El sector manufacturero, excluido el de productos agropecuarios, registró en junio un déficit en su balanza comercial de US$ 2.465 millones. Dicho déficit aumentó 5,4%, al subir las importaciones un 4,1% mientras las exportaciones sólo lo hicieron un 2,7%, según informó el Indec.
Desde la imposición de las Declaraciones Juradas de Necesidades de Importación, en febrero de 2012, tanto consultoras privadas como economistas profesionales resaltan el efecto contractivo que provocó esa medida, en combinación con el cepo cambiario, sobre el comercio exterior argentino.
Las mismas estadísticas del organismo estadístico del gobierno, el Indec, volvieron a dar cuenta en junio de que las importaciones de manufacturas industriales (MOI), sin considerar las de origen agropecuario (MOA), ni combustibles, crecieron en valor en US$ 188 millones, mientras que las exportaciones de ese complejo apenas se elevaron en US$ 61 millones.
Disminuye el superávit del agro
Ese creciente desequilibrio fue una constante en el semestre, puesto que mientras las compras externas de MOI aumentaron 9,1% las ventas externas subieron sólo 4,1%, no obstante el singular impulso que registraron los embarques de automotores, principalmente con destino a Brasil.
De este modo, según los datos del Indec, entre enero y junio el desequilibrio comercial de los productos de la industria manufacturera argentina respecto de la internacional se intensificó a US$ 16.076 millones, con un salto de casi US$ 2.000 millones en comparación con el rojo anotado en similar período del año anterior.
Casualmente, ese mismo fue el monto en que se acrecentó el excedente de divisas generado por el sector agropecuario (primario y sus manufacturas) durante el semestre: pasó de US$ 22.223 millones a US$ 24.277 millones, con exportaciones que ascendieron a US$ 24.847 millones e importaciones que aumentaron US$ 570 millones.
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