Cuando los trabajadores del Ceamse habían acatado la conciliación obligatoria, el gobierno de la Ciudad y el de la Provincia se sorprendieron con un paro de recicladores sociales que volvió a bloquear la entrada de los camiones de residuos a las plantas y recién se levantó esta tarde. Desde el gremio apuntan al Gobierno por querer generarle caos a Macri y Scioli.
El conflicto por la recolección de basura de esta semana envolvió a los principales actores de la política nacional: el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, la gestión de Daniel Scioli, los gremios cercanos a Hugo Moyano -tanto los recolectores como lso empleados del Ceamse- y ahora los recicladores sociales.
Aparentemente manejados por la Casa Rosada, estos últmos iniciaron anoche un paro cuando el gremio de recolectores había levando el suyo y el ingreso de los camiones a las plantas de la Ceamse estaba liberado.
La crisis de la basura comenzó el domingo por la noche, cuando los trabajadores del Ceamse iniciaron una protesta que paralizó la recolección de resudios en la Ciudad y en el Conurbano, que amanecieron repletas de bolsas de basura. Los gremialistas bloquearon el ingreso de camiones a las plantas de transferencia de residuos.
Los trabajadores expresaban dos preocupaciones: por un lado, rechazaban el proyecto de ley para la disolución de la CEAMSE hecho por los senadores provinciales Cristina Fioramonti y Alberto De Fazio porque, según ellos, no plantea ninguna alternativa. Y por otra parte, aseguraban que en abril no habrá lugar para enterrar una sola bolsa de basura más en la actual planta.
"Hace dos años que le planteamos a la Presidenta que necesitamos extender el CEAMSE a parte de los terrenos de Campo de Mayo, en por lo menos 140 hectáreas más. Y nunca obtuvimos respuesta. Si eso no se habilita, entonces vamos a entrar en una grave crisis ambiental", explicó a La Política OnLine el líder del gremio de Ceamse Jorge Mancini, que actualmente ocupa una secretaría en la CGT de Hugo Moyano.
Un día más tarde, los trabajadores acataron la conciliación obligatoria y levantaron la medida de fuerza. Lo anunciaron luego de la reunión que mantuvieron con el jefe de Gabinete bonaerense, Alberto Pérez, su par porteño, Horacio Rodríguez Larreta y el ministro macrista de Ambiente y Espacio público, Diego Santilli, en la sede del Banco Provincia.
Allí, según anunció Pérez, los funcionarios del gobierno de Mauricio Macri se comprometieron para que en septiembre entre en funcionamiento una planta que reducirá mil toneladas los residuos que llegan a los rellenos sanitarios ubicados en la Provincia de Buenos Aires.
"En esa misma reunión les avisé que me había llegado la información de que apenas levantemos la protesta, los recicladores sociales iban a volver a bloquear la entrada a las plantas", reveló Mancini. Y explicó: "No tengo ninguna duda de que son impulsados por el Gobierno Nacional. Con tal de generarle caos a Macri y Scioli son capaces de cualquier cosa".
Los reciclados sociales son unos 2000 vecinos que en medio de la crisis del 2001 ingresaban a los terrenos del Ceamse para buscar comida cuando los camiones de residuos vaciaban sus cargas. Cuando comenzó la recuperación económica, el Gobierno instaló en el Ceamse un "reciparque", en donde se armaron cooperativas integradas por aquellos que revolvían la basura para encontrar comida.
A las cooperativas se les armó unos galpones para que puedan trabajar, se les dieron planes Argentina Trabaja para que tengan un ingreso mínimo asegurado, y también se les subsidio el consumo de gas y agua. "Apenas levantamos el paros, ellos bloquearon las entradas diciendo que quieren un ingreso de 7.500 pesos. Está claro que es una medida política y oportunista", insistió Mancini.
Cuando este medio le consultó a Mancini si creía que esta medida de fuerza también intentaba "ensuciar" a su gremio por estar enrolado a la central obrera moyanista, contestó: "Si la Presidenta habilita la ampliación de 140 hectáreas al Ceamse yo renunció a la CGT de Moyano.
Por su parte, el ministro de Espacios Públicos porteño, Diego Santilli, anunció que el gobierno porteño realizó denuncias penales contra las cooperativas y aseguró que "la Justicia tendrá que ir a fondo para terminar" con las protestas, porque "corre riesgo la salubridad" de "14 millones de personas".
Se sumó además al planteo de Mancini: "La situación es complicada sanitariamente, no se puede entender esto. Claramente sospecho algo porque había una reunión entre la gente de la Provincia y la Ciudad a las 18, para seguir dialogando y mejorando sus condiciones de trabajo, de generación de recursos, de mejora de las plantas, y de repente una hora y media antes se corta la rueda que había empezado a funcionar".
Los cooperativistas finalmente levantaron la protesta, pero Santilli aclaró que serán necesrias 48 horas para retomar a la normalidad. "Levantamos el corte, porque entendemos que la población no puede estar tapada de basura, pero queremos que esto se instale en una agenda pública", sostuvo una vocera de los manifestantes. La Política OnLine.
El conflicto por la recolección de basura de esta semana envolvió a los principales actores de la política nacional: el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, la gestión de Daniel Scioli, los gremios cercanos a Hugo Moyano -tanto los recolectores como lso empleados del Ceamse- y ahora los recicladores sociales.
Aparentemente manejados por la Casa Rosada, estos últmos iniciaron anoche un paro cuando el gremio de recolectores había levando el suyo y el ingreso de los camiones a las plantas de la Ceamse estaba liberado.
La crisis de la basura comenzó el domingo por la noche, cuando los trabajadores del Ceamse iniciaron una protesta que paralizó la recolección de resudios en la Ciudad y en el Conurbano, que amanecieron repletas de bolsas de basura. Los gremialistas bloquearon el ingreso de camiones a las plantas de transferencia de residuos.
Los trabajadores expresaban dos preocupaciones: por un lado, rechazaban el proyecto de ley para la disolución de la CEAMSE hecho por los senadores provinciales Cristina Fioramonti y Alberto De Fazio porque, según ellos, no plantea ninguna alternativa. Y por otra parte, aseguraban que en abril no habrá lugar para enterrar una sola bolsa de basura más en la actual planta.
"Hace dos años que le planteamos a la Presidenta que necesitamos extender el CEAMSE a parte de los terrenos de Campo de Mayo, en por lo menos 140 hectáreas más. Y nunca obtuvimos respuesta. Si eso no se habilita, entonces vamos a entrar en una grave crisis ambiental", explicó a La Política OnLine el líder del gremio de Ceamse Jorge Mancini, que actualmente ocupa una secretaría en la CGT de Hugo Moyano.
Un día más tarde, los trabajadores acataron la conciliación obligatoria y levantaron la medida de fuerza. Lo anunciaron luego de la reunión que mantuvieron con el jefe de Gabinete bonaerense, Alberto Pérez, su par porteño, Horacio Rodríguez Larreta y el ministro macrista de Ambiente y Espacio público, Diego Santilli, en la sede del Banco Provincia.
Allí, según anunció Pérez, los funcionarios del gobierno de Mauricio Macri se comprometieron para que en septiembre entre en funcionamiento una planta que reducirá mil toneladas los residuos que llegan a los rellenos sanitarios ubicados en la Provincia de Buenos Aires.
"En esa misma reunión les avisé que me había llegado la información de que apenas levantemos la protesta, los recicladores sociales iban a volver a bloquear la entrada a las plantas", reveló Mancini. Y explicó: "No tengo ninguna duda de que son impulsados por el Gobierno Nacional. Con tal de generarle caos a Macri y Scioli son capaces de cualquier cosa".
Los reciclados sociales son unos 2000 vecinos que en medio de la crisis del 2001 ingresaban a los terrenos del Ceamse para buscar comida cuando los camiones de residuos vaciaban sus cargas. Cuando comenzó la recuperación económica, el Gobierno instaló en el Ceamse un "reciparque", en donde se armaron cooperativas integradas por aquellos que revolvían la basura para encontrar comida.
A las cooperativas se les armó unos galpones para que puedan trabajar, se les dieron planes Argentina Trabaja para que tengan un ingreso mínimo asegurado, y también se les subsidio el consumo de gas y agua. "Apenas levantamos el paros, ellos bloquearon las entradas diciendo que quieren un ingreso de 7.500 pesos. Está claro que es una medida política y oportunista", insistió Mancini.
Cuando este medio le consultó a Mancini si creía que esta medida de fuerza también intentaba "ensuciar" a su gremio por estar enrolado a la central obrera moyanista, contestó: "Si la Presidenta habilita la ampliación de 140 hectáreas al Ceamse yo renunció a la CGT de Moyano.
Por su parte, el ministro de Espacios Públicos porteño, Diego Santilli, anunció que el gobierno porteño realizó denuncias penales contra las cooperativas y aseguró que "la Justicia tendrá que ir a fondo para terminar" con las protestas, porque "corre riesgo la salubridad" de "14 millones de personas".
Se sumó además al planteo de Mancini: "La situación es complicada sanitariamente, no se puede entender esto. Claramente sospecho algo porque había una reunión entre la gente de la Provincia y la Ciudad a las 18, para seguir dialogando y mejorando sus condiciones de trabajo, de generación de recursos, de mejora de las plantas, y de repente una hora y media antes se corta la rueda que había empezado a funcionar".
Los cooperativistas finalmente levantaron la protesta, pero Santilli aclaró que serán necesrias 48 horas para retomar a la normalidad. "Levantamos el corte, porque entendemos que la población no puede estar tapada de basura, pero queremos que esto se instale en una agenda pública", sostuvo una vocera de los manifestantes. La Política OnLine.
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