De acuerdo a lo establecido a la ley orgánica de los municipales (artículo 68, inciso 2), que indica que por propia determinación del HCD, abrirá sus sesiones ordinarias el 1ero de abril de cada año, esta mañana se realizó el acto en el que intendente, Joaquín de la Torre, dio por inaugurado el 17º período ordinario de sesiones. En su discurso, que duró más cuarenta minutos, el Intendente hizo un repaso por los puntos más fuertes de su gestión, reflexionó acerca del significado la vida política y la función de quienes la llevan adelante.
De la Torre comenzó explicando que los motivos para iniciar una vida abocada a la política están determinados por la intención de defender aquello que uno quiere y lo identifica. “Este amor por el pago chico, que es condición imprescindible para la política, tiene que ir acompañado de una gran confianza en uno mismo”, expresó.
Más adelante, se refirió a la función de la actividad privada y su relación con la actividad pública, indicando que la primera sólo podrá ser próspera y duradera si está acompañada por un Estado eficiente que le de el marco, la regule y la impulse. “La actividad pública y privada son inseparables, pero la pública tiene mayor responsabilidad porque es la que representa al todo”, puntualizó y luego amplió: “Hay que desterrar la idea de que lo público es trucho. El Estado debe ostentar los mejores, más eficientes y más transparentes recursos humanos y servicios públicos, justamente por eso, porque son públicos. Yo creo en un Estado que se hace cargo de los problemas de los vecinos, sean de la naturaleza que sean.
Por esto mismo, llevamos invirtiendo más de 20 millones de pesos en el Hospital Larcade, hemos construido 18 Centros de Atención Primaria y dos hospitales odontológicos y oftalmológicos, compramos 25 patrulleros municipales y pusimos límites a los rellenos sanitarios.Además, hemos transformado el centro comercial del distrito y hemos llevado a los barrios más humildes mejoras urbanas básicas. Todo ello, hoy nos hace sentir orgullosos de San Miguel”.
En cuanto a la función de la política en general, y del político en particular, el Intendente declaró que el bien común es elevar la calidad de vida de todos y que es esa justamente la enorme tarea del político: procurar incansablemente el bien de su comunidad, nunca bajar los brazos y tener la firme convicción de que es posible vivir mejor.
Llegando al final de su discurso, De la Torre definió las políticas de estado que buscarán establecer estándares de calidad de vida de los ciudadanos de San Miguel. Todas ellas buscarán hacer de este distrito una ciudad donde: “Se cuide y se tutelen los bienes de las personas; donde jamás se pierda de vista la dignidad de la persona humana; donde se impulse el progreso y se estimule la cultura del trabajo. Un San Miguel con permanente vocación para mejorar la calidad de vida de los vecinos, con un gobierno municipal fuerte, protagonista y que presente en la mesa donde se deciden los destinos de la provincia de Buenos Aires y de la República Argentina”.
Sobre este último punto, explicó que la idiosincrasia de nuestra comunidad, su nivel cultural, su historia, dimensiones y capacidad, marcan que San Miguel no puede volver a estar ausente en los lugares donde se debate el futuro de nuestro país. “Queremos aportar y sabemos cómo hacerlo. Por eso, nunca más debemos retroceder casilleros que nos alejen del lugar que este gran municipio se merece. Esa también es, y seguirá siendo, política de estado de esta administración”, concluyó.
De la Torre comenzó explicando que los motivos para iniciar una vida abocada a la política están determinados por la intención de defender aquello que uno quiere y lo identifica. “Este amor por el pago chico, que es condición imprescindible para la política, tiene que ir acompañado de una gran confianza en uno mismo”, expresó.
Más adelante, se refirió a la función de la actividad privada y su relación con la actividad pública, indicando que la primera sólo podrá ser próspera y duradera si está acompañada por un Estado eficiente que le de el marco, la regule y la impulse. “La actividad pública y privada son inseparables, pero la pública tiene mayor responsabilidad porque es la que representa al todo”, puntualizó y luego amplió: “Hay que desterrar la idea de que lo público es trucho. El Estado debe ostentar los mejores, más eficientes y más transparentes recursos humanos y servicios públicos, justamente por eso, porque son públicos. Yo creo en un Estado que se hace cargo de los problemas de los vecinos, sean de la naturaleza que sean.
Por esto mismo, llevamos invirtiendo más de 20 millones de pesos en el Hospital Larcade, hemos construido 18 Centros de Atención Primaria y dos hospitales odontológicos y oftalmológicos, compramos 25 patrulleros municipales y pusimos límites a los rellenos sanitarios.Además, hemos transformado el centro comercial del distrito y hemos llevado a los barrios más humildes mejoras urbanas básicas. Todo ello, hoy nos hace sentir orgullosos de San Miguel”.
En cuanto a la función de la política en general, y del político en particular, el Intendente declaró que el bien común es elevar la calidad de vida de todos y que es esa justamente la enorme tarea del político: procurar incansablemente el bien de su comunidad, nunca bajar los brazos y tener la firme convicción de que es posible vivir mejor.
Llegando al final de su discurso, De la Torre definió las políticas de estado que buscarán establecer estándares de calidad de vida de los ciudadanos de San Miguel. Todas ellas buscarán hacer de este distrito una ciudad donde: “Se cuide y se tutelen los bienes de las personas; donde jamás se pierda de vista la dignidad de la persona humana; donde se impulse el progreso y se estimule la cultura del trabajo. Un San Miguel con permanente vocación para mejorar la calidad de vida de los vecinos, con un gobierno municipal fuerte, protagonista y que presente en la mesa donde se deciden los destinos de la provincia de Buenos Aires y de la República Argentina”.
Sobre este último punto, explicó que la idiosincrasia de nuestra comunidad, su nivel cultural, su historia, dimensiones y capacidad, marcan que San Miguel no puede volver a estar ausente en los lugares donde se debate el futuro de nuestro país. “Queremos aportar y sabemos cómo hacerlo. Por eso, nunca más debemos retroceder casilleros que nos alejen del lugar que este gran municipio se merece. Esa también es, y seguirá siendo, política de estado de esta administración”, concluyó.
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