Durante los últimos años, la frecuencia de casos de sobrepeso y obesidad ha aumentado en todo el mundo. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) correspondientes a 2008, se calcula que alrededor de 1500 millones de adultos mayores de 20 años tienen sobrepeso.
De este total, cerca de 300 millones de mujeres presentaban obesidad. Según indicó la Sociedad de Obstetricia y Ginecología de Buenos Aires (SOGIBA), la tendencia ha motivado preocupación por las consecuencias derivadas en las futuras mamás.
"De hecho, en la actualidad se apunta a la obesidad materna pre-gestacional como la causa principal de diversas complicaciones durante el embarazo", apuntó la entidad.
SOGIBA indicó que, particularmente, las complicaciones de la obesidad materna se manifiestan de dos maneras: por un lado, en la madre se originan una variedad de trastornos que pueden conllevar a dificultades en el parto, diabetes e hipertensión; por otra parte, la obesidad materna influye directamente en el ambiente nutricional del bebé.
Complicaciones en las mamás
En la actualidad, la obesidad de toda persona se mide en función del Índice de Masa Corporal (IMC), el cual es un indicador simple de la relación entre el peso y la talla. Si el índice es superior a 30, la futura mamá está expuesta a contraer determinados riesgos, entre los que se destaca la diabetes gestacional.
La diabetes gestacional se define como la intolerancia a los hidratos de carbono diagnosticada durante los meses de embarazo. Concretamente, se ha demostrado que tanto la obesidad como la diabetes gestacional producen mayor riesgo de hipertensión, preclampsia y complicaciones tromboembólicas en las embarazadas. Al mismo tiempo, al momento del parto, existe mayor probabilidad de presentarse dificultades como desproporción pelviano-fetal, mayor probabilidad de requerir cesárea, entre otros problemas anestésicos y quirúrgicos.
Por otro lado, el sobrepeso y la mala alimentación constituyen uno de los factores con mayor influencia en los problemas de fertilidad. La causa principal es que las comidas con mala calidad nutricional pueden reducir las reservas de sustancias nutritivas requeridas para un funcionamiento correcto del sistema reproductivo. Asimismo, el sobrepeso altera ciertos niveles hormonales que inducen períodos largos entre menstruaciones, falta de menstruación (amenorrea) e infertilidad.
En este sentido, el primer y fundamental paso es mantener durante los meses de gestación una dieta diversa, saludable y equilibrada con los nutrientes necesarios y adecuados para cada persona que incluya frutas, fibras, verduras y carnes magras. En cuanto el peso ideal para aumentar, hoy se habla de requerimientos según cada mamá, edad, altura y peso inicial. Por lo general, se recomienda un aumento promedio entre 11 y 12 kilos.
Complicaciones en el bebé
Desde la concepción, el estado nutricional materno es un factor determinante en el crecimiento fetal y en el peso del recién nacido. Por tal motivo, es importante el control del estado nutricional materno previo a la gestación, ya que los datos de peso pre-concepcional pueden indicar la presencia de eventuales desajustes que deben corregirse oportunamente durante el embarazo. En este sentido, una mujer con sobrepeso debería ajustar el mismo a su contextura previamente a quedar embarazada para evitar complicaciones y encarar la gestación en un estado más saludable. En la misma línea, es necesario el control del estado nutricional materno durante el período de gestación, ya que el bebé programa su biología en base a los nutrientes obtenidos durante este tiempo.
La principal complicación de la sobrenutrición materna es la mayor probabilidad de gestar bebés macrosómicos que son aquellos con mas de 4 kilos de peso al nacimiento.
Adicionalmente, se ha determinado que existe una relación directa entre el nivel de azúcar presente en la madre antes y después de comer y la probabilidad de generar en el bebé alteraciones metabólicas a futuro. De esta manera, se ha determinado que la obesidad materna cuando se asocia a diabetes gestacional eleva la predisposición del bebé a padecer en un futuro afecciones tales como obesidad, diabetes e hipertensión.
Debido a la mayor incidencia de obesidad materna, resulta importante desarrollar cada vez más estrategias multidisciplinarias encabezadas por los médicos obstetras, nutricionistas y las futuras madres con el objetivo de atender el estado nutricional de la mujer y así poder prevenir futuras complicaciones. (Asteriscos Tv).
De este total, cerca de 300 millones de mujeres presentaban obesidad. Según indicó la Sociedad de Obstetricia y Ginecología de Buenos Aires (SOGIBA), la tendencia ha motivado preocupación por las consecuencias derivadas en las futuras mamás.
"De hecho, en la actualidad se apunta a la obesidad materna pre-gestacional como la causa principal de diversas complicaciones durante el embarazo", apuntó la entidad.
SOGIBA indicó que, particularmente, las complicaciones de la obesidad materna se manifiestan de dos maneras: por un lado, en la madre se originan una variedad de trastornos que pueden conllevar a dificultades en el parto, diabetes e hipertensión; por otra parte, la obesidad materna influye directamente en el ambiente nutricional del bebé.
Complicaciones en las mamás
En la actualidad, la obesidad de toda persona se mide en función del Índice de Masa Corporal (IMC), el cual es un indicador simple de la relación entre el peso y la talla. Si el índice es superior a 30, la futura mamá está expuesta a contraer determinados riesgos, entre los que se destaca la diabetes gestacional.
La diabetes gestacional se define como la intolerancia a los hidratos de carbono diagnosticada durante los meses de embarazo. Concretamente, se ha demostrado que tanto la obesidad como la diabetes gestacional producen mayor riesgo de hipertensión, preclampsia y complicaciones tromboembólicas en las embarazadas. Al mismo tiempo, al momento del parto, existe mayor probabilidad de presentarse dificultades como desproporción pelviano-fetal, mayor probabilidad de requerir cesárea, entre otros problemas anestésicos y quirúrgicos.
Por otro lado, el sobrepeso y la mala alimentación constituyen uno de los factores con mayor influencia en los problemas de fertilidad. La causa principal es que las comidas con mala calidad nutricional pueden reducir las reservas de sustancias nutritivas requeridas para un funcionamiento correcto del sistema reproductivo. Asimismo, el sobrepeso altera ciertos niveles hormonales que inducen períodos largos entre menstruaciones, falta de menstruación (amenorrea) e infertilidad.
En este sentido, el primer y fundamental paso es mantener durante los meses de gestación una dieta diversa, saludable y equilibrada con los nutrientes necesarios y adecuados para cada persona que incluya frutas, fibras, verduras y carnes magras. En cuanto el peso ideal para aumentar, hoy se habla de requerimientos según cada mamá, edad, altura y peso inicial. Por lo general, se recomienda un aumento promedio entre 11 y 12 kilos.
Complicaciones en el bebé
Desde la concepción, el estado nutricional materno es un factor determinante en el crecimiento fetal y en el peso del recién nacido. Por tal motivo, es importante el control del estado nutricional materno previo a la gestación, ya que los datos de peso pre-concepcional pueden indicar la presencia de eventuales desajustes que deben corregirse oportunamente durante el embarazo. En este sentido, una mujer con sobrepeso debería ajustar el mismo a su contextura previamente a quedar embarazada para evitar complicaciones y encarar la gestación en un estado más saludable. En la misma línea, es necesario el control del estado nutricional materno durante el período de gestación, ya que el bebé programa su biología en base a los nutrientes obtenidos durante este tiempo.
La principal complicación de la sobrenutrición materna es la mayor probabilidad de gestar bebés macrosómicos que son aquellos con mas de 4 kilos de peso al nacimiento.
Adicionalmente, se ha determinado que existe una relación directa entre el nivel de azúcar presente en la madre antes y después de comer y la probabilidad de generar en el bebé alteraciones metabólicas a futuro. De esta manera, se ha determinado que la obesidad materna cuando se asocia a diabetes gestacional eleva la predisposición del bebé a padecer en un futuro afecciones tales como obesidad, diabetes e hipertensión.
Debido a la mayor incidencia de obesidad materna, resulta importante desarrollar cada vez más estrategias multidisciplinarias encabezadas por los médicos obstetras, nutricionistas y las futuras madres con el objetivo de atender el estado nutricional de la mujer y así poder prevenir futuras complicaciones. (Asteriscos Tv).
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