El ministro del Interior se vio forzado a negar su vinculación con Boldt ante las acusaciones que surgieron desde el propio Gobierno, como anticipó LPO, por haber filtrado los datos que hicieron estallar la causa Ciccone. Dijo que su cartera le quitó varios negocios a esa firma, pero trastabilló cuando se le recordó que en 2009 le otorgó un negocio por contratación directa. Tampoco mencionó que el Censo 2010.
En medio del escándalo por la causa ex Ciccone, el ministro del Interior Florencio Randazzo tuvo que salir a desmentir públicamente que haya sido él quien operó contra Amado Boudou: negó haber filtrado información sobre los vínculos del vicepresidente y la imprenta.
Es que, tal como había anticipado LPO, desde el propio Gobierno lo señalan como el responsable de haber hecho estallar esta causa -habiendo revelado datos nada menos que a Clarín- casualmente por sus histórica relación con Boldt, empresa perjudicada por los movimientos del entonces ministro de Economía. En la Casa Rosada sospechan que desde su cartera salió la confirmación de que Vandenbroele imprimió las boletas de Cristina Kirchner para las primarias.
En una entrevista que le concedió a Víctor Hugo Morales, el ministro intentó desligarse de Boldt con una coartada que no resultó de todo sólida: dijo que desde que está al frente de la cartera del Interior le quitó varios negocios a la firma, como la impresión de los cédulas, de los pasaportes y también de los padrones electorales.
Pero el periodista Daniel López, que acompaña a Víctor Hugo Morales, le recordó que en 2009 la impresión de los padrones sí la había hecho esa empresa y mediante licitación directa, algo que descolocó a Randazzo. "Claro, a ver... Eh...", trastabilló por unos incómodos segundos.
Luego intentó explicar que, en realidad, en principio se iba a hacer por licitación, pero como se adelantaron las elecciones legislativas ese año, se tuvo que hacer una contratación directa para llegar con los tiempos. "Fue una situación muy particular", se excuso.
Otro negocio que también se adjudicó Boldt, y que Randazzó no mencionó es el del Censo 2010. Se trató del movimiento de papeles más grande la historia argentina, y se llevó a cabo cuando la firma todavía alquilaba la planta de la ex Ciccone Calcográfica. Durante meses, el Gobierno -sobre todo a través del INDEC, y de sus titulares Ana María Edwin y Norberto Itzcovich- repitió que había sido un gran éxito. Hoy parece haberlo olvidado.
Por otra parte, reconoció que las boleta del Frente para la Victoria las imprimió Vandenbroele, pero consideró que "decir que un funcionario es dueño de una imprenta porque ahi se imprimen sus boletas es muy poco serio".
Sobre el final de la entrevista, volvió a generarse una situación incómoda. Cuando se le volvió a consultar sobre las acusaciones que lo señalan como el responsable de haber filtrado los datos de los supuestos vínculos de Amado Boudou con Alejandro Vandenbroele, contestó: "Es absolutamente falso, estúpido y yo no creo en eso".
Su respuesta generó un nuevo silencio. "¿No cree en el hecho...?", le repreguntó el periodista, desconcertado ante las últimas palabras del ministro. "Absolutamente", remató Randazzo. (La Política OnLine).
En medio del escándalo por la causa ex Ciccone, el ministro del Interior Florencio Randazzo tuvo que salir a desmentir públicamente que haya sido él quien operó contra Amado Boudou: negó haber filtrado información sobre los vínculos del vicepresidente y la imprenta.
Es que, tal como había anticipado LPO, desde el propio Gobierno lo señalan como el responsable de haber hecho estallar esta causa -habiendo revelado datos nada menos que a Clarín- casualmente por sus histórica relación con Boldt, empresa perjudicada por los movimientos del entonces ministro de Economía. En la Casa Rosada sospechan que desde su cartera salió la confirmación de que Vandenbroele imprimió las boletas de Cristina Kirchner para las primarias.
En una entrevista que le concedió a Víctor Hugo Morales, el ministro intentó desligarse de Boldt con una coartada que no resultó de todo sólida: dijo que desde que está al frente de la cartera del Interior le quitó varios negocios a la firma, como la impresión de los cédulas, de los pasaportes y también de los padrones electorales.
Pero el periodista Daniel López, que acompaña a Víctor Hugo Morales, le recordó que en 2009 la impresión de los padrones sí la había hecho esa empresa y mediante licitación directa, algo que descolocó a Randazzo. "Claro, a ver... Eh...", trastabilló por unos incómodos segundos.
Luego intentó explicar que, en realidad, en principio se iba a hacer por licitación, pero como se adelantaron las elecciones legislativas ese año, se tuvo que hacer una contratación directa para llegar con los tiempos. "Fue una situación muy particular", se excuso.
Otro negocio que también se adjudicó Boldt, y que Randazzó no mencionó es el del Censo 2010. Se trató del movimiento de papeles más grande la historia argentina, y se llevó a cabo cuando la firma todavía alquilaba la planta de la ex Ciccone Calcográfica. Durante meses, el Gobierno -sobre todo a través del INDEC, y de sus titulares Ana María Edwin y Norberto Itzcovich- repitió que había sido un gran éxito. Hoy parece haberlo olvidado.
Por otra parte, reconoció que las boleta del Frente para la Victoria las imprimió Vandenbroele, pero consideró que "decir que un funcionario es dueño de una imprenta porque ahi se imprimen sus boletas es muy poco serio".
Sobre el final de la entrevista, volvió a generarse una situación incómoda. Cuando se le volvió a consultar sobre las acusaciones que lo señalan como el responsable de haber filtrado los datos de los supuestos vínculos de Amado Boudou con Alejandro Vandenbroele, contestó: "Es absolutamente falso, estúpido y yo no creo en eso".
Su respuesta generó un nuevo silencio. "¿No cree en el hecho...?", le repreguntó el periodista, desconcertado ante las últimas palabras del ministro. "Absolutamente", remató Randazzo. (La Política OnLine).
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