BUENOS AIRES, Noviembre 10, (PUNTO CERO-Comunas) La diputada nacional por la provincia de Buenos Aires, Elsa Quiroz, seguirá por cuatro años más en la Cámara baja desde el bloque de la Coalición Cívica. En diálogo con Comunas hace un evaluación de lo que fueron las elecciones del 28 de octubre. Ante la renovación de su mandato, lleva a cabo un balance del trabajo realizado y de lo que queda por hacer.
¿Cuál es su balance de las elecciones tanto en el país como en la provincia que usted representa, Buenos Aires?
En los dos niveles, absolutamente positivo. Hemos hecho una buena campaña. Logramos hablar con la gente y explicitar nuestras propuestas a través de trabajos que venimos haciendo desde hace muchísimos años. Evidentemente hay una situación que va cambiando en la sociedad que tiene que ver con asumir un protagonismo que viene siendo distinto, es un camino, un proceso. En provincia de Buenos Aires, con la Coalición Cívica tenemos nueve diputados, lo que nos parece un resultado maravilloso y es un hermoso aporte a la construcción a nivel nacional. En cuanto al balance, en primer lugar, consecuencia del 28 de octubre, somos segunda fuerza clara en todo el territorio nacional. En segundo lugar, hay una ratificación de un liderazgo que tiene características muy particulares, que tiene gran consenso en la sociedad y que es el de “Lilita” Carrió. Por el otro lado, reivindico también la corrección de la estrategia de haber logrado abordar la coyuntura electoral con una herramienta absolutamente distinta y novedosa como fue la Coalición Cívica, donde fuerzas políticas, sociales y grupos de personas, organizados o no, se han integrado, lo que nos ha permitido un logro tan importante como este.
¿Coincide con Carrió con respecto a esta sensación de que no las elecciones no fueron del todo claras?
Si por supuesto, yo estuve en dos distritos. En mi propio distrito que es Merlo, conurbano bonaerense, y el mensaje de la gente en los locales era de absoluta indignación, de mucha frustración por las cosas que veían. Tanto con el saqueo y destrucción de boletas, como por el comportamiento de algunas autoridades de mesa que no fueron capaces de garantizar un comicio limpio. La discusión o confrontación con los fiscales es una cuestión en la que la justicia no tiene nada que ver, pero si tiene que ver en cuanto a la designación de las autoridades de mesa, a la instrucción necesaria de esas autoridades. No puede ser que las respuestas que se encontraron en las distintas mesas y escuelas era: “yo no tengo por qué garantizar las boletas”, “si no encuentra su boleta vote a cualquiera y si no vote en blanco”. Creo que estas expresiones se generalizaron, y de tal manera que fue parte de la propia ciudadanía la que llamó a los medios y denunció permanentemente. Nosotros lo veíamos en nuestros locales y a través de nuestros fiscales. La gente se acercaba indignada a denunciar lo que estaba pasando.
¿Qué sabor le queda en este sentido, más allá de la buena elección que usted mencionaba que hicieron?
En ese sentido, en realidad, más que sabor, me queda la tremenda responsabilidad de recorrer un camino de discusión, de debate institucional, en relación a la modificación de los mecanismos de elección, que están precisamente desvirtuados y deteriorados de tal manera, que se producen estas situaciones. Entonces tenemos que cambiar el modo de votación, los mecanismos electorales, para que haya igualdad de oportunidades y haya transparencia. Que haya limpieza y que todos tengan derecho a presentarse y que como ciudadanos tengamos derecho a elegir.
¿Qué le dejan estos años por la cámara baja y qué siente que le queda por hacer en estos que vienen?
¿Cuál es su balance de las elecciones tanto en el país como en la provincia que usted representa, Buenos Aires?
En los dos niveles, absolutamente positivo. Hemos hecho una buena campaña. Logramos hablar con la gente y explicitar nuestras propuestas a través de trabajos que venimos haciendo desde hace muchísimos años. Evidentemente hay una situación que va cambiando en la sociedad que tiene que ver con asumir un protagonismo que viene siendo distinto, es un camino, un proceso. En provincia de Buenos Aires, con la Coalición Cívica tenemos nueve diputados, lo que nos parece un resultado maravilloso y es un hermoso aporte a la construcción a nivel nacional. En cuanto al balance, en primer lugar, consecuencia del 28 de octubre, somos segunda fuerza clara en todo el territorio nacional. En segundo lugar, hay una ratificación de un liderazgo que tiene características muy particulares, que tiene gran consenso en la sociedad y que es el de “Lilita” Carrió. Por el otro lado, reivindico también la corrección de la estrategia de haber logrado abordar la coyuntura electoral con una herramienta absolutamente distinta y novedosa como fue la Coalición Cívica, donde fuerzas políticas, sociales y grupos de personas, organizados o no, se han integrado, lo que nos ha permitido un logro tan importante como este.
¿Coincide con Carrió con respecto a esta sensación de que no las elecciones no fueron del todo claras?
Si por supuesto, yo estuve en dos distritos. En mi propio distrito que es Merlo, conurbano bonaerense, y el mensaje de la gente en los locales era de absoluta indignación, de mucha frustración por las cosas que veían. Tanto con el saqueo y destrucción de boletas, como por el comportamiento de algunas autoridades de mesa que no fueron capaces de garantizar un comicio limpio. La discusión o confrontación con los fiscales es una cuestión en la que la justicia no tiene nada que ver, pero si tiene que ver en cuanto a la designación de las autoridades de mesa, a la instrucción necesaria de esas autoridades. No puede ser que las respuestas que se encontraron en las distintas mesas y escuelas era: “yo no tengo por qué garantizar las boletas”, “si no encuentra su boleta vote a cualquiera y si no vote en blanco”. Creo que estas expresiones se generalizaron, y de tal manera que fue parte de la propia ciudadanía la que llamó a los medios y denunció permanentemente. Nosotros lo veíamos en nuestros locales y a través de nuestros fiscales. La gente se acercaba indignada a denunciar lo que estaba pasando.
¿Qué sabor le queda en este sentido, más allá de la buena elección que usted mencionaba que hicieron?
En ese sentido, en realidad, más que sabor, me queda la tremenda responsabilidad de recorrer un camino de discusión, de debate institucional, en relación a la modificación de los mecanismos de elección, que están precisamente desvirtuados y deteriorados de tal manera, que se producen estas situaciones. Entonces tenemos que cambiar el modo de votación, los mecanismos electorales, para que haya igualdad de oportunidades y haya transparencia. Que haya limpieza y que todos tengan derecho a presentarse y que como ciudadanos tengamos derecho a elegir.
¿Qué le dejan estos años por la cámara baja y qué siente que le queda por hacer en estos que vienen?
Sobre todo una gran responsabilidad para adelante, y esto está relacionado con los años anteriores, de poner de pie instituciones como el parlamento nacional. Hay una condición cuya modificación no depende exclusivamente de nosotros y que es un modo de ejercicio del poder, que es hegemónico, autoritario, y que evidentemente hay que modificar. Nosotros venimos trabajando muy fuertemente en ese sentido. Durante estos años hemos tratado de sacar el debate de la Cámara para ponerlo en la sociedad. Evidentemente hay resultados, por eso somos la segunda fuerza, ahora también sabemos que falta mucho. Para poder hablar de igualdad de oportunidades y de justicia, las instituciones tienen que funcionar y tienen que cumplir el rol constitucional para que la ciudadanía pueda avanzar culturalmente. Creo que esa es una tarea pendiente. Nosotros lo vinimos haciendo y estamos dispuestos a seguir trabajando en este sentido
No hay comentarios.:
Publicar un comentario