Son las dos ciudades más grandes del interior bonaerense y el intendente de Tigre empezó la campaña con baja imagen de conocimiento. Pero en el bunker aseguran que las recorridas lo pusieron en carrera rápidamente. Confianza en los pueblos y tensión por sumar en La Matanza.
Sergio Massa aumentó su imagen en Mar del Plata y Bahía Blanca según los números que llegaron esta semana al bunker del tigrense, donde al comienzo de la campaña advertían sobre la necesidad de aumentar el nivel de conocimiento en esos distritos.
Fue por eso que esas ciudades marcaron el comienzo de la campaña y fueron las primeras encuestas que miraron con atención. “Si sube el conocimiento sube la intención de voto y nos comemos al colorado (De Narváez), que ahí andaba bien”, contaron a LPO desde el equipo de campaña de Massa.
Más de 7 de los casi 11 millones de votos que hay en la provincia de Buenos Aires se concentran en el conurbano bonaerense, repartidos casi en partes iguale entre la primera (norte y oeste del Gran Buenos Aires) y la tercera (oeste y sur).
En ese territorio el escenario del massismo es claro: amplia ventaja en la primera y mucho para crecer en la tercera, donde creen hacer pie en comunas del primer cordón (Lanús, Avellaneda y Quilmes) pero acepta que les falta crecer en zonas profundas como algunas localidades de La Matanza, como Virrey del Pino.
El resto del electorado tiene tres distritos calves: La Plata (490 mil electores), Mar del Plata (510 mil) y Bahía Blanca (230 mil). En la capital bonaerense en massismo asegura que puede ser “sorpresa”, sobre todo por la resistencia que existe a todos los gobiernos tras la inundación del 2 de abril.
Pero en Mar del Plata y Bahía Blanca el massismo conocía sus debilidades y no ahorró instrumentos para combatirla. Se asoció a los históricos operadores como el marplatense Juan Garivoto y Dámaso Larraburu. Y coqueteó hasta donde pudo con los intendentes.
A dos semanas de iniciada la campaña, creen haber encontrado los resultados tanto o más que con la tercera sección, el otro gran desafío.
La semana próxima volverá a poner manos a la obra en ese territorio. De todos modos, las encuestas los siguen manteniendo exaltados. “Insaurralde crece en conocimiento pero toma la imagen negativa de Cristina, que es mucha. Con un techo de positiva de 40 que tiene la presidenta no puede superar los 30 porque Massa le roba una parte”, interpretan.
Contra lo que muchos piensan, los pueblos, hacedores de la otra parte del electorado, no son un problema a la vista. “La gente en el campo consume mucha televisión de medios nacionales y ahí podemos aumentar el conocimiento fácil”, explican. (La Política OnLine).
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