El bloque macrista le dio dictamen a un proyecto que prohíbe la actividad de los cuidacoches imponiendo sanciones económicas y hasta arrestos. Se trata de una vieja iniciativa del jefe de gobierno, que busca endurecer el Código Contravencional. La oposición quiere crear un registro que los autorice en determinadas zonas.
El PRO retomó la iniciativa de Mauricio Macri para prohibir la actividad de los trapitos y los limpiavidrios, en una maniobra del jefe de gobierno para endurecer el control sobre el espacio público durante su segunda gestión. Se trata de un viejo reclamo, como admiten en el macrismo, de parte del electorado que le dio la reelección.
El proyecto había sido enviado por Mauricio Macri el año pasado y su tratamiento se dilató por la presentación de borradores paralelos, tanto por parte de la oposición como del oficialismo.
Sin embargo, finalmente la comisión de Justicia de la Legislatura aprobó esta tarde un dictamen que lleva la firma de los legisladores del PRO que significa el avance de la iniciativa. El texto no llegará a tratarse en la sesión de esta semana, pero podría ingresar al recinto en la sesión de la semana próxima.
El proyecto, que establecería una modificación del Código Contravencional, apunta a erradicar las conductas de aquellos individuos “que no permiten a los ciudadanos el pleno disfrute y libre desarrollo de actividades cotidianas en el espacio público”.
“Hay que cesar con la sensación que en el espacio público todo vale, todo se puede hacer como si fuera de nadie”, se expresa en los fundamentos de la norma presentada por Macri.
En su articulado, el texto establece que “quien ofrece de manera directa o indirecta el servicio de cuidacoches, limpiavidrios u otro tipo de servicios no requeridos a conductores de cualquier tipo de automotor en la vía pública sin autorización legal, es sancionado con uno (1) a cinco (5) días de arresto o multa de doscientos ($200) a dos mil ($2000) pesos”.
Ahora, la oposición tendrá 48 horas para presentar un dictamen, puesto que hoy no lo hizo en la reunión de comisión. Según explicó a LPO el legislador Gonzalo Ruanova, de Nuevo Encuentro, la oposición consensuaría un dictamen exigiendo que la ley incorpore la creación de un registro que regule la actividad de los cuidacoches.
De esta manera, los trapitos deberían inscribirse en los Centro de Gestión y Participación Ciudadana (CGPC) y obtener la autorización para cuidar coches en determinadas zonas, con el aval del Ejecutivo.
Caras tapadas
El proyecto también apunta a los piquetes, puesto que prohíbe la participación “en marchas o manifestaciones públicas portando de modo intimidante palos, cadenas, bastones, fierros o cualquier tipo de arma no convencional”.
Del mismo modo, se prohibe que los manifestantes oculten o cubran su “rostro o parte del mismo con cualquier elemento apto para ello y con el objeto de evitar ser individualizado por la autoridad, excepto que ello obedeciera a motivos religiosos, culturales, étnicos o sanitarios”.
De esta manera, los manifestantes que se tapen la cara podrían ser arrestados de 5 a 20 días. La misma pena recibirían quienes porten armas no convencionales. (la Polïtica OnLine).
El PRO retomó la iniciativa de Mauricio Macri para prohibir la actividad de los trapitos y los limpiavidrios, en una maniobra del jefe de gobierno para endurecer el control sobre el espacio público durante su segunda gestión. Se trata de un viejo reclamo, como admiten en el macrismo, de parte del electorado que le dio la reelección.
El proyecto había sido enviado por Mauricio Macri el año pasado y su tratamiento se dilató por la presentación de borradores paralelos, tanto por parte de la oposición como del oficialismo.
Sin embargo, finalmente la comisión de Justicia de la Legislatura aprobó esta tarde un dictamen que lleva la firma de los legisladores del PRO que significa el avance de la iniciativa. El texto no llegará a tratarse en la sesión de esta semana, pero podría ingresar al recinto en la sesión de la semana próxima.
El proyecto, que establecería una modificación del Código Contravencional, apunta a erradicar las conductas de aquellos individuos “que no permiten a los ciudadanos el pleno disfrute y libre desarrollo de actividades cotidianas en el espacio público”.
“Hay que cesar con la sensación que en el espacio público todo vale, todo se puede hacer como si fuera de nadie”, se expresa en los fundamentos de la norma presentada por Macri.
En su articulado, el texto establece que “quien ofrece de manera directa o indirecta el servicio de cuidacoches, limpiavidrios u otro tipo de servicios no requeridos a conductores de cualquier tipo de automotor en la vía pública sin autorización legal, es sancionado con uno (1) a cinco (5) días de arresto o multa de doscientos ($200) a dos mil ($2000) pesos”.
Ahora, la oposición tendrá 48 horas para presentar un dictamen, puesto que hoy no lo hizo en la reunión de comisión. Según explicó a LPO el legislador Gonzalo Ruanova, de Nuevo Encuentro, la oposición consensuaría un dictamen exigiendo que la ley incorpore la creación de un registro que regule la actividad de los cuidacoches.
De esta manera, los trapitos deberían inscribirse en los Centro de Gestión y Participación Ciudadana (CGPC) y obtener la autorización para cuidar coches en determinadas zonas, con el aval del Ejecutivo.
Caras tapadas
El proyecto también apunta a los piquetes, puesto que prohíbe la participación “en marchas o manifestaciones públicas portando de modo intimidante palos, cadenas, bastones, fierros o cualquier tipo de arma no convencional”.
Del mismo modo, se prohibe que los manifestantes oculten o cubran su “rostro o parte del mismo con cualquier elemento apto para ello y con el objeto de evitar ser individualizado por la autoridad, excepto que ello obedeciera a motivos religiosos, culturales, étnicos o sanitarios”.
De esta manera, los manifestantes que se tapen la cara podrían ser arrestados de 5 a 20 días. La misma pena recibirían quienes porten armas no convencionales. (la Polïtica OnLine).
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