Hay muchos mitos sobre los trastornos alimentarios. Conocer la verdad puede ayudarle, si es que usted tiene un desorden alimenticio o sospecha que un ser querido lo tiene.
Los trastornos alimenticios son condiciones en las que una persona exhibe actitudes y comportamientos hacia los alimentos poco saludables. Los trastornos alimenticios más comunes son la anorexia nerviosa, la bulimia y el trastorno por atracón. Las personas con estos trastornos tienen compulsiones hacia los alimentos que pueden llevar a que se mueran de hambre o coman cantidades anormalmente grandes de alimentos en un corto período de tiempo. Algunas personas incluso vomitan o usan laxantes para expulsar lo que han comido (purga).
Mitos de los trastornos alimenticios
1 – Sólo afectan a las mujeres
Es una creencia popular que los trastornos alimenticios sólo afectan a las mujeres. La verdad es que los desórdenes alimenticios se diagnostican en mujeres con mayor frecuencia que en hombres, pero los hombres son vulnerables a ellos también. De hecho, aproximadamente el 25 por ciento de los casos de anorexia infantil se diagnostican en niños varones.
Curiosamente, algunas investigaciones sugieren que un número igual de hombres y mujeres pueden estar afectados por algunos trastornos de la alimentación. Por ejemplo, algunos investigadores creen que las mujeres y los hombres desarrollan el trastorno por atracón en igual número. Esto puede conducir a la subestimación de los hombres con estas condiciones.
2 – No son enfermedades
A menudo, la gente piensa que las personas con trastornos de la alimentación están fingiendo o simplemente actuando en un esfuerzo por llamar la atención. Ellos creen que una persona con un desorden de la alimentación puede simplemente dejar sus conductas en cualquier momento.
Por desgracia, esto no es cierto. Una persona con un trastorno alimenticio tiene una enfermedad. De hecho, la enfermedad puede ser más compleja que otras, ya que es una combinación de enfermedad médica y psicológica. A menudo, coexiste con otras enfermedades mentales, como la depresión y el trastorno de ansiedad.
3 – No son tan comunes
Dado que los trastornos alimenticios no son perceptibles a simple vista, muchas personas creen que son raros. Pero de hecho, son bastante comunes y están siendo diagnosticados en un número creciente alrededor de todo el mundo. De acuerdo con el NEDA, tanto como el 15 por ciento de las mujeres menores de 30 años pueden estar sufriendo algún tipo de trastorno alimentario. Los desórdenes alimenticios están terceros en la línea de las enfermedades que afectan a las mujeres durante la adolescencia. Los investigadores también creen que un porcentaje significativo de la población tiene algún tipo de desorden alimentario pero nunca se diagnostica.
4 – La mayoría de los trastornos alimenticios no son graves
Algunas personas consideran que la anorexia nerviosa es un trastorno alimentario grave, pero consideran que los otros desórdenes como por ejemplo la bulimia y el trastorno por atracón no son graves. Esto no es cierto, sin embargo. Una persona con cualquier tipo de desorden alimenticio puede sufrir efectos físicos y mentales graves. Por ejemplo, el trastorno por atracón puede conducir a la depresión y la obesidad, que a menudo se acompaña de numerosos problemas de salud. Del mismo modo, la purga con vómitos, laxantes o diuréticos en la bulimia podría alterar el equilibrio de electrolitos de una persona generando resultados fatales.
Si usted o un ser querido tiene un trastorno alimenticio, consulte a su médico para obtener ayuda. Su médico puede coordinar los esfuerzos de un experto en nutrición y un terapeuta para ayudar a desarrollar una imagen corporal saludable y mejores hábitos alimenticios. Hay muchas terapias eficaces disponibles. (Drogas y cirugía).
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