El Senador por la Provincia de Buenos Aires Santiago Nino (UCR), Presidente de la Comisión de Comercio Exterior, Mercosur y Política de Integración Regional de la Cámara de Senadores de la provincia de Buenos Aires presentó un pedido de informes al gobernador Scioli a fin de que conteste “Qué acciones ha llevado ante el Poder Ejecutivo Nacional, a fin de procurar que éste cese de inmediato la aplicación de las medidas tomadas por el Secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, que ordena a los supermercadistas que cumplan a rajatabla la orden de dejar de importar productos alimenticios que se elaboran en la Argentina. Lo que significa una medida unilateral e inconsulta, dado que es necesario que toda medida de política comercial interna y externa respete los criterios de los tratados internacionales de los que Argentina es parte, ya que es una regla necesaria para evitar represalias en el comercio mundial. Su incumplimiento seguramente redundará en un menoscabo de la credibilidad nacional, afectando gravemente el comercio exterior, perjudicando así severamente la actividad económica y el empleo de mano de obra en la Provincia de Buenos Aires”.
El legislador manifestó su sorpresa y estupor ante las noticias que indicaban que “La semana pasada, el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, ordenó que las góndolas de los supermercados argentinos sólo ofrecerán productos fabricados en el país. La restricción regirá para una larga lista de artículos. También ordenó al director de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat), que el Instituto Nacional de Alimentos (INAL), en lugar de entregar directamente certificados sanitarios a los importadores se los envíe a él. La medida comenzaría a regir para alimentos no frescos el 1° de junio; y como una política habitual de Moreno, la orden fue impartida en forma verbal y no quedó expresada por escrito a los responsables de comercio exterior de supermercados, empresas importadoras y del Anmat”. El senador adelantó que esta medida “inconsulta y ajena a las prácticas comerciales internacionales traería graves consecuencias para los exportadores de alimentos argentinos”.
Nino , con gran preocupación manifestó que la réplica internacional no se ha hecho esperar, dado que trascendió por los medios que “ La UE amenaza con represalias si Moreno frena importaciones. Los embajadores representantes de países europeos acordaron reunirse el próximo jueves para elaborar una respuesta conjunta del bloque a la decisión argentina de limitar la importación de alimentos elaborados, que en principio podría significar una advertencia diplomática a la Cancillería sobre las consecuencias de declarar una guerra comercial”.
Y agregó, “El malestar de los embajadores europeos es similar al que transmitieron autoridades brasileñas a la ministra de Industria y Turismo, Débora Gioirgi, por las trabas no escritas al comercio bilateral, que de un lado y otro de la frontera adjudican a la intervención de Moreno. El ministro brasileño de Desarrollo e Industria, llegó a expresar en público que se negaba a participar de reuniones con la presencia del secretario argentino de Comercio”. A esto se suma que “ la Copal (Coordinadora de Industrias de Productos Alimenticios) advirtió que están tomando conocimiento de pedidos de represalias en los países afectados, que podrían provocar una fuerte caída de actividad en las fábricas locales de alimentos, que el año pasado exportaron por un volumen de u$s 22.000 millones”.
El legislador manifestó su sorpresa y estupor ante las noticias que indicaban que “La semana pasada, el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, ordenó que las góndolas de los supermercados argentinos sólo ofrecerán productos fabricados en el país. La restricción regirá para una larga lista de artículos. También ordenó al director de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat), que el Instituto Nacional de Alimentos (INAL), en lugar de entregar directamente certificados sanitarios a los importadores se los envíe a él. La medida comenzaría a regir para alimentos no frescos el 1° de junio; y como una política habitual de Moreno, la orden fue impartida en forma verbal y no quedó expresada por escrito a los responsables de comercio exterior de supermercados, empresas importadoras y del Anmat”. El senador adelantó que esta medida “inconsulta y ajena a las prácticas comerciales internacionales traería graves consecuencias para los exportadores de alimentos argentinos”.
Nino , con gran preocupación manifestó que la réplica internacional no se ha hecho esperar, dado que trascendió por los medios que “ La UE amenaza con represalias si Moreno frena importaciones. Los embajadores representantes de países europeos acordaron reunirse el próximo jueves para elaborar una respuesta conjunta del bloque a la decisión argentina de limitar la importación de alimentos elaborados, que en principio podría significar una advertencia diplomática a la Cancillería sobre las consecuencias de declarar una guerra comercial”.
Y agregó, “El malestar de los embajadores europeos es similar al que transmitieron autoridades brasileñas a la ministra de Industria y Turismo, Débora Gioirgi, por las trabas no escritas al comercio bilateral, que de un lado y otro de la frontera adjudican a la intervención de Moreno. El ministro brasileño de Desarrollo e Industria, llegó a expresar en público que se negaba a participar de reuniones con la presencia del secretario argentino de Comercio”. A esto se suma que “ la Copal (Coordinadora de Industrias de Productos Alimenticios) advirtió que están tomando conocimiento de pedidos de represalias en los países afectados, que podrían provocar una fuerte caída de actividad en las fábricas locales de alimentos, que el año pasado exportaron por un volumen de u$s 22.000 millones”.
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