Argentina está plagada de dificultades, falencias, conflictos, problemas, trabas, y de deformaciones institucionales, culturales, y morales. Es un disparate que políticos, gremialistas, piqueteros y sectores empresarios, diabólicamente prometan solucionarlos con acciones mágicas.
El reciente paro gremial para eliminar el inicuo impuesto a las ganancias sobre el trabajo personal, aunque no es una prioridad nacional, es de legítimo derecho, incluyendo a los jubilados. Para bien de la Nación y fortalecer la economía de las familias argentinas, corresponde que las inversiones de trabajadores y jubilados en actividades productivas, viviendas y educación, sean computadas como pago a cuenta del impuesto. Se opone el Gobierno, que despilfarra fondos, alimenta la corrupción y empobrece al país.
Hay quienes consideran que la prioridad es poner orden en el país, lo que es una verdad. Esa reconstrucción social y cultural requerirá décadas y será alterada por la inevitable inestabilidad de la sociedad y sus cambios de humor. Los argentinos tienen urgencias de vida, aspiraciones insatisfechas, sin tener un horizonte de ilusión y esperanza, por lo que el “orden” carece de capacidad de convocatoria política. ¡Y la prioridad debe ser convocante!
La prioridad nacional es: - exportar para poder elevar los salarios. Además: -combatir la corrupción gubernamental y -enmendar la Constitución.
El reciente paro gremial para eliminar el inicuo impuesto a las ganancias sobre el trabajo personal, aunque no es una prioridad nacional, es de legítimo derecho, incluyendo a los jubilados. Para bien de la Nación y fortalecer la economía de las familias argentinas, corresponde que las inversiones de trabajadores y jubilados en actividades productivas, viviendas y educación, sean computadas como pago a cuenta del impuesto. Se opone el Gobierno, que despilfarra fondos, alimenta la corrupción y empobrece al país.
Hay quienes consideran que la prioridad es poner orden en el país, lo que es una verdad. Esa reconstrucción social y cultural requerirá décadas y será alterada por la inevitable inestabilidad de la sociedad y sus cambios de humor. Los argentinos tienen urgencias de vida, aspiraciones insatisfechas, sin tener un horizonte de ilusión y esperanza, por lo que el “orden” carece de capacidad de convocatoria política. ¡Y la prioridad debe ser convocante!
La prioridad nacional es: - exportar para poder elevar los salarios. Además: -combatir la corrupción gubernamental y -enmendar la Constitución.
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