LUJAN, Abril 23, (PUNTO CERO-El Civismo) La entidad recibe partidas de sillas de ruedas y las entrega a personas que no pueden acceder a ellas por otras vías.
Las sillas son nuevas y no hay plazo de devolución a la entidad.
La diputada nacional Graciela Rosso posibilita esta iniciativa solidaria.
El Club Argentino de Servicios (CAS) desde marzo entrega sillas de ruedas. La iniciativa que está llevando a cabo la entidad benéfica sin fines de lucro es posible gracias a la colaboración de la diputada nacional Graciela Rosso que eligió al CAS como institución receptora y a su vez encargada de entregarla a personas que no pueden acceder a la misma por otras vías.
Hasta el momento llevan entregada una partida de siete sillas y por estos días el presidente del CAS, Hernán Mosca, esperaba la llegada de otra partida para ser distribuida a vecinos que se encuentren postrados o con dificultades de movilidad.
El material rodante es nuevo, sin uso previo, fabricada en aluminio que la hace liviana, plegadizas y quien la reciba no debe devolverla luego de un determinado plazo en el tiempo, como suele ocurrir en los casos en que interviene una obra social.
La confianza es un valor fundamental en el CAS. Por tal motivo, quien tenga la real necesidad de recibir una silla de rueda deberá ponerse en contacto con alguno de los integrantes de la institución. “Todo tiene que ser con un poco de confianza y buena voluntad. El integrante de nuestro club conoce a alguien o le hacen el pedido, expande la noticia, nos ponemos en contactos con la persona y le damos la silla. Todo es confianza porque si no algunas personas pueden usar la silla para otros fines y nosotros no queremos que suceda eso”, dijo el presidente Hernán Mosca.
“La Dra. Rosso fue, de alguna manera, quien se hizo eco y a través de Cancillería consiguió las partidas de sillas ruedas”, agregó.
El actual vicepresidente y futuro presidente en 2008 del Club Argentino de Servicios añadió: “Se le entrega a personas que la necesite. Se le pide algunos datos pero todo es de palabra, de buena voluntad y más que está la institución de por medio y la diputada Rosso por detrás”.
Susana Barbosa, secretaria de actas del CAS, definió la campaña solidaria como “una obra de bien” en la que “no hay banderías políticas porque a nadie se le pide nada a cambio, excepto una historia clínica que avale a la persona como receptora de una silla de ruedas, fotocopia del DNI y otros datos como el peso y la talla. Esto es transparente y no se hace a cambio de un voto”.
En el CAS informaron que esta iniciativa daría lugar a la conformación de un banco ortopédico dirigido desde la institución.
Otras obras
Conocido hasta 1982 como Club de Leones, el Club Argentino de Servicio cambió de nombre a partir de la Guerra de Malvinas.
Si bien suele ser confundido con el Club Argentino que tiene su sede en la calle Colón, el CAS se encuentra ubicado en Mitre al 400 y se asemeja en algunos aspectos a los rotaras.
En la década del 80 construyó las rampas en algunas esquinas del centro de la ciudad y a pesar del paso de los años todavía perdura el logo en algunas de las barandas y también hizo la obra del Centro de Atención del barrio Ameghino.
En 2006 hizo donaciones en escuelas como la 22, de Granaderos, que fue blanco de un robo y hace unas semanas recolectaron y enviaron ropa para los inundados de la provincia de Santa Fe, como así también para vecinos carenciados de este distrito.
Ahora planean organizar para fin de año el premio “Juan Bautista Alberdi” a los mejores alumnos que se destaquen en la materia “Civismo” o lo que se conoció, según la época, gobierno de turno y planes educativos implementado como: “Educación democrática”, “Formación Moral y Cívica”, “Estudio de la Realidad Social Argentina (ERSA)”, “Instrucción Cívica” o “Formación Ética y Ciudadana”.
Las sillas son nuevas y no hay plazo de devolución a la entidad.
La diputada nacional Graciela Rosso posibilita esta iniciativa solidaria.
El Club Argentino de Servicios (CAS) desde marzo entrega sillas de ruedas. La iniciativa que está llevando a cabo la entidad benéfica sin fines de lucro es posible gracias a la colaboración de la diputada nacional Graciela Rosso que eligió al CAS como institución receptora y a su vez encargada de entregarla a personas que no pueden acceder a la misma por otras vías.
Hasta el momento llevan entregada una partida de siete sillas y por estos días el presidente del CAS, Hernán Mosca, esperaba la llegada de otra partida para ser distribuida a vecinos que se encuentren postrados o con dificultades de movilidad.
El material rodante es nuevo, sin uso previo, fabricada en aluminio que la hace liviana, plegadizas y quien la reciba no debe devolverla luego de un determinado plazo en el tiempo, como suele ocurrir en los casos en que interviene una obra social.
La confianza es un valor fundamental en el CAS. Por tal motivo, quien tenga la real necesidad de recibir una silla de rueda deberá ponerse en contacto con alguno de los integrantes de la institución. “Todo tiene que ser con un poco de confianza y buena voluntad. El integrante de nuestro club conoce a alguien o le hacen el pedido, expande la noticia, nos ponemos en contactos con la persona y le damos la silla. Todo es confianza porque si no algunas personas pueden usar la silla para otros fines y nosotros no queremos que suceda eso”, dijo el presidente Hernán Mosca.
“La Dra. Rosso fue, de alguna manera, quien se hizo eco y a través de Cancillería consiguió las partidas de sillas ruedas”, agregó.
El actual vicepresidente y futuro presidente en 2008 del Club Argentino de Servicios añadió: “Se le entrega a personas que la necesite. Se le pide algunos datos pero todo es de palabra, de buena voluntad y más que está la institución de por medio y la diputada Rosso por detrás”.
Susana Barbosa, secretaria de actas del CAS, definió la campaña solidaria como “una obra de bien” en la que “no hay banderías políticas porque a nadie se le pide nada a cambio, excepto una historia clínica que avale a la persona como receptora de una silla de ruedas, fotocopia del DNI y otros datos como el peso y la talla. Esto es transparente y no se hace a cambio de un voto”.
En el CAS informaron que esta iniciativa daría lugar a la conformación de un banco ortopédico dirigido desde la institución.
Otras obras
Conocido hasta 1982 como Club de Leones, el Club Argentino de Servicio cambió de nombre a partir de la Guerra de Malvinas.
Si bien suele ser confundido con el Club Argentino que tiene su sede en la calle Colón, el CAS se encuentra ubicado en Mitre al 400 y se asemeja en algunos aspectos a los rotaras.
En la década del 80 construyó las rampas en algunas esquinas del centro de la ciudad y a pesar del paso de los años todavía perdura el logo en algunas de las barandas y también hizo la obra del Centro de Atención del barrio Ameghino.
En 2006 hizo donaciones en escuelas como la 22, de Granaderos, que fue blanco de un robo y hace unas semanas recolectaron y enviaron ropa para los inundados de la provincia de Santa Fe, como así también para vecinos carenciados de este distrito.
Ahora planean organizar para fin de año el premio “Juan Bautista Alberdi” a los mejores alumnos que se destaquen en la materia “Civismo” o lo que se conoció, según la época, gobierno de turno y planes educativos implementado como: “Educación democrática”, “Formación Moral y Cívica”, “Estudio de la Realidad Social Argentina (ERSA)”, “Instrucción Cívica” o “Formación Ética y Ciudadana”.
“En este momento en la institución estamos canalizando el tema de las sillas de rueda, pero el CAS es mucho más que eso. La entrega de este premio es una asignación pendiente que tenemos”, comentó la secretaria de actas a este medio. (PUNTO CERO-El Civismo).
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