BUENOS AIRES, Mayo 11, (PUNTO CERO-La Política On Line) Con un tono liviano, como si el peso de aquellos imborrables días para toda la sociedad ya quedaran como parte del pasado, el ex presidente Eduardo Duhalde sigue urdiendo frases y definiciones que incomodan muy especialmente al gobierno nacional, que lo observa como un rival todavía en potencia, pese a su trillada frase de que ya esta retirado.
En un imperdible reportaje con el periodista de Clarín Julio Blanck en su programa televisivo, un Duhalde sereno, que por momentos se situaba en el lugar de analista y trataba de alejarse de la política coyuntural, confirmó que en unos meses adelantará a quien le entregará su voto para Octubre.
En un astuto juego de palabras, dijo que "falta que los candidato se confirmen", una forma de dejar entrever que si la candidata es Cristina Kirchner, hay pocas chances de que Duhalde le de su apoyo. Mucho más recordando la tuertísima campaña legislativa de 2005, y la falta de experiencia en gestión que el ex caudillo bonaerense le machaca cada vez que tiene un micrófono a la primera dama.
En el marco de la presentación del primer tomo de su libro de memorias, Duhalde parece mucho más sólido en su formación político-intelectual, no asi en el terreno económico, donde suele mascullar con las mismas frases. En lo otro, su percepción de la realidad parece cada vez más acertada.
"En un régimen presidencialista, la guerra por la sucesión es muy dura. Si yo le pedía al país un esfuerzo para salir adelante y me ponía como candidato, todos iban a entender que lo que estaba haciendo era por mí. Por eso desde el segundo día de mi gobierno dije que no sería candidato, que lo mio era una trancisión", apuntó con un excelente entendimiento de autores clásicos de los regimenes presidenciales como el italiano Giovanni Sartori, o el propio Pasquino.
Respecto a su distante relación con la primera dama adujo no tener un problema personal, pero consideró que en este tipo de régimen "la experiencia de gestión es fundamental" por lo cual Cristina Kirchner es "un experimento peligroso". "Fíjese, en Estados Unidos todos los presidentes pasaron antes por una gobernación. Estar sentado en un lugar donde se comandan las cosas es diferente a todo", cerró.
Por eso, dijo que en 2003 eligió a Kirchner como candidato a la presidencia y no a Roberto Lavagna, de quien sostuvo es un "excelente profesional" pero podría adolecer del mismo problema en falta de gestión que su potencial rival, la senadora santacruceña..
Por último, en su estilo informal interpretó que "el presidente es fundamental en cuanto a sus formas y sus modales, porque desde esa investidura se tiñe luego el resto de la administración pública". Una forma directa de acusar a Kirchner por la desrolijidad de funcionarios como Guillermo Moreno o Aníbal Fernández, siempre cercanos a ese estilo campechano y de guapeza que le gusta al presidente."Cuando uno esta en la cima del poder tiene que dar el ejemplo. Yo he conocido gente de la administración Clinton, y es gente correcta, educada.
En un imperdible reportaje con el periodista de Clarín Julio Blanck en su programa televisivo, un Duhalde sereno, que por momentos se situaba en el lugar de analista y trataba de alejarse de la política coyuntural, confirmó que en unos meses adelantará a quien le entregará su voto para Octubre.
En un astuto juego de palabras, dijo que "falta que los candidato se confirmen", una forma de dejar entrever que si la candidata es Cristina Kirchner, hay pocas chances de que Duhalde le de su apoyo. Mucho más recordando la tuertísima campaña legislativa de 2005, y la falta de experiencia en gestión que el ex caudillo bonaerense le machaca cada vez que tiene un micrófono a la primera dama.
En el marco de la presentación del primer tomo de su libro de memorias, Duhalde parece mucho más sólido en su formación político-intelectual, no asi en el terreno económico, donde suele mascullar con las mismas frases. En lo otro, su percepción de la realidad parece cada vez más acertada.
"En un régimen presidencialista, la guerra por la sucesión es muy dura. Si yo le pedía al país un esfuerzo para salir adelante y me ponía como candidato, todos iban a entender que lo que estaba haciendo era por mí. Por eso desde el segundo día de mi gobierno dije que no sería candidato, que lo mio era una trancisión", apuntó con un excelente entendimiento de autores clásicos de los regimenes presidenciales como el italiano Giovanni Sartori, o el propio Pasquino.
Respecto a su distante relación con la primera dama adujo no tener un problema personal, pero consideró que en este tipo de régimen "la experiencia de gestión es fundamental" por lo cual Cristina Kirchner es "un experimento peligroso". "Fíjese, en Estados Unidos todos los presidentes pasaron antes por una gobernación. Estar sentado en un lugar donde se comandan las cosas es diferente a todo", cerró.
Por eso, dijo que en 2003 eligió a Kirchner como candidato a la presidencia y no a Roberto Lavagna, de quien sostuvo es un "excelente profesional" pero podría adolecer del mismo problema en falta de gestión que su potencial rival, la senadora santacruceña..
Por último, en su estilo informal interpretó que "el presidente es fundamental en cuanto a sus formas y sus modales, porque desde esa investidura se tiñe luego el resto de la administración pública". Una forma directa de acusar a Kirchner por la desrolijidad de funcionarios como Guillermo Moreno o Aníbal Fernández, siempre cercanos a ese estilo campechano y de guapeza que le gusta al presidente."Cuando uno esta en la cima del poder tiene que dar el ejemplo. Yo he conocido gente de la administración Clinton, y es gente correcta, educada.
Y he estado con gente de la administración Bush, y son muy parecidos a lo que muestra ese presidente. No es cualquier cosa en estos regimenes ser el presidente de un país", agregó meticuloso en sus definiciones, pero sin sobresaltos ni alteraciones un Duhalde ya oficialmente reaparecido a la vida pública. (PUNTO CERO-La Política On Line).
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