(La Política OnLine). Es porque Ricardo Alfonsín está decidido a ir a Tribunales en caso de que la Junta Electoral del partido, dominada por Leopoldo Moreau, ratifique su decisión de permitirle votar a 60 mil afiliados que, según estableció la justicia electoral, comparten esa condición en otras fuerzas provinciales y locales. La lista de afiliados dobles supera los 100 mil, aunque sólo una parte fue excluida del padrón.
La elección para definir las nuevas autoridades del Comité Provincia de la UCR podría terminar dirimiéndose en Tribunales, si Ricardo Alfonsín, uno de los protagonistas de la contienda, insiste en impugnar la decisión de la Junta Electoral del partido de permitirle votar a 60 mil afiliados que, según determinó la justicia, también lo son de otras fuerzas provinciales y locales.
La resolución la tomó este viernes y se basó en que, por lo reciente, los implicados en la resolución judicial no podrían defenderse de la acusación. Alfonsín lo entendió como una maniobra para ensuciar los comicios y apeló la medida. Si la Junta, como se prevé, desestima su presentación, esta misma semana haría el reclamo ante la justicia electoral.
“Son 56 mil afiliados dobles en su mayoría de San isidro y Vicente López que la justicia cruzó con otros padrones e identificó que también integraban otras fuerzas. Es ilegal que voten y así lo vamos a plantear ante la justicia, que hasta tendría que actuar de oficio”, adelantó Miguel Bazze, candidato a presidir el Comité Provincia por la lista que tendrá a Ricardo Alfonsín como aspirante a delegado del Comité Nacional
La alusión a San Isidro y Vicente López no es casual. El intendente del primero de los distritos, Gustavo Posse, es candidato a delegado nacional por la nómina que postula también a Eduardo Santín como presidente del Comité, con el apoyo de los históricos Leopoldo Moreau y Federico Storani y de los cobistas de la provincia.
Este sector aspira volcar la interna a su favor con la diferencia que obtenga en el conurbano, sobre todo en la zona norte, donde la influencia de Posse y Moreau pesará, sobre todo porque el alfonsinismo casi no cuenta con dirigentes que puedan fiscalizar en esa zona.
De hecho, el conteo inicial de afiliados dobles superó los 100 mil, sólo que la primer tanda compartía afiliación con partidos nacionales y esa sí la Junta aceptó excluirla del padrón. Los alfonsinistas sospechas que los 56 mil con doble afiliación que sí quedaron habilitados son en su mayoría funcionales a la estrategia de los aliados.
Las sospechas surgen a partir de que se sabe que cuatro de los cinco integrantes de la Junta Electoral responden a Moraeu y Sotrani. Esto son el presidente, Gabino Tapia, el vicepresidente Héctor Fossa, el secretario Adalberto Penzo y el vocal Lucas Honores, primo del ex senador moroísta, Enrique Honores. Sólo el vocal Alberto Pieroni responde a Alfonsín y no firmó el viernes la polémica resolución.
La elección para definir las nuevas autoridades del Comité Provincia de la UCR podría terminar dirimiéndose en Tribunales, si Ricardo Alfonsín, uno de los protagonistas de la contienda, insiste en impugnar la decisión de la Junta Electoral del partido de permitirle votar a 60 mil afiliados que, según determinó la justicia, también lo son de otras fuerzas provinciales y locales.
La resolución la tomó este viernes y se basó en que, por lo reciente, los implicados en la resolución judicial no podrían defenderse de la acusación. Alfonsín lo entendió como una maniobra para ensuciar los comicios y apeló la medida. Si la Junta, como se prevé, desestima su presentación, esta misma semana haría el reclamo ante la justicia electoral.
“Son 56 mil afiliados dobles en su mayoría de San isidro y Vicente López que la justicia cruzó con otros padrones e identificó que también integraban otras fuerzas. Es ilegal que voten y así lo vamos a plantear ante la justicia, que hasta tendría que actuar de oficio”, adelantó Miguel Bazze, candidato a presidir el Comité Provincia por la lista que tendrá a Ricardo Alfonsín como aspirante a delegado del Comité Nacional
La alusión a San Isidro y Vicente López no es casual. El intendente del primero de los distritos, Gustavo Posse, es candidato a delegado nacional por la nómina que postula también a Eduardo Santín como presidente del Comité, con el apoyo de los históricos Leopoldo Moreau y Federico Storani y de los cobistas de la provincia.
Este sector aspira volcar la interna a su favor con la diferencia que obtenga en el conurbano, sobre todo en la zona norte, donde la influencia de Posse y Moreau pesará, sobre todo porque el alfonsinismo casi no cuenta con dirigentes que puedan fiscalizar en esa zona.
De hecho, el conteo inicial de afiliados dobles superó los 100 mil, sólo que la primer tanda compartía afiliación con partidos nacionales y esa sí la Junta aceptó excluirla del padrón. Los alfonsinistas sospechas que los 56 mil con doble afiliación que sí quedaron habilitados son en su mayoría funcionales a la estrategia de los aliados.
Las sospechas surgen a partir de que se sabe que cuatro de los cinco integrantes de la Junta Electoral responden a Moraeu y Sotrani. Esto son el presidente, Gabino Tapia, el vicepresidente Héctor Fossa, el secretario Adalberto Penzo y el vocal Lucas Honores, primo del ex senador moroísta, Enrique Honores. Sólo el vocal Alberto Pieroni responde a Alfonsín y no firmó el viernes la polémica resolución.
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