GENERAL VILLEGAS, Febrero 24, (PUNTO CERO-Actualidad) La progresividad en la tasa vial debe ser el hito que marque un nuevo debate sobre los nuevos cambios en el desarrollo rural - local y su impacto en el crecimiento económico y social de nuestra región.
Con alegría y esperanza, ví cómo -desde el municipio- se pretendía cambiar la tasa vial al darle progresividad; generando, por lo menos, un cambio estructural adecuado a los nuevos tiempos, siendo el punta pie inicial para un debate pendiente en el seno de la sociedad villeguense. No sólo de los productores locales (que cada vez quedan menos) sino de toda la sociedad que inexorablemente debe involucrarse, ya que esta en peligro el tejido social de nuestro partido en el mediano y largo plazo.
¿Qué pasó y pasa con el uso de la tierra en esta nueva estructura productiva?
La falta de políticas de desarrollo rural adecuadas; el ingreso de nuevos actores en la cadena productiva -fundamentalmente los Grandes Grupos de Siembra de fuera del partido, Empresas Transnacionales que sin ningún tipo de control acceden al uso y tenencia de la tierra-; la pasividad de nuestra dirigencia local política, gremial y social ( y me incluyo): que vemos cómo se derrumba nuestra casa y no somos capaces de atajar un ladrillo; y la políticas nacionales y provinciales, a las que sólo les interesa el ingreso fiscal inmediato, han condicionado un estado de situación donde las consecuencias serán muy negativas para el desarrollo futuro de nuestras comunidades.
¿Qué pasa en otros países?
Argentina es el único caso en el mundo que no hay ningún tipo de control, aún con las mejores tierras, paisajes y territorios estratégicos del planeta.
EEUU y la Unión Europea -por nombrar dos regiones indiscutiblemente importantes- tienen un control intensivo en sus territorios. Los doce estados agrícolas más importantes de EEUU tienen leyes anticorporativas (en Oklahoma ya cumplió 100 años la primer ley) y otros, como Nebraska, en su Constitución expresan ·”Sec.8.(1) 1- Ninguna corporación o compañía obtendrá un interés (lucro) sea legal, beneficioso o a cualquier título de las propiedades inmobiliarias usadas para cultivo o ganadería en este estado”
Es decir, no permite ni la propiedad ni el uso de la tierra por corporaciones. Sólo permite tenencia y uso por productores.
En Europa ni hablar del desarrollo rural y el apoyo a la Multifuncionalidad de la Agricultura. Aún países como el nuestro, como Brasil, Chile, México, tienen controles estrictos en el uso y tenencia de la tierra.
Sin llegar a pretender aplicar en su totalidad estos principios desarrollados y descartando las reformas agrarias de mitad del siglo XX en países comunistas; creo que se impone un debate para sostener las economías locales e incentivar una “agricultura con agricultores” en nuestra región, apostando al tan mencionado desarrollo local.
¿Cuál era la situación en el territorio de Villegas?
Villegas fue y es el 4to. Partido – en territorio- de la provincia, cuya producción era mixta (agrícola-ganadera) sus pueblos se desarrollaron a partir del ferrocarril, de los inmigrantes que poblaron la zona y de las estancias. Los dueños y/o los chacareros que explotaban la tierra vivían en la región; y aunque había varias estancias de origen familiar, sus dueños alquilaban a los chacareros o vivían por períodos en el campo y luego se fueron subdividiendo por una cuestión de herencia. Todo el mundo trabajaba, y se desarrollaron pueblos y ciudades pujantes en torno al agro. Se crearon fábricas de lácteos, molinos y una estructura comercial agro dependiente que le daba valor agregado a la producción. Como ejemplo, podría decir que nací y me crié en una estancia que llego a tener 500 empleados y hoy apenas hay uno.
La atención del municipio era predominantemente de servicios urbanos y rurales. En este último caso, se nutría financieramente de la tasa vial que no sólo era afectada a la atención de caminos sino a otros servicios que debió agregar el municipio: salud, atención social, etc.
¿Qué pasa actualmente con una nueva estructura productiva?
Con la agriculturización -por no decir “sojización”- y la falta de políticas de desarrollo local, el municipio debió adicionar aún más funciones; ya que el impacto de la falta de crecimiento local deteriora el ingreso social.
Los recursos se refuerzan con una baja coparticipación impositiva -pero que ayuda, al fin-; o bien, de acuerdo al gobierno de turno, con apoyos nacionales y/o provinciales que dependen más de los vínculos y amistades que de la justicia y equidad en el reparto. Ante ello, los esfuerzos de un desarrollo local ordenado y estable se tornan muy difíciles.
De un territorio cuya base era la agricultura, la ganadería y el tambo se paso a una estructura fundamentalmente de base agrícola. La ganadería perdió en los últimos años casi un 50% de su stock, sobre todo en las grandes explotaciones. Los chicos mantienen aún su apego a la ganadería como si fuera una religión. A los tambos les es muy difícil competir con la agricultura, quedando en general tambos grandes con mucha tecnología, a la que al pequeño productor no le es fácil acceder.
El ingreso de inversores extraterritoriales agravó más la situación. Ya sean los capitales foráneos que han realizado compras de campo o los grandes grupos de siembra, que arriendan campos a valores altos que le permite la escala y con no muy claros orígenes del dinero. Al decir de Anselmo Branvilla: “alquilan el campo, levantan la cosecha y se la llevan, sin tributar por ello ni en la provincia ni en el municipio”.
Podríamos aseverar, sin temor a equivocarnos, que la producción agrícola es la mayor del país con origen en un municipio; supera seguramente los 300 millones de pesos (distintos trabajos así lo aseguran). Solamente por retenciones se aportan cerca de 100 millones, no son coparticipables y es muy poco lo que queda en el partido.
¿Quiénes siembran?
Fundamentalmente -en un 70%- grandes grupos económicos a través de pools, empresas transnacionales que adquieren y alquilan cada año más campos en la zona y proveedores de insumos; el resto -un 30%- grupos locales de siembra, contratistas y algunos productores solos o asociados.
¿Qué deberíamos debatir en nuestra región?
¿Cuál es el modelo de municipio que queremos? ¿Queremos un municipio pasivo, dejado a las leyes absolutas del mercado, sin ningún tipo de propuesta y que con el tiempo nuestros hijos emigren y nuestros pueblos sean geriátricos? ¿O queremos un municipio progresista, que de cabida a todos sus habitantes, que de mano de obra local, que la producción generada por sus habitantes esparza sus frutos en la región, que nuestros hijos no emigren? Es decir, que tome un rol activo en su destino, con participación de su gente.
¿Qué es un rol activo? Es un gran esfuerzo en todos los niveles municipales, provinciales, nacionales y privados para que se apoye, legisle, invierta, etc. Para favorecer el desarrollo local liderado por el municipio, con la participación de todos los sectores. Es un proceso de redistribución de la riqueza en quienes vivimos en el partido; pero con la ventaja de que, al ser local, el control social de los procesos es más cercano, auditable y transparente.
Por lo expresado, estamos de acuerdo en que el municipio abra el debate con la participación de todos los representantes sociales y no sólo con los dirigentes agrarios -que en muchos casos no tienen ni domicilio en Villegas, ni les interesa el desarrollo del partido-.
Continuara…
Dr.Carlos Jorge Gonzalez-
Con alegría y esperanza, ví cómo -desde el municipio- se pretendía cambiar la tasa vial al darle progresividad; generando, por lo menos, un cambio estructural adecuado a los nuevos tiempos, siendo el punta pie inicial para un debate pendiente en el seno de la sociedad villeguense. No sólo de los productores locales (que cada vez quedan menos) sino de toda la sociedad que inexorablemente debe involucrarse, ya que esta en peligro el tejido social de nuestro partido en el mediano y largo plazo.
¿Qué pasó y pasa con el uso de la tierra en esta nueva estructura productiva?
La falta de políticas de desarrollo rural adecuadas; el ingreso de nuevos actores en la cadena productiva -fundamentalmente los Grandes Grupos de Siembra de fuera del partido, Empresas Transnacionales que sin ningún tipo de control acceden al uso y tenencia de la tierra-; la pasividad de nuestra dirigencia local política, gremial y social ( y me incluyo): que vemos cómo se derrumba nuestra casa y no somos capaces de atajar un ladrillo; y la políticas nacionales y provinciales, a las que sólo les interesa el ingreso fiscal inmediato, han condicionado un estado de situación donde las consecuencias serán muy negativas para el desarrollo futuro de nuestras comunidades.
¿Qué pasa en otros países?
Argentina es el único caso en el mundo que no hay ningún tipo de control, aún con las mejores tierras, paisajes y territorios estratégicos del planeta.
EEUU y la Unión Europea -por nombrar dos regiones indiscutiblemente importantes- tienen un control intensivo en sus territorios. Los doce estados agrícolas más importantes de EEUU tienen leyes anticorporativas (en Oklahoma ya cumplió 100 años la primer ley) y otros, como Nebraska, en su Constitución expresan ·”Sec.8.(1) 1- Ninguna corporación o compañía obtendrá un interés (lucro) sea legal, beneficioso o a cualquier título de las propiedades inmobiliarias usadas para cultivo o ganadería en este estado”
Es decir, no permite ni la propiedad ni el uso de la tierra por corporaciones. Sólo permite tenencia y uso por productores.
En Europa ni hablar del desarrollo rural y el apoyo a la Multifuncionalidad de la Agricultura. Aún países como el nuestro, como Brasil, Chile, México, tienen controles estrictos en el uso y tenencia de la tierra.
Sin llegar a pretender aplicar en su totalidad estos principios desarrollados y descartando las reformas agrarias de mitad del siglo XX en países comunistas; creo que se impone un debate para sostener las economías locales e incentivar una “agricultura con agricultores” en nuestra región, apostando al tan mencionado desarrollo local.
¿Cuál era la situación en el territorio de Villegas?
Villegas fue y es el 4to. Partido – en territorio- de la provincia, cuya producción era mixta (agrícola-ganadera) sus pueblos se desarrollaron a partir del ferrocarril, de los inmigrantes que poblaron la zona y de las estancias. Los dueños y/o los chacareros que explotaban la tierra vivían en la región; y aunque había varias estancias de origen familiar, sus dueños alquilaban a los chacareros o vivían por períodos en el campo y luego se fueron subdividiendo por una cuestión de herencia. Todo el mundo trabajaba, y se desarrollaron pueblos y ciudades pujantes en torno al agro. Se crearon fábricas de lácteos, molinos y una estructura comercial agro dependiente que le daba valor agregado a la producción. Como ejemplo, podría decir que nací y me crié en una estancia que llego a tener 500 empleados y hoy apenas hay uno.
La atención del municipio era predominantemente de servicios urbanos y rurales. En este último caso, se nutría financieramente de la tasa vial que no sólo era afectada a la atención de caminos sino a otros servicios que debió agregar el municipio: salud, atención social, etc.
¿Qué pasa actualmente con una nueva estructura productiva?
Con la agriculturización -por no decir “sojización”- y la falta de políticas de desarrollo local, el municipio debió adicionar aún más funciones; ya que el impacto de la falta de crecimiento local deteriora el ingreso social.
Los recursos se refuerzan con una baja coparticipación impositiva -pero que ayuda, al fin-; o bien, de acuerdo al gobierno de turno, con apoyos nacionales y/o provinciales que dependen más de los vínculos y amistades que de la justicia y equidad en el reparto. Ante ello, los esfuerzos de un desarrollo local ordenado y estable se tornan muy difíciles.
De un territorio cuya base era la agricultura, la ganadería y el tambo se paso a una estructura fundamentalmente de base agrícola. La ganadería perdió en los últimos años casi un 50% de su stock, sobre todo en las grandes explotaciones. Los chicos mantienen aún su apego a la ganadería como si fuera una religión. A los tambos les es muy difícil competir con la agricultura, quedando en general tambos grandes con mucha tecnología, a la que al pequeño productor no le es fácil acceder.
El ingreso de inversores extraterritoriales agravó más la situación. Ya sean los capitales foráneos que han realizado compras de campo o los grandes grupos de siembra, que arriendan campos a valores altos que le permite la escala y con no muy claros orígenes del dinero. Al decir de Anselmo Branvilla: “alquilan el campo, levantan la cosecha y se la llevan, sin tributar por ello ni en la provincia ni en el municipio”.
Podríamos aseverar, sin temor a equivocarnos, que la producción agrícola es la mayor del país con origen en un municipio; supera seguramente los 300 millones de pesos (distintos trabajos así lo aseguran). Solamente por retenciones se aportan cerca de 100 millones, no son coparticipables y es muy poco lo que queda en el partido.
¿Quiénes siembran?
Fundamentalmente -en un 70%- grandes grupos económicos a través de pools, empresas transnacionales que adquieren y alquilan cada año más campos en la zona y proveedores de insumos; el resto -un 30%- grupos locales de siembra, contratistas y algunos productores solos o asociados.
¿Qué deberíamos debatir en nuestra región?
¿Cuál es el modelo de municipio que queremos? ¿Queremos un municipio pasivo, dejado a las leyes absolutas del mercado, sin ningún tipo de propuesta y que con el tiempo nuestros hijos emigren y nuestros pueblos sean geriátricos? ¿O queremos un municipio progresista, que de cabida a todos sus habitantes, que de mano de obra local, que la producción generada por sus habitantes esparza sus frutos en la región, que nuestros hijos no emigren? Es decir, que tome un rol activo en su destino, con participación de su gente.
¿Qué es un rol activo? Es un gran esfuerzo en todos los niveles municipales, provinciales, nacionales y privados para que se apoye, legisle, invierta, etc. Para favorecer el desarrollo local liderado por el municipio, con la participación de todos los sectores. Es un proceso de redistribución de la riqueza en quienes vivimos en el partido; pero con la ventaja de que, al ser local, el control social de los procesos es más cercano, auditable y transparente.
Por lo expresado, estamos de acuerdo en que el municipio abra el debate con la participación de todos los representantes sociales y no sólo con los dirigentes agrarios -que en muchos casos no tienen ni domicilio en Villegas, ni les interesa el desarrollo del partido-.
Continuara…
Dr.Carlos Jorge Gonzalez-
DNI 4991864 (PUNTO CERO-Actualidad).
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