(La Política OnLine). Son la segunda minoría en la Legislatura porteña y aunque por diciembre se creía que serían el gran dolor de cabeza del macrismo en 2010, las diferencias internas y la falta de experiencia parlamentaría dejó a los paladines de Fernando “Pino” Solanas y Claudio Lozano en discusiones innecesarias y proyectos de poca trascendencia.
Antes del 28 de junio ninguno creía que la lista encabezada por Fernando Pino Solanas pudiera sacar 25 puntos y conseguir ocho bancas en la Legislatura porteña. Para los primeros días de diciembre ya todos hablaban del perfil progresista del bloque que jaquearía el poder macrista en Diputados. Por estos días, la mayoría coincide en que el bloque Proyecto Sur quedó atrapado en su propia interna a la que se suma la inexperiencia y la falta de amplitud política para generar alianzas con sectores de perfil similar.
La pelea entre María América González y Julio Raffo ayer en el medio del recinto y en el marco de una respuesta al jefe del bloque del Pro, Cristián Ritondo, puso en evidencia las diferencias del espacio. Discrepancias que se advirtieron también a la salida de la sesión del 10 de junio cuando Laura García Tuñón discutió también con Raffo, esta vez por diferencias respecto de la postura que se tomaría ante las presiones de los trabajadores por el incremento salarial.
Al bloque de Proyecto Sur le falta un conductor, su presidente, Fabio Basteiro intenta conciliar posturas, pero le falta experiencia y prima su perfil sindical por sobre el político. Es que en ese espacio existen dos líneas claras que no siempre confluyen. Por una parte están los legisladores que responden a la CTA y Claudio Lozano y por otro los que mantienen fidelidad a Pino. El primer grupo lo lidera Basteiro y lo integran Rafael Gentili, Laura García Tuñón y María América González. El segundo lo comanda Raffo y lo acompañan los hombres del Partido Socialista Auténtico (PSA), Jorge Selser y Adrián Camps.
Delia Bissuti es la más filo kirchnerista y si bien en algún momento contempló pasarse a Nuevo Encuentro, el sabatellismo en la Ciudad, hoy se mantiene firme en Proyecto Sur. Bisutti vine del SI y es una de las que pugna por convencer a Pino de pelear por la Ciudad en las elecciones de 2011.
Diputados de mayor trayectoria entienden que el problema de Proyecto Sur es no abrir el juego y tejer alianza. “Ellos creen que pueden solos, que les alcanza para enfrentar al macrismo en la Ciudad. Y lo cierto es que pensando en ser Gobierno, quizá la experiencia que se necesita para gobernar la Ciudad no está en la estructura de proyecto Sur y necesitan tomarla de otros sectores afines sin pedirle a nadie que arroje su pasado a los perros. Hay que ser bastante más humildes”, reflexionaron desde sectores de la oposición ante la consulta de LPO.
Esa inexperiencia se advirtió, por ejemplo, en la intervención de Gentili durante la interpelación al ministro de Seguridad, Guillermo Montenegro. Durante su alocución el diputado mostró desconocer la situación procesal del funcionario (no tenía claro si Montenegro había sido sobreseído o se le había dictado falta de mérito, noticia que había estado en los medios durante todo ese día y el anterior) macrista respecto de la causa de las escuchas telefónicas, tema por el que justamente había sito citado a la Legislatura. Gentili era el octavo diputado de la lista de proyecto Sur, un hombre que propuso la CTA, pero que hoy no lo reconoce como bastión en la Legislatura.
Atados a la agenda nacional y enfrascados en un debate, para muchos prematuro, respecto de candidaturas, el bloque de Pino en la Legislatura “lo único que hizo fue presentar proyectos de declaración de ciudadanos ilustres y actuando más con una postura defensiva que propositiva”, apuntan legisladores no oficialistas.
Martín Hourest es el hombre de experiencia parlamentaria de Proyecto Sur, pero por diferencias abandonó el espacio y hoy forma el monobloque Igualdad Social. Su desafío era mediar para aglutinar a la oposición no kirchnerista y armar un interbloque que funcione como una plataforma común. En diálogo con LPO el diputado reconoció que eso no está pasando y “esa es la primera limitación con la que nos encontramos hoy”.
Ese interbloque debería estar formado por Proyecto Sur, el ibarrismo, la Coalición Cívica y el Socialismo. Pero en el ala fiel a Lozano en proyecto Sur, Aníbal Ibarra es casi mala palabra. La reticencia de ese sector a formar una alianza con el ex jefe de Gobierno se materializó en la convocatoria a la conferencia de prensa de fines de mayo por la creación de la comisión investigadora por el procesamiento de Macri.
Aunque desde Proyecto Sur se había convocado a la conferencia en la que estarían también Solanas y Lozano, la participación de Ibarra en la conferencia paró la visita de los diputados nacionales a la Legislatura. El único que se sentó en la mesa de esa primera rueda de prensa fue el jefe del bloque, Fabio Basteiro, pero no habló. Al día siguiente y sin la participación de Ibarra, el bloque completo de proyecto Sur acompañó a Pino y Lozano en una nueva conferencia de prensa para decir casi lo mismo que antes habían dicho junto a Diálogo por Buenos Aires.
Antes del 28 de junio ninguno creía que la lista encabezada por Fernando Pino Solanas pudiera sacar 25 puntos y conseguir ocho bancas en la Legislatura porteña. Para los primeros días de diciembre ya todos hablaban del perfil progresista del bloque que jaquearía el poder macrista en Diputados. Por estos días, la mayoría coincide en que el bloque Proyecto Sur quedó atrapado en su propia interna a la que se suma la inexperiencia y la falta de amplitud política para generar alianzas con sectores de perfil similar.
La pelea entre María América González y Julio Raffo ayer en el medio del recinto y en el marco de una respuesta al jefe del bloque del Pro, Cristián Ritondo, puso en evidencia las diferencias del espacio. Discrepancias que se advirtieron también a la salida de la sesión del 10 de junio cuando Laura García Tuñón discutió también con Raffo, esta vez por diferencias respecto de la postura que se tomaría ante las presiones de los trabajadores por el incremento salarial.
Al bloque de Proyecto Sur le falta un conductor, su presidente, Fabio Basteiro intenta conciliar posturas, pero le falta experiencia y prima su perfil sindical por sobre el político. Es que en ese espacio existen dos líneas claras que no siempre confluyen. Por una parte están los legisladores que responden a la CTA y Claudio Lozano y por otro los que mantienen fidelidad a Pino. El primer grupo lo lidera Basteiro y lo integran Rafael Gentili, Laura García Tuñón y María América González. El segundo lo comanda Raffo y lo acompañan los hombres del Partido Socialista Auténtico (PSA), Jorge Selser y Adrián Camps.
Delia Bissuti es la más filo kirchnerista y si bien en algún momento contempló pasarse a Nuevo Encuentro, el sabatellismo en la Ciudad, hoy se mantiene firme en Proyecto Sur. Bisutti vine del SI y es una de las que pugna por convencer a Pino de pelear por la Ciudad en las elecciones de 2011.
Diputados de mayor trayectoria entienden que el problema de Proyecto Sur es no abrir el juego y tejer alianza. “Ellos creen que pueden solos, que les alcanza para enfrentar al macrismo en la Ciudad. Y lo cierto es que pensando en ser Gobierno, quizá la experiencia que se necesita para gobernar la Ciudad no está en la estructura de proyecto Sur y necesitan tomarla de otros sectores afines sin pedirle a nadie que arroje su pasado a los perros. Hay que ser bastante más humildes”, reflexionaron desde sectores de la oposición ante la consulta de LPO.
Esa inexperiencia se advirtió, por ejemplo, en la intervención de Gentili durante la interpelación al ministro de Seguridad, Guillermo Montenegro. Durante su alocución el diputado mostró desconocer la situación procesal del funcionario (no tenía claro si Montenegro había sido sobreseído o se le había dictado falta de mérito, noticia que había estado en los medios durante todo ese día y el anterior) macrista respecto de la causa de las escuchas telefónicas, tema por el que justamente había sito citado a la Legislatura. Gentili era el octavo diputado de la lista de proyecto Sur, un hombre que propuso la CTA, pero que hoy no lo reconoce como bastión en la Legislatura.
Atados a la agenda nacional y enfrascados en un debate, para muchos prematuro, respecto de candidaturas, el bloque de Pino en la Legislatura “lo único que hizo fue presentar proyectos de declaración de ciudadanos ilustres y actuando más con una postura defensiva que propositiva”, apuntan legisladores no oficialistas.
Martín Hourest es el hombre de experiencia parlamentaria de Proyecto Sur, pero por diferencias abandonó el espacio y hoy forma el monobloque Igualdad Social. Su desafío era mediar para aglutinar a la oposición no kirchnerista y armar un interbloque que funcione como una plataforma común. En diálogo con LPO el diputado reconoció que eso no está pasando y “esa es la primera limitación con la que nos encontramos hoy”.
Ese interbloque debería estar formado por Proyecto Sur, el ibarrismo, la Coalición Cívica y el Socialismo. Pero en el ala fiel a Lozano en proyecto Sur, Aníbal Ibarra es casi mala palabra. La reticencia de ese sector a formar una alianza con el ex jefe de Gobierno se materializó en la convocatoria a la conferencia de prensa de fines de mayo por la creación de la comisión investigadora por el procesamiento de Macri.
Aunque desde Proyecto Sur se había convocado a la conferencia en la que estarían también Solanas y Lozano, la participación de Ibarra en la conferencia paró la visita de los diputados nacionales a la Legislatura. El único que se sentó en la mesa de esa primera rueda de prensa fue el jefe del bloque, Fabio Basteiro, pero no habló. Al día siguiente y sin la participación de Ibarra, el bloque completo de proyecto Sur acompañó a Pino y Lozano en una nueva conferencia de prensa para decir casi lo mismo que antes habían dicho junto a Diálogo por Buenos Aires.
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