Cristina Fernández de Kirchner llegó a las 11.46 al templo de Luján junto al gobernador Daniel Scioli. Tras ser recibida por Oscar Luciani, recorrió las obras de restauración de la Basílica. La misa interreligiosa del Tedeum, que ofició Agustín Radrizzani, duró 38 minutos.
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner encabezó el tradicional Tedeum del 25 de Mayo en la Basílica Nuestra Señora de Luján. La mandataria arribó al templo cerca de las 11.46 e ingresó junto al gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, tras ser recibida por el intendente de nuestra ciudad, Oscar Luciani. Esta celebración se dio en consonancia con la finalización de las obras de restauración del templo.
Desde temprano, diferentes agrupaciones kirchneristas fueron poblando la plaza Belgrano cerca del acceso por donde se esperaba a la mandataria argentina. Cerca de las 11.30, el ministro de Economía, Axel Kicillof, junto a su cuerpo de colaboradores, ingresó a la Basílica. Al mismo tiempo lo hacían otros integrantes del gabinete nacional, como por ejemplo Aníbal Fernández, Diego Bossio, Alicia Kirchner, Florencio Randazzo y Sergio Berni, entre otros.
Ocho minutos después, el helicóptero presidencial cruzaba el cielo celeste de nuestra ciudad. Tras bajar de la combi junto a Scioli y el concejal Leonardo Boto, la presidenta fue recibida por el intendente Oscar Luciani. Cristina Fernández arribó 14 minutos antes del inicio de la ceremonia. Por eso, tras firmar el libro de visitas, junto al monseñor Agustín Radrizzani recorrió las obras de la Basílica, recientemente restaurada. Allí, Radrizzani y Cristina pusieron en funcionamiento el campanario y luego fueron hasta el Camarín de la Virgen de Luján.
A las 12 en punto comenzó la tradicional misa del 25 de mayo, que se trató de una celebración interreligiosa. A la izquierda de la presidenta se ubicó el gobernador bonaerense.
38 minutos duró la ceremonia. Luego, Radrizzani saludó tanto a la presidenta como al gobernador. Los referentes religiosos de nuestro país imitaron el gesto.
Antes de retirarse de la Basílica, el monseñor de la Arquidiócesis Radrizzani, junto a Daniel Blanchoud, acompañaron a la presidenta por una salida lateral hasta el Patio del Claustro para formalizar el acto del saludo protocolar con el canciller Héctor Timerman, mientras que Coro Polifónico Nacional dio por concluida la ceremonia con el canto del Aleluya.
Después de ese encuentro privado con los representantes internacionales y otro recorrido por las zonas internas de la Basílica, Cristina Fernández saludó a los trabajadores que formaron parte de las obras de restauración del santuario más imporante del país. Luego sí se trasladó hasta la plaza Belgrano en donde se montó un pequeño escenario. De todas formas, Cristina se acercó hasta el vallado y saludó a los militantes presentes para luego volar hacia la Casa Rosada, en donde continuarán los festejos patrios. (El Civismo).
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