(La Política OnLine). El Colorado encabezó un acto en La Plata para revivir su alianza con el jefe de gobierno porteño y se bajó finalmente de la carrera presidencial delante de varios dirigentes de la plana mayor del Pro, a los que incluso les dejó un lugar en la lista de oradores. Además confesó que "se fue de pista" con sus ataques dirigidos a Macri.
Alfredo "Tati" Meckievi, Gustavo Ferrari, Jorge Macri, Francisco de Narváez, su mujer Agustina Ayllón, Mónica López y Gonzalo Atanasof.Ver más imágenes»
Francisco De Narváez consiguió trasladar a La Plata a buena parte de la plana mayor del macrismo y se lanzó (¿definitivamente?) como candidato a gobernador por la provincia de Buenos Aires.
En el club Atenas en el que celebró el aniversario de la victoria electoral sobre el kirchnerismo, el empresario encabezó un plenario al que asistieron dirigentes del Pro como el ministro de Hacienda porteño Néstor Grindetti, los diputados nacionales Jorge Triaca y Gladys González, y todos los diputados y senadores bonaerenses que responden a Mauricio Macri.
El acto contó además con la presencia de concejales de todas las secciones electorales de la provincia y tuvo rasgos peronistas, ya que sobre la avenida 13 en la que se encuentra el club, se pudieron escuchar los bombos característicos de los actos justicialistas y sentir el olor a choripán.
Antes de su discurso, De Narváez dio una fuerte muestra de unión de la alianza que se tambalea desde hace semanas al dejar hablar a Jorge Macri, el primo del jefe de gobierno porteño que mantiene una relación compleja con el ex dueño de Casa Tía que varias veces ha propiciado climas de ruptura.
El Colorado también le dio protagonismo a Gladys González, del núcleo duro del macrismo, que devolvió la gentileza al decir que “dentro de nuestro proyecto estamos convencidos que Francisco es la mejor alternativa para la provincia de Buenos Aires y sabemos que la campaña que viene nos encontrará nuevamente juntos”.
Además, no pasó desapercibido que una de las oradoras fue la diputada provincial Mónica López, que es mencionada como posible candidata a vicegobernadora en la fórmula con el Colorado.
Como sea, cuando llegó su turno, De Narváez pidió un aplauso para Mauricio Macri y Felipe Solá y también para el vicegobernador Alberto Balestrini, a quien calificó como “un gran dirigente que está peleando por su vida”.
Luego fue claro: “no duden que vamos a gobernar la provincia de Buenos Aires a partir del 10 de diciembre de 2011”, dijo el diputado y no dejó dudas sobre su vuelco a la provincia y el olvido a la intrincada candidatura presidencial que nunca dejó de descartar.
Para justificar sus encontronazos mediáticos con Mauricio Macri, el Colorado deslizó una frase de autocrítica: “nos hemos dividido y no hemos sumado; hemos dialogado poco, yo también me fui de pista", se sinceró.
Luego hizo un guiño a los intendentes, cuyo apoyo es clave para ganar en territorio bonaerense: “vamos a continuar la asistencia de quienes lo necesitan, pero sin clientelismo y administrado por los intendentes y vamos a hacer mucha obra pública, pero buena y transparente”, afirmó.
Después disparó contra el Gobierno nacional, al decir que “somete a las provincias, persigue a los que pensamos distinto y ha permitido que la droga y el narcotráfico se instalen en el país”.
Alfredo "Tati" Meckievi, Gustavo Ferrari, Jorge Macri, Francisco de Narváez, su mujer Agustina Ayllón, Mónica López y Gonzalo Atanasof.Ver más imágenes»
Francisco De Narváez consiguió trasladar a La Plata a buena parte de la plana mayor del macrismo y se lanzó (¿definitivamente?) como candidato a gobernador por la provincia de Buenos Aires.
En el club Atenas en el que celebró el aniversario de la victoria electoral sobre el kirchnerismo, el empresario encabezó un plenario al que asistieron dirigentes del Pro como el ministro de Hacienda porteño Néstor Grindetti, los diputados nacionales Jorge Triaca y Gladys González, y todos los diputados y senadores bonaerenses que responden a Mauricio Macri.
El acto contó además con la presencia de concejales de todas las secciones electorales de la provincia y tuvo rasgos peronistas, ya que sobre la avenida 13 en la que se encuentra el club, se pudieron escuchar los bombos característicos de los actos justicialistas y sentir el olor a choripán.
Antes de su discurso, De Narváez dio una fuerte muestra de unión de la alianza que se tambalea desde hace semanas al dejar hablar a Jorge Macri, el primo del jefe de gobierno porteño que mantiene una relación compleja con el ex dueño de Casa Tía que varias veces ha propiciado climas de ruptura.
El Colorado también le dio protagonismo a Gladys González, del núcleo duro del macrismo, que devolvió la gentileza al decir que “dentro de nuestro proyecto estamos convencidos que Francisco es la mejor alternativa para la provincia de Buenos Aires y sabemos que la campaña que viene nos encontrará nuevamente juntos”.
Además, no pasó desapercibido que una de las oradoras fue la diputada provincial Mónica López, que es mencionada como posible candidata a vicegobernadora en la fórmula con el Colorado.
Como sea, cuando llegó su turno, De Narváez pidió un aplauso para Mauricio Macri y Felipe Solá y también para el vicegobernador Alberto Balestrini, a quien calificó como “un gran dirigente que está peleando por su vida”.
Luego fue claro: “no duden que vamos a gobernar la provincia de Buenos Aires a partir del 10 de diciembre de 2011”, dijo el diputado y no dejó dudas sobre su vuelco a la provincia y el olvido a la intrincada candidatura presidencial que nunca dejó de descartar.
Para justificar sus encontronazos mediáticos con Mauricio Macri, el Colorado deslizó una frase de autocrítica: “nos hemos dividido y no hemos sumado; hemos dialogado poco, yo también me fui de pista", se sinceró.
Luego hizo un guiño a los intendentes, cuyo apoyo es clave para ganar en territorio bonaerense: “vamos a continuar la asistencia de quienes lo necesitan, pero sin clientelismo y administrado por los intendentes y vamos a hacer mucha obra pública, pero buena y transparente”, afirmó.
Después disparó contra el Gobierno nacional, al decir que “somete a las provincias, persigue a los que pensamos distinto y ha permitido que la droga y el narcotráfico se instalen en el país”.
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