamiento de sus guitarristas Barbieri y Lepera. Siempre evité esas grabaciones con las orquestas, que reemplazaron a las guitarras.
Cuándo se cumplen 86 años de su muerte, en el accidente de Medellín, los uruguayos siguen con sus reclamos, de que Gardel nació en Tacuarembo. Es más que evidente que Charles Gardes, lo hizo en Francia. Pero lo que más molesta, es que el "morocho", haya elegido a la Argentina como su casa.
Dormir bien, para soñar bien... “Recuerdo haber soñado una noche, algo relacionado con nuestra música ciudadana. Siendo un admirador del zorzal criollo, vivía una semana de realización de actos recordatorios y festejos en nuestra Malvinas Argentinas. Sobre la avenida Presidente Perón, cientos de parejas de bailarines, al ritmo del 2 x 4, danzaban para todo el númeroso público presente y principalmente para un jurado de notables, que iba clasificando a las mejores parejas, buscando la gran final. Otra etapa era la posibilidad de descubrir, las nuevas voces tangueras.
Exposiciones de material gráfico, videos y películas de la historia del tango, que evocan el ayer y el hoy. Visitas de las figuras actuales. Transformar el evento en un festival anual. Con un circuito tan-guero, que involucre a las siete localidades. En definitiva un hecho, que tiene una repercusión cultural, para nuestro distrito. Así cómo en todo el mundo, se destruyen los patrimonios históricos, poder pensar, proyectar y realizar, posibilidades de manifestaciones, que sostengan y perduren sobre temas cómo música, pinturas, artesa-nías, literatura y espacios dónde la ciudadanía pueda tener para desarrollar sus vocaciones personales, o inducidas por las autoridades vigentes de cada municipio.
Hay que reconocer que en el gobierno de la ciudad de Buenos Aires, crearon la universidad del tango, así cómo también citar a la subsecretaría de cultura de Malvinas Argentinas, que realizó veladas y shows de tangos en varias oportunidades. Tampoco podemos obviar, el mundial del tango, que se realiza en nuestro país.
Nace una estrella en Toulouse...“El 11 de diciembre de 1890,a la madrugada, en la maternidad de Saint Joseph de la Grave, de la ciudad de Toulouse (Francia), nace Charles Romuald Gardes, hijo de Berthe Gardes.
Madre e hijo llegan al puerto de Buenos Aires, el 10 de marzo de 1893, instalándose ambos, en una modesta pieza de un conventillo ubicado en Uruguay 162.
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