BUENOS AIRES, Agosto 05, (PUNTO CERO) La diputada nacional santiagueña, Dra. Marta Velarde decidió abandonar la bancada oficialista luego del conflicto con el campo y armar el monobloque "Justicialista Republicano" (JURE). En diálogo con Comunas aseguró: “Mi lealtad con el pueblo argentino es innegociable”.
¿Por qué siendo oficialista votó contra las retenciones?
Corresponde al Congreso de la Nación dictar normas sobre tributos y demás impuestos. Por lo cual hay dos razones por la cual voté en contra de la resolución 125, porque es inconstitucional y antirrepublicano. Además voté en disidencia con la opinión mayoritaria de mi bloque, que es el FPV- PJ. Para mí es una cuestión de coherencia, no tengo nada personal con mis compañeros. Es necesario respetar el carácter republicano, la regla sobre cómo se fijan los impuestos.
Qué diferencia tiene esta ley con otras enviadas por el ejecutivo que usted votó a favor?
Todas son importantes, porque hacen a la vida de los argentinos. Pero el proyecto del oficialismo sobre la 125 es una bisagra, una ley de muchísima importancia, que teniendo en cuenta los problemas que iba a traer aparejados, voté en contra. Tengo coherencia y congruencia con mi voto y postura. De lo único que no se vuelve en la política es de la incoherencia y la sociedad está pidiendo que su dirigencia tenga consecuencia entre los actos y su palabra.
¿Afirma que es inconstitucional?
Por supuesto y esto es en testimonio a mi apego inclaudicable a la Constitución Nacional, por la que he jurado dos veces, cuando asumí como diputada nacional en 2005 y cuando asumí como Convencional Nacional Constituyente en 1994. Juré por encima de partidos, afectos y emociones. Mi lealtad con el pueblo argentino es innegociable. He defendido la república y el bienestar de los ciudadanos.
¿Hubo un mal manejo del tema, en cuanto a la comunicación?
En realidad el conflicto comenzó con la resolución de un ministro que nadie votó (Martín Lousteau) y trajo una serie problemas en nuestro país. Hay un antes y después, nadie puede negar la existencia de la clase media rural que pelea por sus derechos y hay que atender. Otros sectores sociales se han solidarizado, el campo sintió contención por la ciudad, que los acompañó. Como peronista también trabajo por los más pobres y necesitados, y votar contra la resolución 125 no significa que esté en contra de la redistribución de la riqueza en Argentina. Estoy convencida que hay que trabajar en el tema, pero no agravando a un sector de la economía que tanto ha hecho en el desarrollo económico del país, como es el agro. Es el campo el sector de la economía que ha incorporado mayor tecnología y debemos asistir.
¿Cuál es hoy la diferencia entre peronismo y kirchnerismo?
El justicialismo es un movimiento nacional y popular amplio, abierto y participativo, que a lo largo del tiempo ha tenido diferentes expresiones, una de ellas es el kirchnerismo.
¿Cómo se da vuelta la página?
¿Por qué siendo oficialista votó contra las retenciones?
Corresponde al Congreso de la Nación dictar normas sobre tributos y demás impuestos. Por lo cual hay dos razones por la cual voté en contra de la resolución 125, porque es inconstitucional y antirrepublicano. Además voté en disidencia con la opinión mayoritaria de mi bloque, que es el FPV- PJ. Para mí es una cuestión de coherencia, no tengo nada personal con mis compañeros. Es necesario respetar el carácter republicano, la regla sobre cómo se fijan los impuestos.
Qué diferencia tiene esta ley con otras enviadas por el ejecutivo que usted votó a favor?
Todas son importantes, porque hacen a la vida de los argentinos. Pero el proyecto del oficialismo sobre la 125 es una bisagra, una ley de muchísima importancia, que teniendo en cuenta los problemas que iba a traer aparejados, voté en contra. Tengo coherencia y congruencia con mi voto y postura. De lo único que no se vuelve en la política es de la incoherencia y la sociedad está pidiendo que su dirigencia tenga consecuencia entre los actos y su palabra.
¿Afirma que es inconstitucional?
Por supuesto y esto es en testimonio a mi apego inclaudicable a la Constitución Nacional, por la que he jurado dos veces, cuando asumí como diputada nacional en 2005 y cuando asumí como Convencional Nacional Constituyente en 1994. Juré por encima de partidos, afectos y emociones. Mi lealtad con el pueblo argentino es innegociable. He defendido la república y el bienestar de los ciudadanos.
¿Hubo un mal manejo del tema, en cuanto a la comunicación?
En realidad el conflicto comenzó con la resolución de un ministro que nadie votó (Martín Lousteau) y trajo una serie problemas en nuestro país. Hay un antes y después, nadie puede negar la existencia de la clase media rural que pelea por sus derechos y hay que atender. Otros sectores sociales se han solidarizado, el campo sintió contención por la ciudad, que los acompañó. Como peronista también trabajo por los más pobres y necesitados, y votar contra la resolución 125 no significa que esté en contra de la redistribución de la riqueza en Argentina. Estoy convencida que hay que trabajar en el tema, pero no agravando a un sector de la economía que tanto ha hecho en el desarrollo económico del país, como es el agro. Es el campo el sector de la economía que ha incorporado mayor tecnología y debemos asistir.
¿Cuál es hoy la diferencia entre peronismo y kirchnerismo?
El justicialismo es un movimiento nacional y popular amplio, abierto y participativo, que a lo largo del tiempo ha tenido diferentes expresiones, una de ellas es el kirchnerismo.
¿Cómo se da vuelta la página?
Tenemos que tener en cuenta los grandes temas de la agenda pública nacional, entre los cuales figura la infraestructura. Necesitamos integrar el país con transporte adecuado como son los ferrocarriles, las autopistas, las rutas. Hay que solucionar el problema de la inflación, la energía, mejorar la habilidad de los haberes jubilatorios. Ahora, si seguimos en confrontaciones, acusaciones y conflictos vamos a seguir desgastando al país. Nada mejor que recordar lo que dijo Ortega y Gasset “Argentinos, a las cosas”. (PUNTO CERO).
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