domingo, septiembre 28, 2008

Luján. Múltiples denuncias contra “personal foráneo”. El Concejo pregunta sobre este tema desde abril

LUJAN, Setiembre 28, (PUNTO CERO-El Civismo) Desde el Hospital, el Taller Municipal Nº 1, el Basural y el área de Control Urbano se dieron a conocer situaciones que impiden el normal desarrollo de las tareas.
En todas aparecen involucradas personas domiciliadas fuera de Luján que ingresaron a la Planta Temporaria y sólo responderían a Graciela Rosso.
Uno de los hechos más graves lo sufrió este miércoles un inspector de tránsito.
El 30 de abril último, el entonces bloque del Partido de la Victoria presentó una comunicación donde se solicitaba al Departamento Ejecutivo la nómina completa “del personal incorporado en las últimas semanas para desempeñarse en particular en la Subsecretaría de Relaciones con la Comunidad y Control Urbano, y el acto administrativo respaldatorio de dichas designaciones”. Además, se pedía información sobre los mecanismos de selección utilizados para esos nombramientos.
En los considerando de esa solicitud, los concejales hablaban de un grupo de aproximadamente 15 personas que “desembarcó” en la dependencia municipal mencionada y que “se presentó ante al resto del personal municipal como agentes de la Administración Pública Nacional y/o Provincial que realizarían tareas en nuestra ciudad”.
“Conocemos, por comentarios del personal municipal, la preocupación que tales incorporaciones han causado, toda vez que en el trato cotidiano exhiben la diatriba como forma de relacionarse. Dicha actitud propia de regímenes autoritarios no hace más que confirmar el carácter de ‘grupos de tareas’ y/o ‘parapolicial’ de dicho personal”, agregaban los ediles.
La nómina con la que el Ejecutivo respondió a la solicitud del Concejo no incluía ningún nombramiento foráneo. Sin embargo, ese pedido de comunicación surgió como respuesta a una situación que comenzó a correr como rumor en distintas dependencias municipales desde la llegada a la Intendencia del gobierno de Graciela Rosso.
Específicamente se habla de la incorporación a la planta de trabajadores municipales de personas domiciliadas fuera de Luján, relacionadas con “tareas de vigilancia” de los empleados y que, según pudo constatar EL CIVISMO, en estos meses protagonizaron distintos hechos que por lo menos pueden calificarse como desafortunados.

LA NOCHE
En los pasillos municipales se habla de “Los doce apóstoles”, en alusión a la posible cantidad de personas que integran ese grupo foráneo que arribó al municipio de la mano de la gestión de Rosso. La incertidumbre también rodea a la tarea exacta que desempeñan, aunque su presencia es un hecho en distintas dependencias del municipio.
El sábado 16 del mes pasado, una semana antes del incidente en el pub Al Diablo que derivó en la renuncia del entonces director de Relaciones con la Comunidad -Andrés Salvatto-, ocurrió un episodio en ese mismo local nocturno que involucró a parte de este grupo de “trabajadores municipales”.
Cuando los inspectores a cargo de Salvatto intentaron realizar un control en Al Diablo se encontraron con cuatro personas que, en buenos términos, les comunicaron que luego de una reunión mantenida con Oscar Clarencio (subsecretario de Relaciones con la Comunidad y Control Urbano) y con la intendenta, habían quedado a cargo de custodiar la actividad nocturna. Esa noche, el factor ocupacional estaba sobrepasado y los inspectores que respondían a Salvatto también notaron que se estaba bailando en el interior del local. A pesar de estas irregularidades, debieron retirarse y el pub continuó abierto.
El incidente fue notificado por Salvatto en un pre-sumario presentado un día antes de abandonar su cargo. En ese escrito, el ahora ex funcionario identifica con nombre y apellido a quien se presentó ante el grupo de inspectores. Se trata de Bruno Gonzalo Varchioni, con domicilio legal en la ciudad de Necochea, nombrado para cumplir tareas en la Subsecretaría de Relaciones con la Comunidad y Control Urbano, según el decreto 609/2008.
El ingreso de Varchioni a la Planta Temporaria de trabajadores municipales se concretó el 15 de abril y su permanencia está asegurada hasta el 31 de diciembre próximo. En el decreto se nombra a Varchioni como Personal de Fiscalización–Inspector de Tránsito de 48 horas semanales. También se deja asentada la incorporación de Daniel Fabián Sotelo, con domicilio legal en la calle Lamadrid del barrio de La Boca, en la ciudad de Buenos Aires.
“Es gente que trajo (Rosso) de afuera y que figuran como inspectores. No sé quiénes son pero estaban en ese boliche. No estoy en contra de que me controlen, pero con tan pocos recursos (8 inspectores y un solo vehículo) por lo menos me tendrían que haber dicho y así coordinábamos tareas para optimizar recursos”, dijo Salvatto a EL CIVISMO luego de renunciar a su cargo en una nota publicada el 30 del mes pasado.

A LA PLAZA NO
Distintos incidentes opacaron la visita del gobernador Daniel Scioli el lunes 26 de mayo pasado. El mandatario provincial formó parte del lanzamiento en Luján de las actividades por el Bicentenario, mediante un acto realizado en la plaza Belgrano. En esa oportunidad, productores agropecuarios de la zona se hicieron presentes para recriminarle a Scioli su falta de definición en el conflicto entre el gobierno y el campo.
La protesta exasperó los ánimos de algunos funcionarios locales, y un empleado abocado a la seguridad de la actividad agredió al camarógrafo de TeleRed Rubén Castro. Horas antes de ese lamentable incidente, los ruralistas tuvieron el suyo en la sede de ARPAE. Movilizados en un Volkswagen Golf rojo, hasta ese lugar llegaron dos personas que se identificaron como trabajadores municipales, para “sugerirles” a los productores que no se acercaran a la plaza Belgrano.
“Estos dos señores bajaron de un auto y lo primero que nos dijeron fue que no íbamos a poder ingresar a la plaza. Les pregunté quiénes eran, y nos dijeron que eran Mario Corzo, vestido con un traje celeste, y Daniel Sotelo (ya mencionado en párrafos anteriores). Dijeron que eran de seguridad de la Municipalidad y después que eran de la Gobernación. Después nos dijeron que podíamos entrar a la plaza pero no llevar pancartas. La gente se puso nerviosa y entonces se fueron”, explicó en esa oportunidad el presidente de la sociedad de fomento rural Cañada de Arias, Luis Andrieu.
Según el decreto 611/2008, Mario José Corzo fue designado como Personal Obrero–Clase VII de 48 horas semanales, en Planta Temporaria, para desempeñar funciones en el Taller Municipal Nº 1 a partir del 15 de abril y hasta el 31 de diciembre. Corzo es otra incorporación foránea: su domicilio legal figura en la calle Azopardo del barrio La Boca de la ciudad de Buenos Aires. Esta semana, un inspector municipal denunció a Corzo por amenazas
El nombramiento de Corzo estuvo acompañado por el de otros dos porteños del mismo barrio: José Roque Fotia (domiciliado en la calle Mariano Necochea) y José Rubén Porri (domiciliado en la calle Juan Manuel Blanes).
Un trabajador que desempeña funciones en el Taller 1, confirmó a este medio la presencia de personal “extraño” desde hace ya varios meses.
“Vienen a la hora que quieren y se van a la hora que quieren. Nadie sabe muy bien qué hacen”, dijo el empleado que pidió reserva de su identidad por temor a algún tipo de represalia. EL CIVISMO pudo saber que estas incorporaciones no responden a las órdenes del director de Servicios Públicos, Julio García, funcionario a cargo de los talleres municipales. Tampoco tienen restricciones de horarios y días: vienen sin aviso y se van de la misma manera, aunque las frecuencias de sus “visitas” al lugar donde fueron designados como trabajadores se ha espaciado en el último tiempo.

TIROS EN EL BASURAL
El 8 de julio, el Sindicato de Trabajadores Municipales presentó una nota dirigida a la intendenta Rosso donde se detallaba que en el Basural Municipal se escuchaban detonaciones de armas de fuego. En el escrito, el gremio conducido por Enrique Peñalba explicaba que en el predio de la ruta 192 se “veían armas asomando del abrigo de personal que, según todo parece indicar, forma parte de su Estado Mayor”.
“La denuncia firmada por los agentes que trabajan en el lugar no la tendremos nunca, simplemente porque tienen miedo. Miedo al maltrato, al traslado, a quedarse sin trabajo. Miedo a usted, señora. El miedo. Ese es otro tema a tratar en su momento. Aunque le adelantamos que con ese sentimiento se manda, pero no se gobierna.
“Esta referencia no se puede atribuir a la imaginación de alguien o al intento de hacer aparecer a su personal como matones. Sólo hace falta que se dé una vuelta por el nombrado basural y verá cápsulas servidas desparramadas, y con ordenar un cacheo verá que lo dicho es cierto”, se expresa en la carta.
La nota del Sindicato de Trabajadores Municipales desembocó en el expediente 4069-04860/2008. Ese documento ingresó el 10 de julio a la Secretaría de Gobierno para luego transitar por otras dependencias como la Secretaría Legal y Técnica y la Subdirección de Asuntos Jurídicos. El expediente consta de unas seis páginas donde los responsables de esas áreas no brindan demasiado asidero a la denuncia del Sindicato de Trabajadores Municipales, pero relacionan esa acusación con el expediente 4069-3612/2008, hoy bajo secreto de sumario, donde el director de Infraestructura Urbana solicita que se inicie una investigación a tres agentes sospechados de incendiar el basural.
En realidad, el posible incendio intencional de “La Quema” y las detonaciones guardan una relación forzada de acción-reacción. Hacia mediados de año, desde el gobierno se sospechaba que existía una mano negra encargada de prender fuego distintos sectores del predio, que contaba con seguridad privada. Varios testimonios a los que accedió EL CIVISMO aseguraron que parte del extraño grupo de trabajadores foráneos que desembarcó en Luján se dedicó, entonces, a evitar supuestos actos de sabotajes en ese lugar de una manera poco ortodoxa.
“Venían tres o cuatro de estos tipos que trajo Rosso de afuera, se dispersaban en el Basural y comenzaban a los tiros. Esto siempre ocurría de madrugada”, detalló una fuente consultada por este bisemanario.
Hay quienes consideran que relacionar los dos expedientes fue una manera de embarrar la cancha: “En realidad estos expedientes no tienen una relación directa. Porque si realmente alguien incendiaba el basural, eso no justifica que vayan personas a tirar tiros al aire”, explicó otra fuente que dialogó con este medio.

MATES Y ARMAS EN EL HOSPITAL
Estas presencias indeseables también llegaron al Hospital Nuestra Señora de Luján, específicamente al espacio donde funciona la nueva Maternidad. A principios de año, las autoridades del nosocomio solicitaron a Rosso la designación de personal policial femenino exclusivamente abocado a controlar ese sector del centro de salud, al margen de la seguridad privada que funciona en el resto del establecimiento.
Ante ese pedido, la intendenta cumplió a medias: por cuestiones de costos no mandó uniformados, pero sí a dos personas cuyo trabajo más importante consiste en tomar mates en el playón de estacionamiento.
Pero la cuestión es bastante más seria que un típico caso de personal poco comprometido con su trabajo. Según las averiguaciones realizadas por EL CIVISMO, estas dos personas –apodadas “Los gordos” en referencia a su contextura física- circulan por los pasillos del Hospital con armas en sus cinturas.
“Se la pasan tomando mates en la playa de estacionamiento y no hacen nada. Son gente de confianza de Rosso, son del grupo de los patoteros que trajo a Luján”, dijo un empleado del centro de salud.
“Son pesados, andan armados. Ahora ya no vienen tan seguido, pero cuando vienen están un rato sentados en la puerta de Maternidad, salen a fumar, toman mates. Acá no los quiere nadie, son gente peligrosa. Se mueven en un Ford Falcón verde”, agregó otra persona que conoce en detalle el día a día del sector Maternidad.
Según los datos recogidos por EL CIVISMO, una de las personas se apellidaría Ávila y también tendría su domicilio legal en el barrio de La Boca.

Posibles vinculaciones
La llegada al municipio de “Los doce apóstoles” estaría relacionada con los afiches y volantes en contra de la jefa comunal, que aparecieron en Luján durante el último verano. A fines de enero, en varios sectores de la ciudad, fueron pegados afiches con las fotos de Rosso, Isabel Perón y Raúl Guglielminetti y la frase “Roma no paga a traidores”.
Semanas después, una avioneta arrojó volantes donde se podía ver a una sonriente jefa comunal y a una más seria Isabel Perón unidas por la palabra “volvieron”.
En el Concejo Deliberante se vincula a esa campaña de desprestigio con el Sindicato Único de Trabajadores de Edificios de Renta y Horizontal (SUTERH), conducido por Víctor Santa María. Ese gremio acompañó la candidatura de Rosso a la Intendencia de Luján. Una vez en el poder, la jefa comunal habría decidido incorporar a personas de ese gremio en el staff municipal.
Los afiches y volantes aparecieron durante enero y febrero, los nombramientos de personal foráneo que comprobó EL CIVISMO comenzaron a concretarse en abril.
En la sesión del 22 del mes pasado, el concejal princista Salvador Domingo Faro se refirió al tema: “Quiero referirme a algunos hechos producidos en Luján, cuya responsabilidad se le imputaba a problemas políticos locales y apuntaban específicamente al compañero Prince. Hubo un avión que tiró algunos volantes. Según el número de matrícula, se determinó que ese avión era de Bragado, y sabemos que en Bragado vive un integrante del SUTERH que en su momento acompañó la campaña electoral de la señora intendenta. No somos ningunos bandoleros, ningunos sinvergüenzas ni mafiosos”.

A preguntarle a los políticos
EL CIVISMO intentó conocer la versión de un funcionario a cargo de una dependencia municipal donde fue nombrado parte de este “personal foráneo”.

De manera informal y con el grabador apagado, dijo: “El grupo de gente de trabajo con el que cuento es siempre el mismo y se lo puede ver en la calle cumpliendo todos los días con su tarea. Si quieren saber sobre otro tipo de nombramiento pregúntenle a los políticos, a mí no me metan en eso”. (PUNTO CERO-El Civismo).

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