LUJAN, Marzo 26, (PUNTO CERO-El Civismo) El dato fue suministrado por la secretaria de Obras y Servicios Públicos quien el miércoles participó, junto a otros funcionarios y constructores, de una sesión extraordinaria del Concejo.
En estos días se estudian alternativas presentadas por las empresas para achicar el tiempo de obra, sin perjudicar la actividad comercial.
Los secretarios de Obras y Servicios Públicos, y Turismo, Cultura y Deportes, con sus equipos técnicos, representantes de las empresas Teximco y Cooperativa Eléctrica, además del Arq. Carlos Moreno y el director del Museo Udaondo, se presentaron el miércoles en el Concejo Deliberante, en el marco de una sesión extraordinaria convocada por el intendente Miguel Prince.
El encuentro respondió a reiterados pedidos de los concejales para conocer detalles del avance o, en todo caso, estancamiento, de la obra de la plaza Belgrano y sus alrededores.
En el marco de este sano ejercicio que el Departamento Ejecutivo suele ser reacio a realizar, los funcionarios y constructores respondieron preguntas de los ediles y, en el último tramo de la sesión, se trabajó en comisión, para así permitir que también los comerciantes y vecinos presentes en el recinto pudieran evacuar sus dudas.
Si bien estuvieron presentes el secretario de Turismo, Raúl Vilieri; el director de Servicios Sanitarios, Carlos Saraceno; el responsable de la obra, Eduardo Noutary; la representante de Teximco, Arq. Clarisa Salvo, y el director de Viviendas y Obras, Arq. Sebastián Politti, entre otros, la voz cantante y el ritmo de las explicaciones lo llevó la secretaria de Obras y Servicios Públicos, Arq. Isabel Otero, quien llegó minutos después de iniciada la sesión.
El dato saliente brindado por Otero está relacionado con los tiempos de obra, que dejaron de dividirse en tres etapas para pasar a sumar una más y que -según las estimaciones oficiales- estaría lista en febrero de 2007, siempre y cuando se apruebe un nuevo plan de obra y no se registren demasiadas lluvias.
Concretamente, se explicó que la lluvia demoró varios días los planes vigentes y que las tareas realizadas hasta el momento por la Cooperativa Eléctrica no se pudieron coordinar con otros trabajos en paralelo. "Por ejemplo, la semana pasada llovió y hasta hoy (miércoles) no hubo piso para que entren las máquinas", indicó Otero.
Ante la insistencia del vecinalista Héctor Melo por conocer los nuevos plazos de obra, la secretaria dijo que "a todos nos preocupa un montón la extensión del plazo, sobre todo a la empresa que si pierde tiempo, pierde plata".
Con el objetivo de acortar los meses de la construcción, Otero comentó que las empresas presentaron al gobierno un nuevo plan de tareas que contempla trabajar durante los fines de semana en la colocación del pórfido patagónico que recubrirá a gran parte de las veredas.
"Caso contrario, se puede hacer algo que no sé si sería del agrado de los concejales y de los comerciantes. Se cerca toda la plaza y se trabaja en la obra desde varios frentes, pero hasta ahora eso no se quiso hacer. La modalidad de trabajo actual responde al sentido de poder usar la plaza en su actividad comercial durante toda la ejecución de la obra", planteó la funcionaria.
En estos días se estudia la posibilidad de permitir el trabajo los fines de semana, una de las salidas para que la plaza esté remodelada, por lo menos, para febrero del año próximo.
También se insistió en conocer los detalles de la reubicación provisoria y permanente de los vendedores de la plaza y sus adyacencias, pero Vilieri nunca aportó datos concretos.
"La plaza tendrá distintas características y será más amplia, y esto implica crear un nuevo orden, por lo tanto habrá reubicaciones", señaló el secretario, sin mayores precisiones.
LOS MATERIALES ESTÁN
Por su parte, Otero enumeró los pagos realizados hasta el momento, la mayoría de ellos destinados al acopio de materiales, maniobra que le permite al gobierno local asegurar que tendrá los elementos básicos para realizar la totalidad de la obra licitada.
Sin embargo, desde la bancada radical se realizó una cuenta rápida y los concejales Manuel Silva y Liliana Molina notaron que se efectivizaron pagos de 3.300.000 pesos, cuando en los ingresos conocidos hasta el momento sólo figuran 1.000.000 pesos. "¿Con qué se pagó el resto?", preguntó Silva.
La secretaria indicó que llegó ese millón de pesos, pero también se recibió la totalidad del dinero comprometido por el gobierno nacional; es decir, 2.750.000 pesos.
A pesar de la conformidad de los bloques con la nutrida presencia de funcionarios y constructores para brindar detalles, Silva se refirió a la falta de explicaciones oficiales durante casi un año, cuando se sancionó la primera norma en la que se pedían explicaciones.
Los planteos de Silva llevaron a Otero a admitir que "en lo formal, no en lo informal, puede ser que se haya presentado en el Concejo con sólo tres días de margen para su estudio". No obstante ello, cabe indicar que muchas de las explicaciones dadas el miércoles ya se habían ofrecido en distintas charlas informativas realizadas en el Museo de Bellas Artes y en el Edificio de la Cúpula.
Otro de los temas que preocupaba a concejales, comerciantes y vecinos también fue respondido: los árboles de la plaza.
En tal sentido, se indicó que en un sector de la plaza se colocarán 11 jacarandaes y que en el sector más cercano a los monumentos y el Cabildo quedará sólo el ombú. Sobre el lateral de la calle 9 de Julio, se preservarán las especies actuales, aunque no se descarta intervenir en aquellos árboles que no presenten un buen estado.
Cuando se habló de este punto en especial, el que habló desde la barra fue el Arq. Roberto Grin, director del Museo Udaondo, quien defendió el concepto arquitectónico de la "plaza seca".Acerca de los restos de los trastornos que genera la obra, muchos de los cuales fueron incluidos en el pedido de informe que redactó el bloque justicialista, fueron detalles pero todos dentro del presunto "marco de normalidad de cualquier obra". (PUNTO CERO-El Civismo).
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