“El rol de las mujeres ingenieras en este desarrollo nacional y regional puede ser determinante para lograr recursos altamente calificados para un crecimiento sostenible, con el valor agregado de considerar la diversidad como un elemento relevante en los equipos de trabajo traerá consigo mejores resultados y proyectos de ingeniería más inclusivos y exitosos”, señaló Luis Di Benedetto, titular del Centro Argentino de Ingeniero.
Lo hizo al abrir las Jornadas del Congreso Políticas de Ingeniería, mientras que la Coordinadora del encuentro, Olga Cavalli, sostuvo que “en un escenario de pocos ingenieros en el país y menos aún de mujeres ingenieras, se tienen que desarrollar políticas de promoción, integración y conciliación entre el mundo profesional y el familiar, y dar lugar a la flexibilidad en las modalidades de trabajo”.
Consideró “fundamental analizar la duración y temáticas que deberían incluirse para volver las carreras de ingeniería más atractivas al público femenino y una vez insertas en la universidad, desarrollar sistemas de acompañamiento de mentores”.
Gloria Bonder, directora de la Cátedra Regional UNESCO Mujer, Ciencia y Tecnología en América Latina, Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), expuso “no sólo hay pocas mujeres ingenieras; también existen pocas mujeres en los consejos de evaluación y en puestos de decisión e inclusive faltan estadísticas e información en clave de género”.
En el panel dedicado a las universidades, Cristina Parraga, Directora del Departamento de Investigaciones Científicas y Tecnológicas,
Universidad de Mendoza; el Dr. Ing. Liberto Ercoli, Decano de la Facultad Regional de Bahía Blanca, Universidad Tecnológica Nacional – UTN (quienes participaron en forma remota) y la Ing. Silvia Wolanski, de la Universidad Nacional del Litoral remarcaron “la necesidad de derribar los prejuicios existentes, la culpabilidad de género y la discriminación organizacional y programática”.
Asimismo, implementar sistemas de tutorías para mejorar la retención en el sistema; “humanizar” la currícula; aumentar el número de docentes mujeres; promocionar modelos de identificación; y contar con empresas que generen prácticas y ambientes laborales propicios a la equidad de género con igualdad de oportunidades, salarios y perspectivas de desarrollo de la carrera profesional.
“Las mujeres deben poder acceder a los mismos puestos jerárquicos de responsabilidad y decisión que los hombres con idénticos salarios”, afirmaron.
Carolina Bengochea, HSE Planning Manager de Tenaris, presentó estrategias para atraer, promocionar y retener a la mujer en la empresa.
Las acciones abarcan la atracción de nuevos talentos, programas de trabajo flexible, beneficios para la maternidad, una infraestructura adaptada a la diversidad de género, capacitación adecuada, transparencia en la información sobre vacantes de trabajo al interior de la empresa y sistemas de “mentoring”.
Sandra Fernández, Directora del Centro Argentino de Ingenieros Agrónomos (CADIA) expuso acerca del rol de la mujer ingeniera en el sector agroindustrial destacando el problema existente de la invisibilidad estadística de la mujer en el sector rural, así como la amplitud de situaciones en las que existe trabajo no remunerado o precariedad laboral”.
Se refirió especialmente al trabajo de las mujeres agricultoras condicionadas por el trabajo parcial, temporario y bajos salarios y el hecho que utilizan menos tecnología, con la consecuente merma en su producción. (Asteriscos Tv).
Lo hizo al abrir las Jornadas del Congreso Políticas de Ingeniería, mientras que la Coordinadora del encuentro, Olga Cavalli, sostuvo que “en un escenario de pocos ingenieros en el país y menos aún de mujeres ingenieras, se tienen que desarrollar políticas de promoción, integración y conciliación entre el mundo profesional y el familiar, y dar lugar a la flexibilidad en las modalidades de trabajo”.
Consideró “fundamental analizar la duración y temáticas que deberían incluirse para volver las carreras de ingeniería más atractivas al público femenino y una vez insertas en la universidad, desarrollar sistemas de acompañamiento de mentores”.
Gloria Bonder, directora de la Cátedra Regional UNESCO Mujer, Ciencia y Tecnología en América Latina, Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), expuso “no sólo hay pocas mujeres ingenieras; también existen pocas mujeres en los consejos de evaluación y en puestos de decisión e inclusive faltan estadísticas e información en clave de género”.
En el panel dedicado a las universidades, Cristina Parraga, Directora del Departamento de Investigaciones Científicas y Tecnológicas,
Universidad de Mendoza; el Dr. Ing. Liberto Ercoli, Decano de la Facultad Regional de Bahía Blanca, Universidad Tecnológica Nacional – UTN (quienes participaron en forma remota) y la Ing. Silvia Wolanski, de la Universidad Nacional del Litoral remarcaron “la necesidad de derribar los prejuicios existentes, la culpabilidad de género y la discriminación organizacional y programática”.
Asimismo, implementar sistemas de tutorías para mejorar la retención en el sistema; “humanizar” la currícula; aumentar el número de docentes mujeres; promocionar modelos de identificación; y contar con empresas que generen prácticas y ambientes laborales propicios a la equidad de género con igualdad de oportunidades, salarios y perspectivas de desarrollo de la carrera profesional.
“Las mujeres deben poder acceder a los mismos puestos jerárquicos de responsabilidad y decisión que los hombres con idénticos salarios”, afirmaron.
Carolina Bengochea, HSE Planning Manager de Tenaris, presentó estrategias para atraer, promocionar y retener a la mujer en la empresa.
Las acciones abarcan la atracción de nuevos talentos, programas de trabajo flexible, beneficios para la maternidad, una infraestructura adaptada a la diversidad de género, capacitación adecuada, transparencia en la información sobre vacantes de trabajo al interior de la empresa y sistemas de “mentoring”.
Sandra Fernández, Directora del Centro Argentino de Ingenieros Agrónomos (CADIA) expuso acerca del rol de la mujer ingeniera en el sector agroindustrial destacando el problema existente de la invisibilidad estadística de la mujer en el sector rural, así como la amplitud de situaciones en las que existe trabajo no remunerado o precariedad laboral”.
Se refirió especialmente al trabajo de las mujeres agricultoras condicionadas por el trabajo parcial, temporario y bajos salarios y el hecho que utilizan menos tecnología, con la consecuente merma en su producción. (Asteriscos Tv).
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