MERCEDES, Noviembre 07, (PUNTO CERO-El Nuevo Cronista) El pasado viernes, en horas de la tarde, fue detenido el doctor Alberto Costesqui –quien ocupara el segundo lugar en la lista de concejales de Edgardo “El Vasco” Gorosterrazú– acusado de ser el cerebro de una banda. Es procesado por robo calificado y asociación ilícita y se le imputarían –al menos– tres hechos, todos ellos perpetrados contra empleados de una empresa de telefonía celular que transportaban sumas no determinadas de tarjetas telefónicas.
En los tres casos el modus operandi fue similar: el vehículo es encerrado en la ruta nacional 5 por otro coche tripulado por tres personas; se lo obliga a disminuir la velocidad mostrando armas de fuego. Una vez en la banquina, uno de los tres tripulantes le solicita al trabajador de la firma de telefonía las tarjetas y el dinero. Hecho esto, se dan a la fuga sin usar ningún tipo de violencia.
Estos hechos se sucedieron el primer semestre del año pasado y obligaron a la empresa en cuestión en tomar diversos recaudos como, por ejemplo, disminuir sensiblemente la cantidad de tarjetas con las cuales aprovisionar a sus trabajadores, entre otras.
Investigación
La ausencia de información oficial impide hacer un relato pormenorizado de los hechos. Lo cierto es que –se sabe– se trabajó profundamente en esta investigación. Una importante cantidad de agentes judiciales y policiales se abocaron a recopilar pruebas de distinto calibre en el cual existirían hasta escuchas telefónicas que vincularían a Costesqui con esta banda.
Se cree que el letrado habría trabado relación con estos malvivientes por su profesión y se convirtió en un referente realizando tareas de inteligencia y planificando los golpes.
Desde la justicia ya tenían pruebas del accionar de “El Polaco” –como lo conocen sus amistades–pero había decidido esperar para su aprehensión. En este punto hay dos hipótesis: una de ellas apunta a que prefirieron aguardar que pasen las elecciones a propósito del carácter político que podría haber tomado la detención. Otros esgrimen que simplemente se esperó para tener pruebas más contundentes sobre el accionar de la banda.
Día D
El empresario de telefonía había sido advertido sobre la posible identidad de quien organizaba los golpes. El jueves temprano, mientras realizaba los preparativos para despachar una camioneta, habría observado que Costesqui pasó por la puerta de su local a baja velocidad. Detrás suyo lo seguía un Peugeot bordó.
Atento a la información que le había sido suministrada, operó de acuerdo a lo previsto: dio aviso a la justicia que estaba a punto de despachar una camioneta y que había notado movimientos sospechosos. Desde el otro lado de la línea le pidieron que continuara con la rutina prevista, y que despachara el vehículo ya que la policía estaría atenta a los movimientos.
Más tranquilo, el comerciante le informó a su dependiente que debería estar atento a la posible presencia de Peugeot y que –en cuanto tuviese contacto visual con ese vehículo- informe a la policía.
El trabajador salió del comercio y avanzó por las calles mercedinas rumbo a la avenida 40. Cuando estaba a la altura de la estación de gas notó que a pocos metros lo seguía el vehículo bordó. Dio aviso a la policía quienes, para su sorpresa, interceptaron al vehículo sospechoso en la 40 casi con el cruce de ruta 41.
La policía los detuvo y ellos informaron que eran de Moreno y venían de Mercedes de firmar unos papeles. Así y todo fueron demorados por averiguación de antecedentes. A las fuerzas de seguridad les llamó poderosamente la atención que en el celular de uno de ellos estaba cargado el número de patente del vehículo que minutos antes había sido despachado desde la empresa de telefonía celular.
Ya en la comisaría y mientras los sospechosos esperaban que pasen las horas que pueden ser demorados, desde la Fiscalía se le solicitó al Juez de Garantías autorización para allanar los domicilios de estos presuntos malvivientes. Antes de que venza el plazo legal, la Fiscalía dictó la prisión preventiva de los dos detenidos bajo la carátula de robo calificado y asociación ilícita.
El allanamiento –realizado en horas de la noche– dio resultado positivo: habrían encontrado tarjetas y un bolso que había sido denunciado como robado en uno de los tres ilícitos.
Abogado
El viernes por la mañana el doctor Costesqui se presentó en la Fiscalía como defensor de aquellos imputados. Pidió ver el expediente, cosa que se le impidió por el secreto de sumario. La medida había sido dispuesta atento a que horas antes la fiscalía le había pedido autorización al Juez de Garantías para detener al propio Cotesqui, a quien sindican como cabecilla de esta banda.
El letrado –un tanto nervioso y molesto– se fue retiró sin siquiera sospechar que horas después volvería a pisar el mismo edificio.
Cerca de las 18 una patrulla se dirigió a la quinta de Alberto Costesqui, quien fue detenido sin ofrecer ningún tipo de resistencia.Hoy se espera que el imputado declare.
Estos hechos se sucedieron el primer semestre del año pasado y obligaron a la empresa en cuestión en tomar diversos recaudos como, por ejemplo, disminuir sensiblemente la cantidad de tarjetas con las cuales aprovisionar a sus trabajadores, entre otras.
Investigación
La ausencia de información oficial impide hacer un relato pormenorizado de los hechos. Lo cierto es que –se sabe– se trabajó profundamente en esta investigación. Una importante cantidad de agentes judiciales y policiales se abocaron a recopilar pruebas de distinto calibre en el cual existirían hasta escuchas telefónicas que vincularían a Costesqui con esta banda.
Se cree que el letrado habría trabado relación con estos malvivientes por su profesión y se convirtió en un referente realizando tareas de inteligencia y planificando los golpes.
Desde la justicia ya tenían pruebas del accionar de “El Polaco” –como lo conocen sus amistades–pero había decidido esperar para su aprehensión. En este punto hay dos hipótesis: una de ellas apunta a que prefirieron aguardar que pasen las elecciones a propósito del carácter político que podría haber tomado la detención. Otros esgrimen que simplemente se esperó para tener pruebas más contundentes sobre el accionar de la banda.
Día D
El empresario de telefonía había sido advertido sobre la posible identidad de quien organizaba los golpes. El jueves temprano, mientras realizaba los preparativos para despachar una camioneta, habría observado que Costesqui pasó por la puerta de su local a baja velocidad. Detrás suyo lo seguía un Peugeot bordó.
Atento a la información que le había sido suministrada, operó de acuerdo a lo previsto: dio aviso a la justicia que estaba a punto de despachar una camioneta y que había notado movimientos sospechosos. Desde el otro lado de la línea le pidieron que continuara con la rutina prevista, y que despachara el vehículo ya que la policía estaría atenta a los movimientos.
Más tranquilo, el comerciante le informó a su dependiente que debería estar atento a la posible presencia de Peugeot y que –en cuanto tuviese contacto visual con ese vehículo- informe a la policía.
El trabajador salió del comercio y avanzó por las calles mercedinas rumbo a la avenida 40. Cuando estaba a la altura de la estación de gas notó que a pocos metros lo seguía el vehículo bordó. Dio aviso a la policía quienes, para su sorpresa, interceptaron al vehículo sospechoso en la 40 casi con el cruce de ruta 41.
La policía los detuvo y ellos informaron que eran de Moreno y venían de Mercedes de firmar unos papeles. Así y todo fueron demorados por averiguación de antecedentes. A las fuerzas de seguridad les llamó poderosamente la atención que en el celular de uno de ellos estaba cargado el número de patente del vehículo que minutos antes había sido despachado desde la empresa de telefonía celular.
Ya en la comisaría y mientras los sospechosos esperaban que pasen las horas que pueden ser demorados, desde la Fiscalía se le solicitó al Juez de Garantías autorización para allanar los domicilios de estos presuntos malvivientes. Antes de que venza el plazo legal, la Fiscalía dictó la prisión preventiva de los dos detenidos bajo la carátula de robo calificado y asociación ilícita.
El allanamiento –realizado en horas de la noche– dio resultado positivo: habrían encontrado tarjetas y un bolso que había sido denunciado como robado en uno de los tres ilícitos.
Abogado
El viernes por la mañana el doctor Costesqui se presentó en la Fiscalía como defensor de aquellos imputados. Pidió ver el expediente, cosa que se le impidió por el secreto de sumario. La medida había sido dispuesta atento a que horas antes la fiscalía le había pedido autorización al Juez de Garantías para detener al propio Cotesqui, a quien sindican como cabecilla de esta banda.
El letrado –un tanto nervioso y molesto– se fue retiró sin siquiera sospechar que horas después volvería a pisar el mismo edificio.
Cerca de las 18 una patrulla se dirigió a la quinta de Alberto Costesqui, quien fue detenido sin ofrecer ningún tipo de resistencia.Hoy se espera que el imputado declare.
Su situación es “comprometida” según fuentes cercanas a la Fiscalía. Su abogado defensor es el reconocido penalista Marcelo Heredia. (PUNTO CERO-El Nuevo Cronista).
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