(La Política OnLine). El jefe de gabinete, con apoyos claves en el PJ bonaerense, quiere secundar al gobernador en su fórmula reeleccionista y mantiene un enfrentamiento con el ministro del Interior, que tiene mejor imagen pero es resistido por el sciolismo. En el sciolismo se niegan a hablar del tema por respeto al convaleciente Alberto Balestrini.
La Política Online | 25.06.2010 11:20:00
La ya instalada campaña por la reelección de Daniel Scioli como gobernador de la provincia de Buenos Aires, tiene su principal incógnita en saber quién lo secundará en la fórmula.
Desde un principio el número puesto era el vicegobernador Alberto Balestrini, pero por su larga convalecencia a raíz del accidente cerebro vascular que sufrió semanas atrás y que aún en el escenario más optimista lo obligará a abandonar por el tiempo que dure su recuperación la política activa, ya comenzó a provocar los primeros deslizamientos.
El tema es materia de diálogos y posicionamientos en el PJ bonaerense, pero se mantiene con la cautela que exiege la situación de Balestrini.
Es así que dirigentes del PJ bonaerense como el ministro de Desarrollo Social, Baldomero “Cacho” Álvarez o el ministro del Interior de la Nación, Florencio Randazzo, ya dejaron trascender su voluntad de compañar a Scioli. Grilla a la que se sumó el jefe de Gabinete Aníbal Fernández.
Por el lado de “Cacho”, es sabido que el ex intendente de Avellaneda aceptó desembarcar en la cartera de Desarrollo con el fin último de ocupar un lugar en la fórmula provincial de 2011. Y contaría con el apoyo de algunos intendentes del Conurbano, aunque difícilmente consiga el visto bueno de Néstor Kirchner, ya que el santacruceño no confía en los denominados “barones” desde los comicios legislativos del año pasado.
Randazzo es de Chivilcoy, una pequeña ciudad de la cuarta sección electoral bonaerense. Sin embargo, el poder que le otorga el cargo y la buena sintonía con el matrimonio Kirchner, así como su conocimiento fino del entramado bonaerense y la relación con algunos intendentes como Darío Giustozzi de Almirante Brown, también lo ubican en la "short list" de los posibles acompañantes de Scioli.
Aunque en el entorno del gobernador no ocultan sus recelos sobre el ministro, a quien verían como una sombra demasiado presente del propio Kirchner. Después de todo, fue Randazzo quien en su momento ejerció ese rol, cuando Felipe Solá era gobernador y Kirchner necesitaba una persona de su confianza en el gabinete bonaerense.
Previsibles, desde el entorno de Randazzo dijeron a La Política Online que el ministro no está pensando en estos momentos en candidaturas.
De cualquier manera, Randazzo lejos está de tener allanado el camino, puesto que otro peso pesado se anotó en la disputa: el locuaz jefe de gabinete Aníbal Fernández, con quien mantiene una constante puja de poder.
Aníbal fue intendente de Quilmes y tiene muy buenas conexiones en el PJ bonaerense (que integra como consejero) a través del ministro de Agricultura, Julián Domínguez (rival de Randazzo en la cuarta sección) y el actual titular del Congreso del justicialismo provincial, José María Díaz Bancalari.
Pero el jefe de Gabinete tiene una relación con altibajos con los Kirchner y arrasta el costo de ser el abanderado de las causas más impopulares del Gobierno.
De todas maneras, si algo le sobra a Aníbal Fernández es voluntad política y ahora sumó a su despliegue mediático y armado político, una activa participación en las redes sociales a través de su propia intervención y la red de blogueros k que lo suelen tener como invitado de lujo en sus fiestas.
Ni uno ni el otro
Si bien Scioli tuvo en 2007 a un compañero de fórmula con peso propio como Balestrini, ahora no estaría muy contento con tener al lado a hombres con el poder de Aníbal y Randazzo.
Randazzo tiene el perfil de alguien que soportaría ser vice durante cuatro años con tal de llegar a la gobernación en 2015, sin embargo desde el sciolismo lo ven como un “inspector” del kirchnerismo. Desde el entorno del ministro dijeron a este medio que con Scioli “está todo bien”, aunque aclararon que las versiones de malestar entre los dirigentes seguramente provienen de “sectores del sciolismo que quieren contaminar la cosa”.
Por su parte, a Aníbal lo ven como a alguien que no se aguantaría a sí mismo como segundo de nadie, lo que generaría tarde o temprano una guerra institucional como la que tiene Cristina Kirchner con Julio Cobos.
Pero con la figura acechante de Hugo Moyano, que sigue amenazando con ir por la gobernación (para eventualmente coronar en una negociación desde el vice a cantidad de legisladores) y con el PJ disidente inclinándose por Francisco De Narváez y la ascendente figura de Sergio Massa oscilando entre ambas fuerzas, Scioli deberá elegir tarde o temprano por el hombre que digite Néstor Kirchner.
La Política Online | 25.06.2010 11:20:00
La ya instalada campaña por la reelección de Daniel Scioli como gobernador de la provincia de Buenos Aires, tiene su principal incógnita en saber quién lo secundará en la fórmula.
Desde un principio el número puesto era el vicegobernador Alberto Balestrini, pero por su larga convalecencia a raíz del accidente cerebro vascular que sufrió semanas atrás y que aún en el escenario más optimista lo obligará a abandonar por el tiempo que dure su recuperación la política activa, ya comenzó a provocar los primeros deslizamientos.
El tema es materia de diálogos y posicionamientos en el PJ bonaerense, pero se mantiene con la cautela que exiege la situación de Balestrini.
Es así que dirigentes del PJ bonaerense como el ministro de Desarrollo Social, Baldomero “Cacho” Álvarez o el ministro del Interior de la Nación, Florencio Randazzo, ya dejaron trascender su voluntad de compañar a Scioli. Grilla a la que se sumó el jefe de Gabinete Aníbal Fernández.
Por el lado de “Cacho”, es sabido que el ex intendente de Avellaneda aceptó desembarcar en la cartera de Desarrollo con el fin último de ocupar un lugar en la fórmula provincial de 2011. Y contaría con el apoyo de algunos intendentes del Conurbano, aunque difícilmente consiga el visto bueno de Néstor Kirchner, ya que el santacruceño no confía en los denominados “barones” desde los comicios legislativos del año pasado.
Randazzo es de Chivilcoy, una pequeña ciudad de la cuarta sección electoral bonaerense. Sin embargo, el poder que le otorga el cargo y la buena sintonía con el matrimonio Kirchner, así como su conocimiento fino del entramado bonaerense y la relación con algunos intendentes como Darío Giustozzi de Almirante Brown, también lo ubican en la "short list" de los posibles acompañantes de Scioli.
Aunque en el entorno del gobernador no ocultan sus recelos sobre el ministro, a quien verían como una sombra demasiado presente del propio Kirchner. Después de todo, fue Randazzo quien en su momento ejerció ese rol, cuando Felipe Solá era gobernador y Kirchner necesitaba una persona de su confianza en el gabinete bonaerense.
Previsibles, desde el entorno de Randazzo dijeron a La Política Online que el ministro no está pensando en estos momentos en candidaturas.
De cualquier manera, Randazzo lejos está de tener allanado el camino, puesto que otro peso pesado se anotó en la disputa: el locuaz jefe de gabinete Aníbal Fernández, con quien mantiene una constante puja de poder.
Aníbal fue intendente de Quilmes y tiene muy buenas conexiones en el PJ bonaerense (que integra como consejero) a través del ministro de Agricultura, Julián Domínguez (rival de Randazzo en la cuarta sección) y el actual titular del Congreso del justicialismo provincial, José María Díaz Bancalari.
Pero el jefe de Gabinete tiene una relación con altibajos con los Kirchner y arrasta el costo de ser el abanderado de las causas más impopulares del Gobierno.
De todas maneras, si algo le sobra a Aníbal Fernández es voluntad política y ahora sumó a su despliegue mediático y armado político, una activa participación en las redes sociales a través de su propia intervención y la red de blogueros k que lo suelen tener como invitado de lujo en sus fiestas.
Ni uno ni el otro
Si bien Scioli tuvo en 2007 a un compañero de fórmula con peso propio como Balestrini, ahora no estaría muy contento con tener al lado a hombres con el poder de Aníbal y Randazzo.
Randazzo tiene el perfil de alguien que soportaría ser vice durante cuatro años con tal de llegar a la gobernación en 2015, sin embargo desde el sciolismo lo ven como un “inspector” del kirchnerismo. Desde el entorno del ministro dijeron a este medio que con Scioli “está todo bien”, aunque aclararon que las versiones de malestar entre los dirigentes seguramente provienen de “sectores del sciolismo que quieren contaminar la cosa”.
Por su parte, a Aníbal lo ven como a alguien que no se aguantaría a sí mismo como segundo de nadie, lo que generaría tarde o temprano una guerra institucional como la que tiene Cristina Kirchner con Julio Cobos.
Pero con la figura acechante de Hugo Moyano, que sigue amenazando con ir por la gobernación (para eventualmente coronar en una negociación desde el vice a cantidad de legisladores) y con el PJ disidente inclinándose por Francisco De Narváez y la ascendente figura de Sergio Massa oscilando entre ambas fuerzas, Scioli deberá elegir tarde o temprano por el hombre que digite Néstor Kirchner.
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