PILAR, Setiembre 28, (PUNTO CERO-Pilar de Todos) Un trabajo de la Dirección de Escuelas reveló que en 21 establecimientos hubo 131 deserciones. Estiman que son más de 600 por año lectivo. Especialistas piden más recursos para afrontar el problema.
Están en la edad en donde la educación es obligatoria. Pero hay otra realidad que los obliga a tomar el camino opuesto. Se calcula que en Pilar unos cuatro chicos abandonan la escuela por día para no retornar nunca más.
Durante el ciclo lectivo, se estima que entre 600 y 700 chicos dejan la escuela (el calendario escolar cuenta con 180 días), cifra que no se ve más engordada por los enormes esfuerzos que desde los Gabinetes Psicopedagógicos emprenden para evitar una fuga más numerosa. De hecho, los números no incluyen a los chicos que en algún momento llegan a desertar y luego reingresan al sistema educativo, cerca de un 40% más.
Se trata de un índice de deserción que, si bien se sitúa en los mismos niveles que en otras regiones de la provincia de Buenos Aires -por encima del 1% de la población en edad escolar-, no puede dejar de encender una fuerte luz de alerta. "Sí, estamos en esos índices de deserción al año", aceptaron, escuetos, desde la sede local de Jefatura Distrital.
Las proyecciones se basan en un estudio realizado en Pilar por la Dirección de Psicología dependiente de la Dirección General de Escuelas de la Provincia sobre un total de 21 escuelas primarias básicas de Pilar, Alberti, Villa Rosa, Manzanares, Villa Verde, La Lomita, La Lonja, Villa Astolfi, Peruzzotti, Villa Morra, Derqui y Del Viso, en la que estudian 12.889 alumnos.
Para arribar a esos resultados se tomaron como parámetros al último semestre del año 2005 y al primero del año 2006. Ese relevamiento, encarado por la psicopedagoga Marcia González, reveló que sobre ese total de alumnos, 222 abandonaron el colegio, de los cuales 81 fueron reinsertados y 131 no regresaron.
"Este es un trabajo que hicimos sobre 21 escuelas de Educación Primaria Básica, en donde detectamos índices que si bien están dentro de la media no dejan de preocupar", reflexionó González en diálogo con Pilar de Todos.
La deserción escolar, coinciden los especialistas, es un derivado de otras problemáticas sociales que empujan a los chicos a tomar la decisión de abandonar la escuela y Pilar no está exento de este problema. A la hora de arrojar una explicación que de cuenta del causante de estos índices, los especialistas coinciden en que las principales causas de deserción escolar están fuertemente vinculadas con casos de fracaso escolar, diversas adicciones y, muy marcado en las chicas, el avance de los embarazos precoces. Además, otro de los factores que incide en la deserción es la sobreedad, entendiendo por esto, aquellos chicos que se encuentran desfasados en edad con respecto a sus compañeros. En este sentido, el estudio arrojó que del total de los 12.899 alumnos, unos 1.024 tienen edad por arriba de lo que corresponde para el año, índice que muchas veces empuja al alumno al camino de la deserción.Es importante destacar que la sobreedad se evidencia con mayor acentuación en el segundo ciclo de las escuelas primarias básicas.
Causas
La problemática es extensa y nuevamente se pone de manifiesto que las cifras están relacionadas con la situación social en crisis que en los últimos años se ha acentuado, provocando serios conflictos institucionales. Las derivaciones del problema son varias, pero una de las más llamativas tiene que ver con que los jóvenes vislumbran un futuro incierto, pertenecen a familias desarticuladas y en el mayor de los casos pasan de la infancia a ser adultos en un lapso muy corto, a lo que se le suma el hecho de que en esta situación llegan a realizar tareas relacionadas con el mundo del trabajo, muchas veces en "situación de calle".
Ante este panorama, la deserción se ve acentuada dentro de la franja adolescente, constituida por chicos en riesgo social. No es errado pensar que indefectiblemente estas circunstancias derivan en otras más graves ya que los jóvenes, al no tener un anclaje firme dentro de la sociedad, se manifiestan con conductas autodestructivas. En este sentido, la psicopedagoga Marcia González afirmó: "En Pilar se ha detectado una gran cantidad de casos de intento de suicidios y exposiciones a situaciones de alto riesgo por parte de los chicos, con lo cual debemos entender que esto es alarmante".
Trabajo en las escuelas
Ante esta situación de desamparo en la que se encuentran los adolescentes, las autoridades educativas no se sienten ajenas a su responsabilidad, aunque se evidencia que los recursos con los que cuentan son escasos. En una primera instancia, dentro del partido de Pilar, los especialistas resaltan rasgos significativos que ayudan a comprender la situación actual de crisis. Entre ellos, aseguran que el distrito manifiesta una alta polaridad social en la que se mezclan la instalación de barrios cerrados, countries, clubes de golf, shoppings e institutos privados, con asentamientos, villas y escuelas deplorables (muchas veces ocultadas con el objeto de inculcar en el imaginario colectivo la idea de que Pilar está habitada por gente de un alto nivel adquisitivo). Sin embargo, a la hora de avizorar un horizonte, las manos para trabajar no alcanzan. Es importante destacar la labor que ejercen los Gabinetes Psicopedagógicos que operan en las escuelas, pero a la vez se torna imprescindible manifestar que dentro de los límites del distrito, la ayuda es insuficiente. En este sentido, Marcia González afirmó que Pilar cuenta con 114 servicios educativos y tan sólo 28 equipos de trabajo, los cuales al verse desbordados deben repartir su accionar en todas las escuelas. "Nos faltan muchísimos recursos y por las características de Pilar, deberíamos contar con más equipos de trabajo", cuestionó González y agregó: "Existe una resolución ministerial que pauta claramente que, de acuerdo a las características escolares que tenemos en el distrito, deberíamos contar con un equipo por escuela, y en algunas hasta es necesario mas de uno".
Sin embargo, el presupuesto educativo es acotado para atender estas necesidades que dependen estrictamente de la Dirección General de Escuelas de la provincia.De esta manera, continúa dificultándose la ayuda para contener a los adolescentes en riesgo de deserción, quienes al ver acotadas sus posibilidades de acceso a un futuro propicio manifiestan su angustia a través de conductas violentas. Es así que en los establecimientos se detectan casos de chicos cuya historia está atravesada en un 90% por la violencia, ya sea social, familiar y / o institucional, según se desprende del mismo estudio.
Mientras tanto, los profesionales se preguntan cómo hacer para abordar las problemáticas de los alumnos en riesgo, protegerlos, evitar que abandonen la escuela, casi sin recursos.
Políticas sociales
Si bien es cierto que la crisis económica y política sigue afectando a la comunidad, es preciso entender que la deserción escolar es una preocupación que debe ser subsanada. Más, si se tiene en cuenta que la misma afecta a una franja cuya edad es cada vez menor. Garantizar el acceso a las escuelas y la permanencia en la institución de los chicos en edad escolar es responsabilidad del Estado. En ese sentido, González afirma que "el Estado debe instaurar políticas sociales que protejan a los menores, garanticen la existencia de instituciones con sus recursos correspondientes, además de brindar espacios, mejorar las condiciones de los docentes y extender sus políticas a otras áreas como la salud, ya sea física como mental". (PUNTO CERO-Pilar de Todos).
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