(La Política OnLIne). Desde que entró como ministro de Espacio Público, Diego Santilli empezó a ser la “niña mimada” de Macri y además es más escuchado cuando se debate de política. Quiere subir el perfil e intentar llegar lo mejor posicionado posible al 2011. Por su lado Larreta se queja del exceso de protagonismo del “colorado” y dice que quiere minarle su esperanza de ser jefe de gobierno. La pelea por los cargos de la cartera, las operaciones cruzadas y la historia de la nueva interna macrista.
La pelea por el gobierno porteño en 2011 sumó una nueva interna en el macrismo al ya harto conocido enfrentamiento entre el jefe de gabinete, Horacio Rodríguez Larreta, y la ex vicejefa Gabriela Michetti.
Desde el 10 de diciembre, y desde que asumió como ministro de Espacio Público, Diego Santilli es el tercero que se asoma lentamente para meterse en la batalla. Y, según revelaron a LPO fuentes cercanas a Mauricio Macri, el mismo jefe comunal habilitó a los tres a jugar en la carrera hacia la intendencia.
La idea de permitir a Santilli que se sume, con un prolijo trabajo de instalación en los medios de comunicación, responde a que en el entorno de Macri creen que la mejor forma de descomprimir un poco la histórica tensa situación entre Larreta y Michetti es que, justamente, exista un tercero que permita que los macristas no terminen polarizando su predilección política en la ciudad.
En este marco, la ex vicejefa se mantuvo afuera de la “mesa chica” de decisiones que tiene el macrismo y, a la vez, se sumó más activamente Santilli. Esto comenzó a generar roces, aún de forma elíptica, con Larreta.
Un legislador de paladar michettista lo define con una parábola familiar: “Horacio dejó de ser hijo único, ahora tiene que compartir el cuarto y los juguetes”.
Mientras tanto Macri comenzó a escuchar más las opiniones del “colorado”, quien no sólo habla de gestión como hacía su antecesor en Espacio Público, Juan Pablo Piccardo, sino que talla muy fuerte en lo político. “Es la nueva niña mimada del gobierno”, agrega el legislador del PRO.
En este contexto, parte de su estrategia para llegar lo mejor posicionado posible al 2011 es instalarse. Por ello Larreta está muy disgustado con el perfil que va tomando en la gestión. De hecho en las últimas fotos con acciones del Ejecutivo, como operativos contra el dengue, el jefe de gobierno acompañó al ex vicepresidente de la Legislatura. Para no ser menos, el mismo Larreta se había sumado la semana pasada. Cerca de Santilli piensan que al jefe de gabinete porteño no le gusta que le tomen tantas imágenes al ex legislador.
Un primer mensaje del malestar de Larreta se dio la semana pasada cuando, en medio de la discusión por un nuevo contrato para la recolección de residuos que está a cargo de Santilli, escribió por primera vez del tema en una columna de opinión para el diario Clarín. En el Ejecutivo dicen que el jefe de gabinete quiere meterse en la negociación del contrato que asciende a $1.050 millones y que vence en febrero.
Rodríguez Larreta sabe que con la gestión logró un alto nivel de conocimiento, a diferencia del “colorado”. Sin embargo no logra traducirlo, al menos por ahora, en votos; mientras que el techo de Santilli podría ser más alto.
Un dirigente del PRO que trabaja en Bolívar I, analizando la interna, lanza que el ex legislador está construyendo “a ver hasta dónde llega y de ahí negociar en 2011.
La fuente agrega que, en rigor, si bien todavía no hubo ninguna pelea pública, el contrapeso que tenía el jefe de gabinete con Michetti ahora no se da. Es que su capital político para ser candidato en reemplazo de Macri era la suma de la política más la gestión. Y, en este plano, Santilli puede aportar exactamente lo mismo.
Un dato alienta este cuadro de situación: cuando fue el cierre de listas de 2009 una de las posibilidades que lanzaron los macristas fue que Larreta sea primero en la boleta a legisladores, con lo cual se haría cargo del control de la Legislatura, y dejara su lugar para el “colorado”.
¿Cómo juega Michetti a todo esto? Luego de medio año recluida y sin participar de la “mesa chica” del macrismo, seguirá con su plan para ser jefa de gobierno y buscará no meterse en esta interna.
Pero un dato no menor podría cambiar esto: Santilli construyó una relación personal con la ahora diputada nacional e inclusive le “cuidó” a muchos de sus legisladores y asesores cuando estaba al frente de la Legislatura.
Los cargos en Espacio Público
La batalla interna con Larreta también se juega en el ministerio de Espacio Público. Es que allí el jefe de gabinete logró que el subsecretario de Espacio Público, Eduardo Villar, se quede en su cargo a pesar de que poco tiene que ver con el titular de la cartera.
“El colo está laburando con dos escarbadientes ahí pero como es políticamente correcto, los maneja como empleados pero es cierto que en la estructura orgánica no tiene casi nada”, opina ante una consulta de LPO un legislador macrista ex Recrear.
El único funcionario de su íntima confianza que logró colocar, justamente en la subsecretaria de Higiene Urbana que tiene a su cargo el contrato de basura, es Fernando “el turco” Elías, ex director de la Corporación Puerto Madero.
Si bien todavía no entró en una fase superior, Larreta colabora para el malestar que reina en Espacio Público en lo que refiere, por ejemplo, a direcciones generales. Por ejemplo, un rumor que corrió la semana es que el Director de Espacios Verdes, jaqueado por la deuda que mantiene el gobierno con las empresas, analiza renunciar para ser director del CGP 14 que administra Gabriela Seijo, quien se iría como directora de la comisión de Espacio Público que presidirá, justamente, el legislador Patricio Di Stéfano, quien tributa al jefe de gabinete.
Lo cierto es que quienes conocen a Santilli creen que una vez que pase el verano, es decir para marzo o abril, comenzará a hacer rodar cabezas del ministerio para colocar a su gente de confianza. Además de las dos subsecretarias que no controla, también tendría los días contados el insólito vendedor de galletitas y cosméticos, Fabián Baló, quien se desempeña como director de Arbolado, Claro que enfrente ya sabe que estará Larreta.
La pelea por el gobierno porteño en 2011 sumó una nueva interna en el macrismo al ya harto conocido enfrentamiento entre el jefe de gabinete, Horacio Rodríguez Larreta, y la ex vicejefa Gabriela Michetti.
Desde el 10 de diciembre, y desde que asumió como ministro de Espacio Público, Diego Santilli es el tercero que se asoma lentamente para meterse en la batalla. Y, según revelaron a LPO fuentes cercanas a Mauricio Macri, el mismo jefe comunal habilitó a los tres a jugar en la carrera hacia la intendencia.
La idea de permitir a Santilli que se sume, con un prolijo trabajo de instalación en los medios de comunicación, responde a que en el entorno de Macri creen que la mejor forma de descomprimir un poco la histórica tensa situación entre Larreta y Michetti es que, justamente, exista un tercero que permita que los macristas no terminen polarizando su predilección política en la ciudad.
En este marco, la ex vicejefa se mantuvo afuera de la “mesa chica” de decisiones que tiene el macrismo y, a la vez, se sumó más activamente Santilli. Esto comenzó a generar roces, aún de forma elíptica, con Larreta.
Un legislador de paladar michettista lo define con una parábola familiar: “Horacio dejó de ser hijo único, ahora tiene que compartir el cuarto y los juguetes”.
Mientras tanto Macri comenzó a escuchar más las opiniones del “colorado”, quien no sólo habla de gestión como hacía su antecesor en Espacio Público, Juan Pablo Piccardo, sino que talla muy fuerte en lo político. “Es la nueva niña mimada del gobierno”, agrega el legislador del PRO.
En este contexto, parte de su estrategia para llegar lo mejor posicionado posible al 2011 es instalarse. Por ello Larreta está muy disgustado con el perfil que va tomando en la gestión. De hecho en las últimas fotos con acciones del Ejecutivo, como operativos contra el dengue, el jefe de gobierno acompañó al ex vicepresidente de la Legislatura. Para no ser menos, el mismo Larreta se había sumado la semana pasada. Cerca de Santilli piensan que al jefe de gabinete porteño no le gusta que le tomen tantas imágenes al ex legislador.
Un primer mensaje del malestar de Larreta se dio la semana pasada cuando, en medio de la discusión por un nuevo contrato para la recolección de residuos que está a cargo de Santilli, escribió por primera vez del tema en una columna de opinión para el diario Clarín. En el Ejecutivo dicen que el jefe de gabinete quiere meterse en la negociación del contrato que asciende a $1.050 millones y que vence en febrero.
Rodríguez Larreta sabe que con la gestión logró un alto nivel de conocimiento, a diferencia del “colorado”. Sin embargo no logra traducirlo, al menos por ahora, en votos; mientras que el techo de Santilli podría ser más alto.
Un dirigente del PRO que trabaja en Bolívar I, analizando la interna, lanza que el ex legislador está construyendo “a ver hasta dónde llega y de ahí negociar en 2011.
La fuente agrega que, en rigor, si bien todavía no hubo ninguna pelea pública, el contrapeso que tenía el jefe de gabinete con Michetti ahora no se da. Es que su capital político para ser candidato en reemplazo de Macri era la suma de la política más la gestión. Y, en este plano, Santilli puede aportar exactamente lo mismo.
Un dato alienta este cuadro de situación: cuando fue el cierre de listas de 2009 una de las posibilidades que lanzaron los macristas fue que Larreta sea primero en la boleta a legisladores, con lo cual se haría cargo del control de la Legislatura, y dejara su lugar para el “colorado”.
¿Cómo juega Michetti a todo esto? Luego de medio año recluida y sin participar de la “mesa chica” del macrismo, seguirá con su plan para ser jefa de gobierno y buscará no meterse en esta interna.
Pero un dato no menor podría cambiar esto: Santilli construyó una relación personal con la ahora diputada nacional e inclusive le “cuidó” a muchos de sus legisladores y asesores cuando estaba al frente de la Legislatura.
Los cargos en Espacio Público
La batalla interna con Larreta también se juega en el ministerio de Espacio Público. Es que allí el jefe de gabinete logró que el subsecretario de Espacio Público, Eduardo Villar, se quede en su cargo a pesar de que poco tiene que ver con el titular de la cartera.
“El colo está laburando con dos escarbadientes ahí pero como es políticamente correcto, los maneja como empleados pero es cierto que en la estructura orgánica no tiene casi nada”, opina ante una consulta de LPO un legislador macrista ex Recrear.
El único funcionario de su íntima confianza que logró colocar, justamente en la subsecretaria de Higiene Urbana que tiene a su cargo el contrato de basura, es Fernando “el turco” Elías, ex director de la Corporación Puerto Madero.
Si bien todavía no entró en una fase superior, Larreta colabora para el malestar que reina en Espacio Público en lo que refiere, por ejemplo, a direcciones generales. Por ejemplo, un rumor que corrió la semana es que el Director de Espacios Verdes, jaqueado por la deuda que mantiene el gobierno con las empresas, analiza renunciar para ser director del CGP 14 que administra Gabriela Seijo, quien se iría como directora de la comisión de Espacio Público que presidirá, justamente, el legislador Patricio Di Stéfano, quien tributa al jefe de gabinete.
Lo cierto es que quienes conocen a Santilli creen que una vez que pase el verano, es decir para marzo o abril, comenzará a hacer rodar cabezas del ministerio para colocar a su gente de confianza. Además de las dos subsecretarias que no controla, también tendría los días contados el insólito vendedor de galletitas y cosméticos, Fabián Baló, quien se desempeña como director de Arbolado, Claro que enfrente ya sabe que estará Larreta.
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