LA PLATA, Abril 06, (PUNTO CERO) A través de un decreto, la Provincia acortó la duración de las pasantías en el Estado. Determinó que serán solventadas por los establecimientos educativos. Y las acotó a un porcentaje del personal de planta. Buscan un nuevo esquema para estudiantes que se desempeñan en el sector público.
En un claro intento por evitar incurrir en modalidades de empleo encubierto que rozan la ilegalidad, y tratando de preservar la naturaleza educativa de las pasantías en el Estado, el Gobierno bonaerense acaba de crear a través del decreto 287 el Sistema de Pasantías Educativas que reestructura y limita este mecanismo estableciendo nuevas reglas para su funcionamiento.
En principio se estableció que el número de pasantes por organismo no podrá exceder el 2% o la cantidad de 50 trabajadores (lo que resultase menor) del personal de planta permanente ocupado que se desempeña en dicha jurisdicción. Esta limitación impide que se expanda sin freno dicha modalidad, al tiempo que diferencia al personal estable de los pasantes.
Pero hay más: se determinó que en todos los casos las pasantías deberán ser financiadas por las universidades o establecimientos educativos de los cuales provengan los beneficiarios.
Otra medida oficial apunta a acortar los períodos de duración de las pasantías (de dos meses a un máximo de 12, sin exceder los dos años con las prórrogas), con lo que se ayuda a distinguirlas como una modalidad diferencial que busca preservar su naturaleza educativa por sobre el perfil lucrativo o de crecimiento laboral.
Con el nuevo Sistema de Pasantías Educativas la Provincia funcionará como una extensión orgánica del sistema educativo en la administración pública. En ese marco, los estudiantes realizarán residencias programadas que se relacionen con su formación y especialización bajo el estricto control de las unidades académicas participantes.
La subsecretaría de Gestión Pública, Claudia Bernazza, le dijo a Hoy que “se busca establecer un nuevo esquema para los estudiantes que se desempeñan en el Estado, preservando la naturaleza educativa de las pasantías”. En efecto, la razón de ser de las pasantías en el Estado provincial apunta a “ofrecer experiencias prácticas complementarias a la formación académica elegida”. La necesidad de poner en marcha el Sistema de Pasantías Educativas también responde al fenómeno que se registra en el sector privado.
En un claro intento por evitar incurrir en modalidades de empleo encubierto que rozan la ilegalidad, y tratando de preservar la naturaleza educativa de las pasantías en el Estado, el Gobierno bonaerense acaba de crear a través del decreto 287 el Sistema de Pasantías Educativas que reestructura y limita este mecanismo estableciendo nuevas reglas para su funcionamiento.
En principio se estableció que el número de pasantes por organismo no podrá exceder el 2% o la cantidad de 50 trabajadores (lo que resultase menor) del personal de planta permanente ocupado que se desempeña en dicha jurisdicción. Esta limitación impide que se expanda sin freno dicha modalidad, al tiempo que diferencia al personal estable de los pasantes.
Pero hay más: se determinó que en todos los casos las pasantías deberán ser financiadas por las universidades o establecimientos educativos de los cuales provengan los beneficiarios.
Otra medida oficial apunta a acortar los períodos de duración de las pasantías (de dos meses a un máximo de 12, sin exceder los dos años con las prórrogas), con lo que se ayuda a distinguirlas como una modalidad diferencial que busca preservar su naturaleza educativa por sobre el perfil lucrativo o de crecimiento laboral.
Con el nuevo Sistema de Pasantías Educativas la Provincia funcionará como una extensión orgánica del sistema educativo en la administración pública. En ese marco, los estudiantes realizarán residencias programadas que se relacionen con su formación y especialización bajo el estricto control de las unidades académicas participantes.
La subsecretaría de Gestión Pública, Claudia Bernazza, le dijo a Hoy que “se busca establecer un nuevo esquema para los estudiantes que se desempeñan en el Estado, preservando la naturaleza educativa de las pasantías”. En efecto, la razón de ser de las pasantías en el Estado provincial apunta a “ofrecer experiencias prácticas complementarias a la formación académica elegida”. La necesidad de poner en marcha el Sistema de Pasantías Educativas también responde al fenómeno que se registra en el sector privado.
Allí algunas empresas suelen abusar del mecanismo de las pasantías que llega a rozar con las prácticas ilegales a partir de presuntos intentos por evadir las cargas sociales. Estas firmas privadas reclutan “futuros talentos” y buscan “conocer candidatos con potencial” a partir de un mecanismo “más simple y menos costoso” que el de la selección. El objetivo que persigue el Estado, en cambio, apunta centralmente a promover la práctica profesional acompañando a la enseñanza académica. (PUNTO CERO).
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