lunes, noviembre 27, 2006
LUJAN. Vuelcos en El Ranquelino: decidió el Concejo postergar su aprobación. Sin definición por "lagunas estabilizadoras".
estabilizadoras" no había sido incluido en el temario.
Tres bloques de la oposición no iban a aprobar medidas de carácter transitorias, el oficialismo está dispuesto a apoyar al gobierno y el PJ no se había definido.
Complejo por donde se lo mire, hasta el viernes al mediodía no había certeza de la actitud que iban a tomar algunos concejales con relación al proyecto de "lagunas estabilizadoras" enviado por el Ejecutivo para que sea aprobado en forma urgente en la noche de ayer.
En rigor, hay un bloque que no tenía definido el voto. Se trata del PJ Lealtad integrado por los ediles Humberto Guibaud, Susana Haurié y Pablo Tonini. El resto tenía decidido desde hace varios días para qué lado de la balanza se iban a inclinar.
En el caso del oficialista Frente Para la Victoria no fue necesario que analizaran si conviene o no volcar en El Ranquelino. Dos razones, por lo menos, son suficientes para adelantar que el voto será favorable: por un lado, a nadie se le ocurría contradecir una propuesta que provenga del Ejecutivo y más ante este cuadro de situación. Por otro, uno de los concejales que más gravita a la hora de tomar decisiones sigue siendo Rubén Leopardi, cuya empresa familiar de atmosféricos El Gavilán es una de las principales interesadas en desagotar sus tanques en los piletones y también en gran medida culpable de que al resto de sus colegas le hayan cerrado las puertas en otras ciudades.
Y esto se debe a que en 1998, por ejemplo, arrojó mercurio en Campana cuando El Gavilán estaba habilitado para vaciar líquidos domiciliarios. Además, según pudo escucharse esta semana en uno de los bloques que conoce de cerca este accionar, por una causa parecida en General Rodríguez habrían decidido impedir el ingreso de las empresas lujanenses.
ALTA TENSIÓN
Mientras tanto, el panorama es por demás delicado. Desde el miércoles, y "hasta nuevo aviso", ocho empresas locales no prestan servicio. Esto afecta aproximadamente a la mitad de la población, incluidas escuelas y centros asistenciales. Es decir, la posibilidad de un colapso sanitario aumenta con el correr de las horas.
En el fondo, todo esto es responsabilidad del gobierno municipal que hace 11 años prometió la construcción de una planta depuradora para atmosféricos y recién ahora dice que dentro de 210 días aproximadamente sería una realidad en Open Door. Además, desde hace décadas la red cloacal sigue siendo la misma a pesar de que la ciudad creció geométrica y estructuralmente a una velocidad muy por encima de la media con que se hacen obras públicas básicas como agua y cloacas.
En la oposición no están dispuestos a aprobar lo que desde el Ejecutivo mismo llaman una solución "transitoria" y cuyo plazo de duración asegura que es por "un año". Tienen motivos para hacerlo.
Entre otras razones, prestan atención al reclamo masivo de los vecinos que viven cerca de El Ranquelino, saben que la distancia entre las cavas y las viviendas más próximas no es de 1.000 metros sino de 300 y hasta en algunos casos menos de 100. Al igual que muchas personas, no confían en los tiempos que dice el gobierno tardará en finalizar la obra que estará localizada en tierras del Hospital Dr. Domingo Cabred.
La unidad en el rechazo que vienen demostrando los vecinos, la adhesión de varias órdenes religiosas de la zona y el compromiso de una empresa y de un vecino con poder adquisitivo a llevar el caso a la Justicia en caso de que el proyecto avance, también es tenido en cuenta por los ediles a la hora de fijar posición.
Otra opinión desfavorable que se conoció esta semana provino del ARI. El ex concejal Raúl Suescun puso en duda el tamaño de las "lagunas" y la efectividad del sistema. Si bien señaló que en localidades como 30 de Agosto y Beruti, ambas en el partido de Trenque Lauquen, este método funciona, aclaró que no tienen punto de comparación con lo que se pretende instalar en un viejo predio para uso de un frigorífico acondicionado.
Por otra parte, las plantas de Trenque Lauquen están ubicadas a una distancia prudencial de los dos pequeños poblados y reciben líquidos de 5.078 habitantes, a diferencia de EL Ranquelino que acogerá los líquidos domiciliarios de 50.000 habitantes.
"Si no ponen aireadores mecánicos, los olores van a ser insoportables", le dijo Suescun este jueves a EL CIVISMO, y aseguró haber consultado con especialistas en cuestiones de medioambientales antes de emitir este tipo de opinión que puede sonar alarmista.
DECISIÓN TOMADA
Por su parte, los bloques de la Unión Vecinal, la UCR y Mi Ciudad están de acuerdo en que a este tema hay que encontrarle una solución pero de fondo. Por lo tanto, no van a apoyar una propuesta de carácter transitoria, tal como la que presentó hace 15 días el Ejecutivo.
Tenían redactados varias pedidos de informe. Uno está dirigido al ministro de Infraestructura, Vivienda y Servicios Públicos de la Provincia, el lujanense Eduardo Sícaro, para que realice gestiones tendientes a mantener el servicio de atmosféricos en Luján pero que tramite una prórroga para que puedan descargar en ciudades vecinas hasta que se construya la planta, supuestamente en 2007.
Al intendente le piden que mencione los actos de gobierno que hizo en los últimos 10 años para evitar esta situación, mientras que al gobierno municipal en general le solicitan un estudio ambiental que autorice el funcionamiento de El Ranquelino como receptora de líquidos transportados por atmosféricos y no afecte al medio ambiente.
Finalmente, quieren que el inspector jefe Distrital, Luis Giorgi, envíe el listado de los establecimientos educativos del partido que están en riesgo sanitario, cuáles suspendieron las clases y qué medidas se tomaron desde el Consejo Escolar.
CONTRA LAS CUERDAS
El PJ Lealtad está en aprietos. El presidente de bloque, Humberto Guibaud, que hace siete días dejó entrever su predisposición a acompañar al gobierno, esta semana no apareció por razones de salud -incluso debió ser internado durante dos días-. Susana Haurié, presidenta de la comisión de Salud y Medio Ambiente, en un primer momento no ocultó su agrado con el proyecto. Sin embargo, recibió amenazas de muerte vía telefónica en caso de votar por la afirmativa y también presiones de los empresarios. Su voto, al cierre de esta edición, era una incógnita.
Pablo Tonini, hasta el jueves, no tenía intención de firmar un despacho favorable al gobierno, tal vez porque este año se destacó por preocuparse de los problemas ambientales que sufren los vecinos como consecuencia de las moscas y los olores que producen los criaderos de aves. Estos factores hoy están en boca de los vecinos que se oponen a los vuelcos en El Ranquelino. Con todo, hasta último momento el proyecto no figuraba en el temario de la sesión ordinaria que se celebraba anoche.
Aunque en política, se sabe, nada es seguro. (PUNTO CERO-El Civismo).
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