MORON, Noviembre 06, (PUNTO CERO) Los vecinos de Haedo se organizaron para que la Comuna intime a las empresas a desmantelar las antenas camufladas entre carteles publicitarios y tanques de agua. En otras localidades, las ONG lograron sacarlas de sus barrios. Mientras, la Secretaría de Política Ambiental de Buenos Aires otorga permisos para que funcionen en el conurbano. La otra cara: muchos vecinos se quedaron sin servicio.
“Lo tomamos como un triunfo. No sólo porque ya retiraron la antena, sino porque nos unimos con un objetivo común y, aunque hayan pasado varios meses, la finalidad nunca se diluyó”, comenta conforme Silvia Gorbán, vecina de la zona. La antena estaba ubicada en Guaminí y Colectora, Haedo Norte. “Lo peor de todo es que estaba escondida entre dos carteles de publicidad”, agrega Silvina Suárez, otra vecina.
La tarea no fue sencilla. Los vecinos cuentan que, cuando se dieron cuenta que los transmisores estaban funcionando en forma clandestina, se dirigieron a la Municipalidad a solicitar información: “Ahí detectaron que no tenían la habilitación correspondiente, y por lo tanto, era ilegal”, cuenta Gorbán.
“Lo primero que hicimos fue convocar a los vecinos para informarles sobre la situación”, repasa. Luego, la Comuna intimó a la empresa CTI a que desmontara la antena.
“Lo que hubo fue un pedido de habilitación para colocar carteles de publicidad, pero no para una antena. Por lo tanto, es clandestina”, explicó Adrián Grana, secretario de la UGC 2 de Haedo.
Los vecinos pidieron al intendente Martín Sabbatella que removiera la antena y le recordaron la vigencia de la ley 25.675 de Política Ambiental, que explica que “cuando haya peligro de daño grave, la ausencia de información o certeza científica no será razón para postergar la adopción de medidas.
El otro caso fue el de una antena de Movistar que estaba emplazada en la terraza de un edificio ubicado en Constitución al 200, en la zona céntrica de Haedo. Los vecinos conversaron con los dueños del lugar y ellos mismos decidieron no renovar el contrato con la empresa.
¿Pero cuáles son las consecuencias de vivir cerca de una antena? Según un informe elaborado por Ricardo Millán, especialista en el tema, “La exposición de las personas a la radiación prolongada produce alteraciones a la largo plazo. Afecta los pulmones, riñones y médula ósea entre ótros órganos. Existe un aumento estadístico de cáncer de mamas, tiroides y leucemia en las poblaciones expuestas.”
El próximo objetivo de los vecinos es erradicar la antena de Presidente Derqui y Guerrieri, también en esa ciudad moronense. Esa está escondida en un tanque de agua: “Sabemos que la colocaron hace al menos tres meses. Es una vergüenza que las empresas se manejen así. Queda claro que es clandestina”, opina un vecino. Esta vez, con el apoyo de la gente que logró sacar la de Guaraní y Colectora, los vecinos de esa zona evalúan crear una ONG para luchar contra con las antenas ilegales y las consecuencias que puedan ocasionar.
La paradoja es que, a raíz del desmantelamiento de antenas, muchos usuarios de telefonía celular se quedaron sin servicio. Es el caso de Lidia González, vecina de Haedo Norte que hace tiempo contrató el servicio de CTI: “Cuando me puse al tanto del reclamo, apoyé la medida de los vecinos y celebré que hayan sacado la antena. Pero ahora no tengo señal en mi casa. En ciertos rincones no puedo usar el teléfono ni recibo llamadas”, cuenta. En CTI informan que “ese inconveniente estaría solucionado en los próximos días”.
Esta no es la primera vez que la unión de los vecinos tiene éxito. En julio pasado, luego de manifestarse en contra, el Juzgado de Faltas de Hurlingham falló por el desmantelamiento de una antena de telefonía celular de CTI que funcionaba en Gurruchaga y Adrián Luna.
Otro ejemplo es el de la antena de telefonía celular de Telecom ubicada en Arenales al 1100. Con el patrocinio de la Clínica Jurídica de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN), el Ministerio de Medio Ambiente de Buenos Aires ordenó la suspensión y desconexión de esta antena.
Muy cerca de Haedo, en Parque Leloir, un grupo de vecinos pelea para sacar la antena del predio INTA. Y, en Lomas de Zamora, la ONG de Empresarios y Profesionales Abiertos (EPAC) presentó una nota a la Intendencia pidiendo el traslado de la antena de Tucumán al 400, porque no saben si las emisiones son cancerígenas.Mientras los vecinos se organizan para erradicar los trasmisores de sus barrios, la Secretaría de Medio Ambiente de la Provincia otorgó el 22 de octubre la primera autorización para que la empresa Nextel coloque una antena en territorio bonaerense, pero no precisaron dónde.
“Lo tomamos como un triunfo. No sólo porque ya retiraron la antena, sino porque nos unimos con un objetivo común y, aunque hayan pasado varios meses, la finalidad nunca se diluyó”, comenta conforme Silvia Gorbán, vecina de la zona. La antena estaba ubicada en Guaminí y Colectora, Haedo Norte. “Lo peor de todo es que estaba escondida entre dos carteles de publicidad”, agrega Silvina Suárez, otra vecina.
La tarea no fue sencilla. Los vecinos cuentan que, cuando se dieron cuenta que los transmisores estaban funcionando en forma clandestina, se dirigieron a la Municipalidad a solicitar información: “Ahí detectaron que no tenían la habilitación correspondiente, y por lo tanto, era ilegal”, cuenta Gorbán.
“Lo primero que hicimos fue convocar a los vecinos para informarles sobre la situación”, repasa. Luego, la Comuna intimó a la empresa CTI a que desmontara la antena.
“Lo que hubo fue un pedido de habilitación para colocar carteles de publicidad, pero no para una antena. Por lo tanto, es clandestina”, explicó Adrián Grana, secretario de la UGC 2 de Haedo.
Los vecinos pidieron al intendente Martín Sabbatella que removiera la antena y le recordaron la vigencia de la ley 25.675 de Política Ambiental, que explica que “cuando haya peligro de daño grave, la ausencia de información o certeza científica no será razón para postergar la adopción de medidas.
El otro caso fue el de una antena de Movistar que estaba emplazada en la terraza de un edificio ubicado en Constitución al 200, en la zona céntrica de Haedo. Los vecinos conversaron con los dueños del lugar y ellos mismos decidieron no renovar el contrato con la empresa.
¿Pero cuáles son las consecuencias de vivir cerca de una antena? Según un informe elaborado por Ricardo Millán, especialista en el tema, “La exposición de las personas a la radiación prolongada produce alteraciones a la largo plazo. Afecta los pulmones, riñones y médula ósea entre ótros órganos. Existe un aumento estadístico de cáncer de mamas, tiroides y leucemia en las poblaciones expuestas.”
El próximo objetivo de los vecinos es erradicar la antena de Presidente Derqui y Guerrieri, también en esa ciudad moronense. Esa está escondida en un tanque de agua: “Sabemos que la colocaron hace al menos tres meses. Es una vergüenza que las empresas se manejen así. Queda claro que es clandestina”, opina un vecino. Esta vez, con el apoyo de la gente que logró sacar la de Guaraní y Colectora, los vecinos de esa zona evalúan crear una ONG para luchar contra con las antenas ilegales y las consecuencias que puedan ocasionar.
La paradoja es que, a raíz del desmantelamiento de antenas, muchos usuarios de telefonía celular se quedaron sin servicio. Es el caso de Lidia González, vecina de Haedo Norte que hace tiempo contrató el servicio de CTI: “Cuando me puse al tanto del reclamo, apoyé la medida de los vecinos y celebré que hayan sacado la antena. Pero ahora no tengo señal en mi casa. En ciertos rincones no puedo usar el teléfono ni recibo llamadas”, cuenta. En CTI informan que “ese inconveniente estaría solucionado en los próximos días”.
Esta no es la primera vez que la unión de los vecinos tiene éxito. En julio pasado, luego de manifestarse en contra, el Juzgado de Faltas de Hurlingham falló por el desmantelamiento de una antena de telefonía celular de CTI que funcionaba en Gurruchaga y Adrián Luna.
Otro ejemplo es el de la antena de telefonía celular de Telecom ubicada en Arenales al 1100. Con el patrocinio de la Clínica Jurídica de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN), el Ministerio de Medio Ambiente de Buenos Aires ordenó la suspensión y desconexión de esta antena.
Muy cerca de Haedo, en Parque Leloir, un grupo de vecinos pelea para sacar la antena del predio INTA. Y, en Lomas de Zamora, la ONG de Empresarios y Profesionales Abiertos (EPAC) presentó una nota a la Intendencia pidiendo el traslado de la antena de Tucumán al 400, porque no saben si las emisiones son cancerígenas.Mientras los vecinos se organizan para erradicar los trasmisores de sus barrios, la Secretaría de Medio Ambiente de la Provincia otorgó el 22 de octubre la primera autorización para que la empresa Nextel coloque una antena en territorio bonaerense, pero no precisaron dónde.
En el área, informaron que se trata de la resolución 144/07 y aclararon que la empresa autorizada había cumplido con los requisitos exigidos por la normativa vigente. (PUNTO CERO).
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