La Iglesia y el peronismo disidente acordaron una serie de charlas con jóvenes universitarios. “Se trata de una capacitación humanística y académica para los que están interesados en la política”, señalaron desde Unión PRO. Quieren imitar la relación de Sergio Massa con monseñor Jorge Casaretto.
Con el pretexto de conformar un instituto de formación política, el peronismo disidente de Esteban Echeverría y la cúpula de la Iglesia católica local comenzaron a tejer alianzas con vistas a las elecciones del año que viene. Y el objetivo es claro: menguar el poder que hoy ostenta el intendente, Fernando Gray.
Se sabe, Gray no termina de caer bien en las autoridades eclesiásticas. Su extracción evangelista y su constante apoyo hacia la estructura de esa religión no es fácil de digerir. Muchos fieles católicos todavía recuerdan cómo en la Navidad de 2008, el intendente mandó a desmantelar un Pesebre en la plaza Mitre por “cuestiones de seguridad”.
Otros no olvidan que desde hace cuatro meses duerme en Obras Públicas un pedido para construir un reductor de velocidad en la puerta de la parroquia Inmaculada Concepción. “A los evangelistas les dio media manzana y siempre tiene un subsidio a mano”, se quejan.
Con ese marco, el peronismo federal avanzó en un acuerdo con el monseñor Roberto González Raeta para que la Iglesia “colabore” en una serie de charlas con jóvenes del distrito.
“Se trata de una capacitación humanística y académica a aquellos jóvenes universitarios con interés en la política para que el día de mañana puedan tener una interacción en las ideas de la Iglesia y la sociedad”, señaló a LPO el concejal de Unión PRO Fernando Sousa.
Tan aceitadas están las relaciones que el viernes pasado, un grupo de diez chicos y chicas se reunió con González Raeta. La idea es, a partir de marzo, realizar encuentros mensuales con un plan de estudios consensuado.
“La idea de ellos de ellos es colocar gente en las listas, es una forma de asegurarse poder. Y a nosotros nos viene bien mostrarnos con la Iglesia, es algo parecido a lo que hace Massa con Casaretto”, blanqueó una fuente del peronismo. (La Política OnLine).
Con el pretexto de conformar un instituto de formación política, el peronismo disidente de Esteban Echeverría y la cúpula de la Iglesia católica local comenzaron a tejer alianzas con vistas a las elecciones del año que viene. Y el objetivo es claro: menguar el poder que hoy ostenta el intendente, Fernando Gray.
Se sabe, Gray no termina de caer bien en las autoridades eclesiásticas. Su extracción evangelista y su constante apoyo hacia la estructura de esa religión no es fácil de digerir. Muchos fieles católicos todavía recuerdan cómo en la Navidad de 2008, el intendente mandó a desmantelar un Pesebre en la plaza Mitre por “cuestiones de seguridad”.
Otros no olvidan que desde hace cuatro meses duerme en Obras Públicas un pedido para construir un reductor de velocidad en la puerta de la parroquia Inmaculada Concepción. “A los evangelistas les dio media manzana y siempre tiene un subsidio a mano”, se quejan.
Con ese marco, el peronismo federal avanzó en un acuerdo con el monseñor Roberto González Raeta para que la Iglesia “colabore” en una serie de charlas con jóvenes del distrito.
“Se trata de una capacitación humanística y académica a aquellos jóvenes universitarios con interés en la política para que el día de mañana puedan tener una interacción en las ideas de la Iglesia y la sociedad”, señaló a LPO el concejal de Unión PRO Fernando Sousa.
Tan aceitadas están las relaciones que el viernes pasado, un grupo de diez chicos y chicas se reunió con González Raeta. La idea es, a partir de marzo, realizar encuentros mensuales con un plan de estudios consensuado.
“La idea de ellos de ellos es colocar gente en las listas, es una forma de asegurarse poder. Y a nosotros nos viene bien mostrarnos con la Iglesia, es algo parecido a lo que hace Massa con Casaretto”, blanqueó una fuente del peronismo. (La Política OnLine).
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