JUNIN, Marzo 20, (PUNTO CERO) Lejos de disminuir, el precio de la carne en Junín continúa con su escalada imparable de los últimos meses y poco a poco va generalizando un cambio de hábitos en los clientes, que llegan a las carnicerías priorizando gastar lo mismo de siempre aunque ello signifique una compra menos voluptuosa.
Pese a los consejos que el presidente Néstor Kirchner emite en cada discurso a los consignatarios de ganado, pidiéndoles que no influyan en el valor de la carne y amenazándolos con extender la veda a las exportaciones de carne más allá de los 180 días ya dispuestos, al llegar al mostrador la realidad no refleja gestos favorables al consumidor.
“Sigue todo igual. Es más, la carne continúa aumentando. Lo que pasa es que las exportaciones se cerraron a Chile y a Japón, pero a Norteamérica hay que enviarle carne sí o sí porque hay un decreto firmado. Esto repercute en las ventas, que bajan hasta que la gente se acomode de nuevo a los precios”, señaló Norberto Larroca, de Carnicería Franci.
El dato común en todos los negocios de venta de carne es la serie de métodos a la que apelan los clientes para efectuar sus compras.
“En vez de comprar un kilo se llevan tres cuartos (750 gramos) y también están aquellos que piden la mercadería en base a la plata que traen. Por ejemplo, seis pesos de pulpa”, agregó Larroca.
Aimar Moris, de Carnicería “La Blanquita”, reveló que “los precios aumentaron en la última semana y ayer (por el miércoles) hubo otro incremento de veinte centavos”.
“La realidad acá en Junín no tiene nada que ver con lo que muestran por televisión, el aumento de precios se sigue dando y en gran parte porque no hay carne. Nosotros compramos la carne directamente en el campo, la semana pasada recorrimos miles de establecimientos de la zona y no hay carne”, agregó el comerciante.
Tomando ese problema como punto de referencia, Moris alertó que los carniceros van a tener que bajar la calidad de carnes, “porque no estamos consiguiendo lo que vendemos”.
“Carnes de calidad hoy no tenemos. La restricción para matar animales de 280 kilos para arriba sacó un montón de carne del mercado”, agregó.
Por su parte, Blanca Cottini remarcó que aunque hayan bajado los precios en Liniers y en las carnicerías del Gran Buenos Aires, “en Junín la carne no baja”.“Eso sed nota en la demanda. La gente se está volcando mucho al consumo de pollo, porque un kilo de carne para una familia tipo no alcanza. El kilo de corte para milanesa vale $ 10,50 y si lo tuviéramos que poner a un precio que nos convenga, lo tendríamos que elevar a 12 pesos. ¿Pero a quién se la vendemos?”. (PUNTO CERO).
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