El ingreso de capitales, de financiamiento y el impulso a las exportaciones serán las herramientas para que la economía argentina vuelva a crecer, se logre salir del cepo cambiario y baje la inflación, según los asesores económicos de los candidatos con más chances de llegar a la presidencia.
Con las primarias presidenciales acercándose a pasos agigantados, los referentes económicos de los tres candidatos que las encuestas muestran con mayor intención de voto, Santiago Montoya por el oficialista Daniel Scioli; Federico Sturzenegger por el líder del Pro, Mauricio Macri; Aldo Pignanelli por el jefe del Frente Renovador, Sergio Massa, y Adrián Ramos por el presidente del comité radical Ernesto Sanz, coincidieron en que las prioridades para el próximo mandato serán que la economía vuelva a crecer y bajar la inflación.
Será de la mano de un ordenamiento de las cuentas fiscales- cuya financiación por parte del Banco Central (BCRA) alimenta la suba de precios- y apostando al sector externo para motorizar el crecimiento. Todos confían también en que entrarán capitales, tanto para inversiones como bajo la forma de financiamiento, si bien no hubo coincidencias sobre el manejo que se le debe dar al conflicto con los fondos buitre.
El sciolismo, apuesta a gobernar desde lo construido por el kirchnerismo: “las prioridades serán cuidar y aumentar el empleo y el salario de la gente. Debemos asegurarnos de que los logros alcanzados en este plano se mantengan y profundicen”, dijo Montoya.
Para Ramos, “la prioridad es hacer lo necesario para recuperar el tiempo perdido: reducir la tasa de inflación, reconstruir algunos de los precios relativos y lograr una consolidación del sector externo y de las cuentas públicas”.
Sturzenegger, considera que “las prioridades serán el crecimiento económico sostenible, la suba de los salarios, la baja de la inflación y la baja de los impuestos en general”.
Y Pignanelli, pretende recuperar los fundamentos del modelo económico posterior a la Convertibilidad, con: equilibrio fiscal, una balanza comercial más superavitaria, un dólar competitivo, una política monetaria sana y la reinserción del país en el mundo.
“También hay que normalizar el Indec y buscar la mejor solución posible para Argentina en el tema de los buitres y el financiamiento. Buscamos subsanar los desequilibrios macroeconómicos que deja esta administración con tres objetivos: darle mayor seguridad y certeza a los argentinos, un importante plan de viviendas-que se hará con el sistema bancario y un esquema de subsidios del BCRA para acceder al crédito hipotecario-, y una reforma en el sistema de educación”.
Ingreso de capitales
El ingreso de capitales es uno de los ingredientes esenciales en las recetas que van preparando los asesores de los candidatos -consultados por la revista NBS Bancos y Seguros- para enfrentar los importantes desafíos económicos que hay por delante.
El equipo de Massa buscará “un shock de confianza para que haya un shock de inversiones”, expresó Pignanelli. Para ello, “se requiere una profunda reforma tributaria, una agresiva política de comercio exterior, abrir embajadas en países que comienzan a ser importantes compradores de productos argentinos y la federalización de las provincias, para que no dependan del funcionario de turno para buscar fondos”.
Para el presidente del BCRA, durante la presidencia de Eduardo Duhalde “la solución es el ingreso de capitales, pero para inversiones, porque eso genera empleo. El financiamiento para el déficit fiscal, en cambio, suele terminar mal. Se puede acceder al BID y al Banco Mundial, que prestan a tasas bajas. También al FMI, pero no nos conviene porque pide plan de ajuste, aunque sí que nos audite el artículo IV para que nos presten terceros. Y tener un Indec al que le crean”.
En una línea similar, Sturzenegger, agregó que: “Con credibilidad y buena gestión, la inversión se desarrollará en todos los ámbitos y esto impulsará el crecimiento. La eliminación de las restricciones innecesarias ayudará a mejorar los niveles de productividad y, de estos factores, vendrán el crecimiento económico y de los salarios”.
El ex presidente del Banco Ciudad, también prevé un mayor endeudamiento del país, “a nivel agregado probablemente. Tiene lógica financiar con deuda gastos de inversión pendientes que reportarán beneficios durante los próximos 30 o 50 años. El dilema no es el quantum sino la calidad de lo que se hace con la deuda y aquí Macri tiene credenciales espectaculares, simplemente con sólo ver las obras que ha hecho en la ciudad”.
Para ello, el macrismo, también negociará con los holdouts porque “la confianza se construye, entre otras cosas, aceptando las reglas con las que el estado mismo decide jugar. Esto no implica pagar sin chistar ni a cualquier precio pero sí negociar con vistas a resolver la situación”, dijo Sturzenegger.
La palabra shock se repite en el equipo de Scioli: “Hay que aumentar la productividad de las empresas argentinas. Un shock de inversiones en el sector energético y fuertes inversiones en infraestructura básica, transporte y logística serán ejes para el aumento de la productividad argentina”, dijo Montoya.
El presidente del Grupo Provincia, también se refirió a la posibilidad de un mayor endeudamiento: “Si se recurre al crédito externo debería ser para aplicarse al desarrollo de infraestructura básica, el sector energético, el transporte o aquellos ejes que nos hagan aumentar la competitividad del país. En cambio, no hay que permitir que se les facilite la llegada a los capitales especulativos. Quienes vengan a invertir a la Argentina deben ser capitales de largo plazo”. (Empresas News).
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