La respuesta es casi obvia: no hay viviendas sociales disponibles para los más necesitados.
Mientras se siguen conociendo datos de las viviendas no construidas o no finalizadas, y del enriquecimiento de los Shocklender, cabe preguntarse cómo se sigue con este tema, tan sensible a la opinión pública.
Según el Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa), “una de cada cuatro familias argentinas vive en una casa precaria, y la situación empeora en las provincias del norte y el Gran Buenos Aires, donde se acumulan los principales bolsones de pobreza”.
La entidad, señala que la precariedad afecta al 35 por ciento de las viviendas en el Gran Buenos Aires y el norte del país, y al 13 por ciento en la Capital Federal, explicando que no es posible hacer un diagnóstico preciso y actual de la situación habitacional hasta que no se cuente con los datos desagregados del Censo 2010.
Lamentablemente habrá que agregar las viviendas que se perdieron o deterioraron por las cenizas volcánicas en el sur del país, hecho del que todavía no se conocen sus reales dimensiones.
Los datos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del INDEC, correspondiente al 2010, trazaron un “panorama aproximado” de la situación en la que viven millones de personas en el país. La EPH cubre a 25 millones de personas que viven en los grandes aglomerados urbanos y habitan aproximadamente 7,7 millones de viviendas.
De acuerdo con los datos de esa encuesta, el 25 por ciento de las viviendas pueden ser consideradas precarias dado el material de construcción, la ubicación, el nivel de hacinamiento o los servicios con que cuentan.
El diario Página 12 publicó el 26 de diciembre de 2010 que de acuerdo a la información del Ministerio de Planificación, "entre 2003 y 2010 la administración kirchnerista construyó 302 mil viviendas; también amplió y mejoró 251 mil que sumadas serían unas 552.279 soluciones habitacionales y representan el conjunto de las obras que ejecutó el Estado.
Pero la pregunta de rigor, es dónde están localizadas? No hay información al respecto de dónde se encuentran las obras, lo cual dificulta constatar la efectividad de las cifras.
En abril de este año, la relatora del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, Raquel Rolnik, la arquitecta y urbanista, especialista en hábitat y vivienda, luego de su recorrida por villas, asentamientos y barrios precarios diagnosticó “ desde 2003 Argentina comenzó a ser visto como un país estrella en derechos humanos, pero ya es momento que se debata fuertemente los derechos económicos y sociales, en especiales el derechos a una vivienda digna”.
Añadió que “ reactivar la construcción no es lo mismo que resolver los problemas habitacionales de la población. No se trata de producir viviendas como vehículos, porque una suba en la construcción también arrastraría una suba del valor del las tierras. Es más complejo”.
El derecho humano a la vivienda “no es cuatro paredes y un techo, es mucho más que eso”.
Advirtió Rolnik que “ hay una falta absoluta de un sistema de articulación entre provincias y municipalidades que mínimamente coordine, acuerde y articule los distintos niveles para poder promover vivienda. Los proyectos y las adjudicaciones dependen de negociaciones políticas entre nación, provincias y municipios: cuando hay correspondencia de partidos se trabaja de manera conjunta y si no hay, se bloquea o se sabotea y los ciudadanos sin vivienda quedan a merced de esas negociaciones sin coordinación".
Y agregó” ocurre lo mismo con los criterios de adjudicación: hay provincias sin ningún criterio más que la discrecionalidad, dependen del amigo o enemigo político y en otras los criterios son muy claros, con sistema de puntaje y demás”.
El marco general “no está unificado y existen además municipios con marcos discriminatorios, por ejemplo, en Ushuaia dónde se discrimina inmigrantes en una ciudad construida por inmigrantes.”.
Finalmente, señaló “no existe un mapeo de grupos vulnerables y sectores con prioridades como madres solteras y discapacitados”.
Todas estas y más conclusiones fueron trasmitidas por Rolnik en su informe a las Naciones Unidas, luego de su visita a la Argentina, a posteriori de la toma del Indoamericano... (Asteriscos Tv).
Mientras se siguen conociendo datos de las viviendas no construidas o no finalizadas, y del enriquecimiento de los Shocklender, cabe preguntarse cómo se sigue con este tema, tan sensible a la opinión pública.
Según el Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa), “una de cada cuatro familias argentinas vive en una casa precaria, y la situación empeora en las provincias del norte y el Gran Buenos Aires, donde se acumulan los principales bolsones de pobreza”.
La entidad, señala que la precariedad afecta al 35 por ciento de las viviendas en el Gran Buenos Aires y el norte del país, y al 13 por ciento en la Capital Federal, explicando que no es posible hacer un diagnóstico preciso y actual de la situación habitacional hasta que no se cuente con los datos desagregados del Censo 2010.
Lamentablemente habrá que agregar las viviendas que se perdieron o deterioraron por las cenizas volcánicas en el sur del país, hecho del que todavía no se conocen sus reales dimensiones.
Los datos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del INDEC, correspondiente al 2010, trazaron un “panorama aproximado” de la situación en la que viven millones de personas en el país. La EPH cubre a 25 millones de personas que viven en los grandes aglomerados urbanos y habitan aproximadamente 7,7 millones de viviendas.
De acuerdo con los datos de esa encuesta, el 25 por ciento de las viviendas pueden ser consideradas precarias dado el material de construcción, la ubicación, el nivel de hacinamiento o los servicios con que cuentan.
El diario Página 12 publicó el 26 de diciembre de 2010 que de acuerdo a la información del Ministerio de Planificación, "entre 2003 y 2010 la administración kirchnerista construyó 302 mil viviendas; también amplió y mejoró 251 mil que sumadas serían unas 552.279 soluciones habitacionales y representan el conjunto de las obras que ejecutó el Estado.
Pero la pregunta de rigor, es dónde están localizadas? No hay información al respecto de dónde se encuentran las obras, lo cual dificulta constatar la efectividad de las cifras.
En abril de este año, la relatora del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, Raquel Rolnik, la arquitecta y urbanista, especialista en hábitat y vivienda, luego de su recorrida por villas, asentamientos y barrios precarios diagnosticó “ desde 2003 Argentina comenzó a ser visto como un país estrella en derechos humanos, pero ya es momento que se debata fuertemente los derechos económicos y sociales, en especiales el derechos a una vivienda digna”.
Añadió que “ reactivar la construcción no es lo mismo que resolver los problemas habitacionales de la población. No se trata de producir viviendas como vehículos, porque una suba en la construcción también arrastraría una suba del valor del las tierras. Es más complejo”.
El derecho humano a la vivienda “no es cuatro paredes y un techo, es mucho más que eso”.
Advirtió Rolnik que “ hay una falta absoluta de un sistema de articulación entre provincias y municipalidades que mínimamente coordine, acuerde y articule los distintos niveles para poder promover vivienda. Los proyectos y las adjudicaciones dependen de negociaciones políticas entre nación, provincias y municipios: cuando hay correspondencia de partidos se trabaja de manera conjunta y si no hay, se bloquea o se sabotea y los ciudadanos sin vivienda quedan a merced de esas negociaciones sin coordinación".
Y agregó” ocurre lo mismo con los criterios de adjudicación: hay provincias sin ningún criterio más que la discrecionalidad, dependen del amigo o enemigo político y en otras los criterios son muy claros, con sistema de puntaje y demás”.
El marco general “no está unificado y existen además municipios con marcos discriminatorios, por ejemplo, en Ushuaia dónde se discrimina inmigrantes en una ciudad construida por inmigrantes.”.
Finalmente, señaló “no existe un mapeo de grupos vulnerables y sectores con prioridades como madres solteras y discapacitados”.
Todas estas y más conclusiones fueron trasmitidas por Rolnik en su informe a las Naciones Unidas, luego de su visita a la Argentina, a posteriori de la toma del Indoamericano... (Asteriscos Tv).
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